Tras la reciente desconexión temporal de la planta de Krümmel, cerca de Hamburgo, por fallas en los sistemas de ventilación, es hoy el depósito nuclear de Asse, en Baja Sajonia, el que reporta anomalías.
Los problemas para la industria de la energía atómica no podían surgir en tiempos menos propicios para la promoción del sector. Justo cuando se estaban definiendo los temas de la campaña para las próximas elecciones parlamentarias en septiembre próximo la seguridad y el uso de la energía atómica ocurren varios incidentes que obligan a poner el tema en las agendas de los partidos y políticos alemanes.
En dicho depósito subterráneo fueron descubiertas aguas alcalinas contaminadas a unos 900 metros de profundidad. Asse es realmente una antigua mina de sal en cuyas terrazas subterráneas son almacenados barriles con material radioactivo proveniente de diferentes plantas de Alemania.
Inseguridad insostenible
Aunque el escape de aguas contaminadas no representaría ningún peligro para los habitantes de la región, la Agencia federal para la Protección contra las Radiaciones recomienda el cierre de este depósito por «faltas sustanciales en la seguridad del depósito de residuos nucleares». Las aguas alcalinas descubiertas en Asse presentan contaminación con cesio y tritio, según las autoridades.
Tras el nuevo incidente en el depósito nuclear de Asse, el político liberal Michael Kauch pidió depósitos más seguros para residuos nucleares. Kauch pidió estudiar la posibilidad de trasladar el depósito a Gorleben, uno de los más grandes de Europa, también ubicado en Alemania.
Carga de otras épocas aún en funcionamiento
Asse mismo, es considerado como un lastre de decisiones políticas equivocadas tomadas en el pasado. Este depósito es utilizado desde la década de los 60 para los residuos
El director de la Agencia federal para la Protección contra las Radiaciones, Wolfram König, califica el estado de Asse, como «inaceptable». En una entrevista con la emisora alemana Deutschlandfunk, König anunció que «todos los días está entrando agua subterránea al depósito. Por lo que la institución no puede garantizar la seguridad del depósito de Asse.» Dicha agencia estatal parte de que el depósito debe ser cerrado lo más pronto posible, pero de forma «controlada».
«Terrible ejemplo de irresponsabilidad»
Entre 1967 y 1978 se depositaron en la antigua mina de sal unos 126.000 barriles con residuos radiactivos de bajo y mediano grado contaminante. El ministro germano de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel calcula los costos del probable cierre definitivo de Asse en unos 4 mil millones de euros. Gabriel mismo considera el actual uso de Asse como «uno de los más terribles ejemplos de la irresponsabilidad en el manejo de la energía nuclear.»
Autor: JOV /dpa/reuters
Editor: Pablo Kummetz