El debate sobre tortura de prisioneros por parte de la CIA se acentúa tanto en Europa como en Estados Unidos. La Unión Europea busca a los responsables, también en Europa. El rapto de un alemán ¿la prueba reina? El fiscal suizo Dick Marty tiene una misión casi que «imposible»: desvelar si ha habido o […]
El debate sobre tortura de prisioneros por parte de la CIA se acentúa tanto en Europa como en Estados Unidos. La Unión Europea busca a los responsables, también en Europa. El rapto de un alemán ¿la prueba reina?
El fiscal suizo Dick Marty tiene una misión casi que «imposible»: desvelar si ha habido o no vuelos ilegales sobre Europa, y si los hubo, cuáles han sido las razones. Además de ello, Marty tiene que aclarar si ha habido cárceles ilegales en el Este europeo en donde, presuntamente, se ha torturado a personas secuestradas por funcionarios estadounidenses para que declaren si tienen nexos con terroristas islámicos. Pero la tarea de Marty no sería tan difícil si el sindicado no fuera una de las organizaciones más poderosas y menos diáfanas del mundo: la CIA, la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos.
¿Juega Rumania con fuego?
Pero el apoderado del fiscal suizo no es cualquiera. Se trata del Consejo Europeo. La Unión Europea quiere aclarar, de una vez por todas, si su territorio ha estado siendo utilizado por agentes estadounidenses para practicar un delito tipificado por la Convención de Derechos Humanos de Ginebra.
Pero la investigación emprendida busca también saber si Polonia y Rumania sabían de cárceles ilegales en sus territorios y si contaban con el visto bueno de sus Gobiernos. Un dato de gran relevancia, pues de confirmarse lo último, Bucarest podría estar arriesgando su aceptación en la Unión Europea.
La agencia de observación aérea Eurocontrol , por su parte, está conminada a aportar todos los datos registrados sobre los vuelos de 31 aviones sospechosos de haber transportados prisioneros ilegalmente.
La espinosa misión de Marty es el primer intento serio de tumbar la sistemática violación de los Derechos Humanos como instrumento de la lucha estadounidense contra el terrorismo internacional. «Estados Unidos parece haber instaurado una especie de ‘Archipiélago CIA’ en Marroco, Egipto, Arabia Saudita y Asia central», dicen los periodistas Mascolo, Schlamp y Stark en la revista alemana Der Spiegel.
Cheney es «vicepresidente para la tortura»
El comisionado para Derechos Humanos del Consejo Europeo, Alvaro Gil-Robles, también investiga si la base militar Bondsteel de Kosovo fue utilizada como patio de presos de los estadounidenses.
El debate también está prendido en Estados Unidos en donde el senado ha expresado su desacuerdo con la política de seguridad de Bush. El presidente empero, amenaza con vetar «una ley que exige a la CIA tratar a sus prisioneros como lo manda el Derecho Internacional». Un propósito contra el cual el vicepresidente, Dick Cheney, se opone tan vehementemente que incluso el mismo ex jefe de la CIA Stansfield Turner no duda en llamarlo «Vicepresidente para la tortura».
El actual jefe de la CIA, Porter Goss, empero, rechaza las acusaciones de tortura y prefiere que se hable mejor de «métodos innovadores de interrogación». Entre las «innovaciones» de Washington se encuentran el «Waterboarding», donde los prisioneros son sometidos a intentos de ahogamiento.
El senador republicano John McCain condena dichas prácticas porque «no debemos combatir el mal con lo malo». McCain sabe de qué habla. Él mismo fue víctima de la tortura en la guerra de Vietnam.
El rapto de un alemán prende las alarmas
En Europa, los Gobiernos tienen ahora plazo hasta el 21 de febrero para declarar si tenían conocimiento de las actividades violatorias de la CIA en sus países.
En Alemania hay, por lo menos, un caso bien documentado. El del rapto del alemán nacionalizado Khaled el-Masri. Masri fue aprehendido a fines de 2003 en Macedonia y trasladado, bajo el efecto de anestésicos, a Afganistán en enero de 2004.
El ciudadano alemán fue retenido y torturado en ese país asiático. Como los interrogatorios no dieron ningún resultado, Masri fue regresado a Europa en un vuelo «secreto» a fines de mayo de 2004. Por dicho caso, las autoridades alemanas y españolas abrieron pesquisas tras registrar que el Boeing 737 de matrícula N313P utilizado por la CIA hizo una escala en la isla balear de Mallorca.
Preocupación del gobierno alemán
No en vano, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmaier, expresó que lo hasta ahora conocido es «motivo de preocupación». Y, aunque Steinmaier viaja este lunes a Washington, será su homólogo Jack Straw, quien, a nombre de la Unión Europea, le pida al Gobierno de Bush una «aclaración oficial».