Recomiendo:
0

El Salvador

Sobre la Independencia del Banco Central de Reserva; un mito más de la Macroeconomía Ortodoxa Universitaria

Fuentes: Rebelión

Desde los primeros discursos hasta los análisis más complejos sostienen de forma tácita o explicita en la macroeconomía ortodoxa independencia del Banco Central respecto al gobierno; sin embargo, es necesario evaluar efectivamente la relación existente entre ambos elementos del mundo macroeconómico. Desde el punto de vista de la macroeconomía ortodoxa lo ideal es la independencia […]

Desde los primeros discursos hasta los análisis más complejos sostienen de forma tácita o explicita en la macroeconomía ortodoxa independencia del Banco Central respecto al gobierno; sin embargo, es necesario evaluar efectivamente la relación existente entre ambos elementos del mundo macroeconómico.

Desde el punto de vista de la macroeconomía ortodoxa lo ideal es la independencia del banco central respecto al gobierno, sin embargo, esta no niega que es viable la posibilidad de que ambas instituciones trabajen en conjunto en la elaboración de la política económica para lograr los objetivos económicos a corto y largo plazo haciendo uso de la política monetaria y fiscal respectivamente.

Una vez definida la relación idónea de la macroeconomía entre el BCR y el Gobierno es necesario someterla a prueba en un país periférico, no sin antes hacer hincapié en el hecho que la macroeconomía ortodoxa no está exenta del eurocentrismo, cuestión que no será discutida en este artículo pero que es necesario tener presente para mostrar la no correspondencia de los planteamientos macroeconómicos ortodoxos y la realidad salvadoreña.

La Ley Orgánica del Banco Central de Reserva se constituye sobre un considerando planteado con anterioridad «es necesario otorgar al Banco Central de Reserva de El Salvador suficiente autonomía institucional y preservar su carácter técnico, para formular y ejecutar dentro del Programa Monetario las políticas monetaria, cambiaria y crediticia que aseguren la estabilidad y crecimiento de la economía»1.

La idea de una Ley Orgánica aplicable al BCR2 es la de preservar su autonomía institucional frente al gobierno, es decir, queda claro que esta institución no dependerá del gobierno en la toma de decisiones que tengan que ver con el programa monetario del país. Sin embargo, la misma ley en el capítulo XI nos dice en el Art. 72 «El banco actuara como agente financiero del Estado». Entonces resulta lógico cuestionar ¿Qué se entiende por autonomía y en que plano es que el BCR es autónomo? ¿Esa autonomía implica capacidad de decisión en todos los temas que le competen al BCR?…

La autonomía del BCR que puede ser entendida como la capacidad de tomar decisiones, puede verse desde tres planos: político, económico y técnico; en el plano técnico es más que obvio que este es autónomo al gobierno, sin embargo, en el plano económico y político es de poner en duda tal autonomía, esto último en alusión a la reciente hecatombe política-técnica en que se ha visto involucrado el gobierno y el BCR; donde el suceso más trágico desde una perspectiva técnica es la adulteración de la información estadística, alteraciones estadísticas en el sector manufacturero, agropecuario, comercial, etc.

El hecho que el BCR tenga autonomía para definir en base a reglas internacionales homologas a los países (Sistema de cuentas Nacionales) la forma técnica de clasificar, contabilizar y sistematizar los datos («autonomía técnica») no implica que este no pueda alterar los datos subordinado a intereses políticos.

Desde el punto de vista político existe una relación de sujeción del banco central al gobierno lo cual violenta la ortodoxa perspectiva de una autonomía, el periódico digital el Faro sostiene que el BCR con respaldo del gobierno ha inflado el PIB en 14.4%, lo anterior con clara intención política. 3

No hablaremos aquí de las repercusiones económicas y políticas que esta hecatombe tendrá a futuro, que son concretas; un ratio relativamente mayor de deuda medida en relación al PIB (el Faro habla de 72%) provocara dificultad para el gobierno de acceso al endeudamiento, insostenibilidad fiscal si se elabora el presupuesto general de la nación del siguiente periodo (2017) con proyecciones infladas de crecimiento del PIB, lo que supondría una especulación de ingresos tributarios más elevados que en realidad son meras falacias y solo provocaran un mayor déficit gubernamental, además nos damos cuenta que indicadores como este último es mayor medido en términos relativos al PIB, es decir cada vez el gobierno desahorra mas, entre otras cosas…

Para un país tan pequeño que parece haberlo visto todo y sobrellevarlo es indignante no el hecho de la manipulación de los datos estadísticos sino la forma tan deliberada de hacerlo, parafraseando a un economista anónimo «son unos salvajes de las cuentas nacionales»…

El sistema de cuentas nacionales tiene muchos defectos entre los cuales destacan: utilizar un año base obsoleto (1990), el censo de población y vivienda de 1992 en lugar de actualizar los datos al del 2007, utilizar un población de 7.2 millones en lugar de 6.1 con el propósito de afirmar que al ser más el número de personas mayor es el consumo y por tanto mayor es el PIB, no es lo mismo 7.2 millones de personas que 6.1 millones en cuanto a la magnitud del consumo, esto obviamente es un factor importante que explica el crecimiento económico exacerbado que plantea el BCR por el lado del gasto, además utilizan el SCN 68 (Sistema de Cuentas Nacionales de 1968) obsoleto puesto que ya existe el SCN 93 Y 2008 que pudieran utilizarse claro esta si el interés del BCR fuera producir una base estadística sólida para el análisis del comportamiento de la economía…

Y podemos hablar de que las muestran que se toman para la elaboración de algunos indicadores estadísticos no es representativa respecto a la población total o no son calculados con regularidad sino que en muchos casos se asumen como fijos.

Entonces hasta aquí podemos concluir que la hecatombe técnico-política del BCR y el Gobierno, tendrá severas repercusiones por el hecho de engañar y violentar el derecho a conocer el comportamiento de las principales variables macroeconómicas y de la economía salvadoreña con el interés de salir mejor evaluados al tener indicadores macroeconómicos más elevados, sino que además la incapacidad que como institución muestra para el manejo fidedigno de estadísticas nacionales.

A parte de dejar en claro que en este país predomina el interés de una elite política por encima del interés común, una elite política que desde luego considera que es prioritario inflar indicadores estadísticos en lugar de sentarse y modificar el sistema de cuentas nacionales y atacar los principales problemas estructurales del SCN actual es una elite política que está dispuesta a engañar a cambio de un considerable número de papeletas y felicitaciones a la salida de su gobierno y en las elecciones venideras… Un banco central que se presta para tal engaño es un banco deshonesto que ha perdido toda credibilidad como institución autónoma incluso para el simple llenado de una encuesta…

Notas:

1 LEY ORGÁNICA DEL BANCO CENTRAL DE RESERVA DE EL SALVADOR Decreto Legislativo Nº: 746 Fecha: 22/03/1991 D. Oficial: 80 Tomo: 311 Publicación DO: 03/05/1991 Tercer Considerando.

2 Es preciso recordar que desde la Ley de Integración Monetaria el BCR pierde la capacidad de intervenir la economía mediante la política monetaria.

3  Revisar el artículo «Tres gobiernos nos han mentido: El Salvador es $3,722 millones más pobre». Jimmy Alvarado, Consultar (http://www.elfaro.net/es/201609/el_salvador/19107/Tres-gobiernos-nos-han-mentido-El-Salvador-es-$3722-millones-m%C3%A1s-pobre.htm)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.