El Consejo de Europa, organismo encargado de vigilar los derechos humanos, denunció que cinco países no entregaron información sobre los controvertidos vuelos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) que presuntamente transportaban a «sospechosos de terrorismo» por territorio europeo
Según el organismo, Bélgica, Bosnia Herzegovina, Italia, San Marino y Georgia transgredieron la Convención Europea sobre Derechos Humanos por guardar silencio frente a la información requerida.
El jefe de la organización solicitó a los 46 miembros de la Unión Europea que entregaran cualquier información sobre el caso.
Una reciente investigación del Consejo, estableció que la CIA transportó por territorio europeo a más de 100 sospechosos de actos considerados terroristas para someterlos a interrogatorios y posiblemente tortura.
Suma urgencia
En noviembre de 2005, el secretario general del organismo, Terry Davis, le pidió a los Estados miembro que entregaran detalles sobre las medidas que han tomado para impedir que las personas sean objeto de «desapariciones forzadas, detenciones secretas y traslado ilegal de prisioneros».
«Le recuerdo a los cinco países que su falta de respuesta es un claro incumplimiento de la Convención, la cual resguarda la defensa de los derechos humanos en el continente», dijo Davis.
Esta situación debe ser rectificada «con suma urgencia», agregó.
Derechos humanos «fundamentales»
Los miembros del Consejo de Europa están obligados a prevenir el secuestro y traslado ilegal de prisioneros bajo su jurisdicción.
En enero, el senador suizo Dick Marty -quien dirigió la investigación sobre el caso- concluyó que cerca de 100 sospechosos de terrorismo habían sido víctimas por esa política estadounidense.
Estados Unidos rechazó el informe, acusando a Marty de haberse basado en rumores y material de prensa como fuentes de la investigación.
En el periódico británico The Guardian, Terry Davis declaró que la llamada lucha global contra el terrorismo debe respetar los derechos humanos.
«Es nuestro desafío, pero también nuestra firme convicción, que la lucha contra el terrorismo sólo puede tener credibilidad si respeta los derechos humanos y las libertades fundamentales. Este no es un desafío fácil», escribió Davis.