El pasado domingo 11 El Salvador celebró las elecciones legislativas intermedias, que se celebran cada tres años, para la renovación de la Asamblea Nacional, cámara única de este país (las elecciones presidenciales se celebran cada cinco años, y las próximas están previstas para 2014). Al mismo tiempo, se celebró también la elección de alcaldes y […]
El pasado domingo 11 El Salvador celebró las elecciones legislativas intermedias, que se celebran cada tres años, para la renovación de la Asamblea Nacional, cámara única de este país (las elecciones presidenciales se celebran cada cinco años, y las próximas están previstas para 2014). Al mismo tiempo, se celebró también la elección de alcaldes y consejos municipales en todo el país.
Para sorpresa del partido en el poder, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), cuyo candidato, el independiente Mauricio Funes, ganó las presidenciales en 2009, el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) consiguió aumentar en tres escaños su representación en la Asamblea Nacional mientras que el FMLN veía reducida su representación en un escaño, de 32 a 31. El tercer partido en liza, Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) con 11 escaños se convirtió en la tercera fuerza política del país.
A raíz de los Acuerdos de Paz de 1992, que marcaron el final de una guerra civil de 12 años en la 70.000 personas, según estimaciones, perdieron la vida, el FMLN abandonó la resistencia armada, se convirtió en un partido político y entró en el proceso electoral. Desde entonces, las sucesivas elecciones salvadoreñas se vieron plagadas por la compra de votos, las presiones de Estados Unidos y el fraude generalizado que facilitaron el triunfo del derechista ARENA. Por ejemplo, en la elección presidencial de 2009, se recibieron denuncias documentadas de que ARENA introdujo en el país camiones de ciudadanos guatemaltecos y hondureños portadores de documentos de identidad vencidos o falsos, para votar en las elecciones como ciudadanos salvadoreños. A pesar de los intentos de ARENA, en esa ocasión la presidencia fue ganada por el FMLN, y Mauricio Funes, un periodista independiente con gran popularidad entre los votantes de centro-izquierda, que posteriormente ha mantenido una cierta neutralidad política en una serie de cuestiones. En esa ocasión, también, el gobierno republicano estadounidense de George Bush no tuvo reparos en filtrar noticias amenazadoras en relación con los emigrantes salvadoreños en Estados Unidos (más de dos millones, sobre una población inferior a siete) en particular amenazando con repatriaciones masivas de salvadoreños sin permiso de residencia y en situación de precariedad. Las remesas de los inmigrantes constituyen hoy día el rubro principal de la economía salvadoreña.
El gobierno de Funes ha venido manteniendo en buenas relaciones con los Estados Unidos, a pesar de la larga historia de intervención de este país en El Salvador. Durante la guerra civil de 1980-1992, Washington entrenó y financió al ejército salvadoreño y a los escuadrones de la muerte de este país. En los momentos álgidos de la guerra, el monto diario de la ayuda militar al gobierno del entonces presidente José Napoleón Duarte llegó a ser diariamente de un millón de dólares de la época.
Programas sociales instituidos por el FMLN
En sus dos años de gobierno, con Mauricio Funes, que ha andado con pies de plomo en cuando a la exigencia de la mayoría de la base electoral de modificar sustancialmente el modelo económico neoliberal del país, se han puesto en marcha importantes reformas sociales en las áreas de la salud, la alfabetización y la educación.
En primer lugar, los Equipos Comunitarios de Salud (ECO), estructura descentralizada de centros de salud, que está proporcionando atención sin costo en las comunidades pobres. Además de la atención especializada de los médicos y enfermeras, muchos de los cuales deben viajar durante horas todos los días para llegar a los ECO, los nuevos «promotores de salud rural» de dichos centros hacen visitas a domicilio con un enfoque de salud preventiva, atención prenatal y la salud reproductiva. Asimismo, la recientemente aprobada Ley de Medicamentos, destinada a abaratar una serie de medicinas básicas y hacerlas accesibles a todos, contribuirá a mejorar sensiblemente la salud general.
En la enseñanza, el programa Paquete Escolar y el Programa de Alimentación y Salud Escolar son iniciativas que permiten por primera vez la asistencia regular y sostenida de estudiantes de primaria, al proporcionar uniformes, zapatos y material a los alumnos de más bajos ingresos, y también proporciona alimentación escolar
Estos programas sociales, junto con las reformas agrícolas de emisión de títulos de propiedad a los agricultores y acceso a semillas y fertilizantes sin costo alguno, testimonian el cumplimiento de una plataforma legislativa, la del FMLN, que está «tomando el camino hacia un desarrollo equitativo.»
Mientras que el gobierno del FMLN tiene se ha centrado en las reformas sociales, la derecha ha puesto todo su esfuerzo en una reforma electoral, fundamentalmente en la introducción del sistema de listas cerradas y desbloqueadas, consistente en un voto doble, a la vez de partido y de candidatos individuales. Con el voto partidario se calcula el porcentaje electoral y el número de escaños de cada uno; con el voto de uno o varios nombres dentro de cada lista se decide quién ocupa el escaño. La complejidad del procedimiento ha ido en detrimento de la base electoral del FMLN, que ha experimentado serias dificultades en la expresión de sus opciones.
Fracaso relativo en los municipios
Aún así, mientras que en los resultados de las elecciones a diputados el resultado puede considerarse como de «empate técnico», y el descenso en los votos del FMLN obedecería al efecto de la crisis económica general, en las elecciones municipales se ha sentido como una derrota en la izquierda la pérdida de algunos municipios importantes, muchos en el Gran San Salvador (Mejicanos, Apopa, San Martín, Soyapango), a pesar de haber ganado las alcaldías de otros lugares con fuerza simbólica importante (Nejapa, Suchitoto) y a pesar también del escaso porcentaje.
Próxima cita, en 2014
Aunque no puede hablarse de fracaso electoral, el FMLN recibió un claro toque de atención en las elecciones del domingo que han planteado muchos interrogantes a su militancia en todo el país. Será preciso analizar en profundidad las tendencias de la votación, las consecuencias de la aplicación de las reformas electorales, la amplitud de la abstención, en particular en circunscripciones tradicionalmente FMLN, y las investigaciones sobre las denuncias en los procedimientos, como la intimidación de votantes y la compra de votos, todo lo cual proporcionará una comprensión más completa de por qué el FMLN redujo su fuerza en el Poder Legislativo.
Sin embargo, hay otros aspectos de los resultados que habrán de ser analizados en las próximas semanas. Desde la elección presidencial de 2009, el partido ARENA se dividió, y se formó GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional), que se ha presentado como alternativa moderada al FMLN y ARENA. GANA consiguió 11 de los 84 escaños en la Asamblea Nacional (ARENA obtuvo 33 escaños y el FMLN, 31), y aparentemente supo atraerse a algunos de los «votantes indecisos» del FMLN. Así pues, a pesar de la escisión, ARENA y sus recursos al servicio del triunfo electoral, aparentemente inagotables, siguen siendo un factor de primer orden en el tablero político salvadoreño. También lo sigue siendo el FMLN y, en menor medida, GANA. Los restantes partidos tienen un papel excesivamente minoritarios.
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