Reapareció para los hondureños la “coronela” Fulton. La exencargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en estas tierras, en tiempos de las fraudulentas elecciones de 2017, participó en un foro del Consejo Nacional Anticorrupción de Honduras (CNA) en Washington, DC. Su apodo de coronela le fue impuesto por la ciudadanía catracha, pues ése es su rango en la Reserva de su país.
Fulton fungió como encargada de negocios a cargo de la embajada entre 2016 y 2019, recordándose su paso por esas funciones como férrea defensora de la ilegal candidatura de Juan Orlando Hernández (JOH) en 2017. Actualmente, JOH está sometido a juicio por narcotráfico en Nueva York, tras ser extraditado a solicitud de la Fiscalía de Manhattan Sur.
Esa defensa fue a tales extremos que, en plena oleada de protestas por el escandaloso fraude cometido por el juanorlandismo en las elecciones de 2017, apareció en público, al lado del entonces presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros Batson, cuya actitud era, notoriamente, de segundón de la coronela.
Ésta, sin el más mínimo pudor ni guardando la prudencia esperable de un diplomático, tomó en sus manos las planillas que tenía Matamoros y proclamó el triunfo de JOH.
El ilegal presidente de Honduras entre 2018 y 2022 jamás se cansó de elogiarla, llamándola su amiga, agregando que “ha estado con nosotros en las buenas y en las malas”. Ella, por su parte, defendió a rajatabla las acciones del gobierno, incluso aquellas que eran indefendibles.
Ahora, tras cierto tiempo, recordada sólo como un mal sueño por los hondureños, la coronela reapareció participando del foro llamado “Estructuras criminales detrás de la captura del Estado” que realizó el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en Washington DC, Estados Unidos,
En su intervención, reconoció que Honduras fue presa de un aparato corrupto ligado al narcotráfico, pero, prudentemente, ni siquiera mencionó su rol como promotora del fraude que legalizó la segunda presidencia de JOH ni sus intervenciones en favor de la también ilegal reelección del fiscal general Oscar Chinchilla, para sostener desde el Ministerio Público, la gestión de su “amigo” JOH.
Ahora, haciendo gala de una increíble falta de memoria, asegura que “la prioridad para el gobierno de Estados Unidos es combatir la corrupción en las naciones aliadas, al reconocer que el flagelo hace que los gobiernos sean menos efectivos, absorbe recursos públicos, promueve la inequidad, moviliza e intensifica el extremismo y facilita que gobiernos totalitarios corroan las instituciones democráticas”.
Todo ello sin siquiera sonrojarse ni recordando su rol apuntalando a un gobierno notoriamente ligado a una corrupción galopante y a las redes del narcotráfico.
Su otrora amigo y aliado JOH, ahora enfrenta un juicio en Nueva York, tras ser extraditado por delitos de narcotráfico. Cabe señalar que, en la acusación de la Fiscalía, no sólo se señala que las actividades criminales eran conocidas desde 2003, sino que se reconoce que en las elecciones de 2013 y 2017, el juanorlandismo cometió fraude, financiado en ambas oportunidades por narcotraficantes hondureños y extranjeros, entre los cuales destacan las contribuciones del Chapo Guzmán.
Esa participación de Fulton a favor de JOH la convirtió en cómplice de las crisis posteriores, incluyendo la migratoria, que ha cobrado la vida de tantos catrachos y generado sufrimiento a muchos otros, especialmente en la peligrosa ruta hacia Estados Unidos.
“Una consecuencia más de la corrupción y abuso de poder, es la migración. Las personas se van y ponen en peligro su vida para poder empezar de nuevo en otro país, siendo la corrupción una de las principales causas por los que se abandona un país”, aseguró la coronela, muy suelta de cuerpo, en el citado foro.
Fulton, a manera de justificación, asegura que se toman acciones contra los corruptos como: ilegibilidad de visas y prohibición de la entrada de funcionarios ligados a actos de corrupción, lo cual aplica también a sus familiares; así como la creación de la lista de actores antidemocráticos y corruptos de El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, conocida como “Lista Engel”, en la que fue incluido su “amigo” JOH.
Sus declaraciones llegan con cinco años de demora. Muy tarde para ser creíbles.
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