¿Cuáles son los próximos pasos para Grecia? Panos Garganas habló con Socialist Worker sobre la eventual salida de Grecia del euro – y las tareas de la izquierda. ¿Qué supondría una salida del euro? Panos Garganas. El partido conservador Nueva Democracia y la socialdemocracia del PASOK aseguran que será una catástrofe. La verdad es que […]
¿Cuáles son los próximos pasos para Grecia?
Panos Garganas habló con Socialist Worker sobre la eventual salida de Grecia del euro – y las tareas de la izquierda.
¿Qué supondría una salida del euro?
Panos Garganas. El partido conservador Nueva Democracia y la socialdemocracia del PASOK aseguran que será una catástrofe. La verdad es que será una ruptura con la austeridad impuesta por el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. La salida puede romper con este círculo vicioso si es parte de un programa anticapitalista que vaya a cancelar la deuda y nacionalizar las bancos y ponerlos bajo control de los trabajadores. Depende de quién asuma la iniciativa. Una salida impuesta por la Unión Europea (UE) puede ser una acción punitiva. Pero si está organizada por la izquierda, por un pueblo en rebeldía, podría hacer pagar a los banqueros y sentar un precedente y una guía para los trabajadores a lo largo y ancho de Europa.
¿Y qué ocurre con el gobierno provisional?
Su único mandato es el de organizar elecciones. En realidad, se están atrincherando en sus despachos, anticipando una crisis política.El ex-jefe de personal de las Fuerzas Armadas fue designado como ministro de Defensa. El jefe de policía se hizo con el Ministerio del Interior. El consejero-jefe económico bajo el gobierno del ex-primer ministro Papandreu y Papademos es ahora ministro de Finanzas. El primer ministro es un juez. También hay figuras más a la izquierda, pero el cuadro general es un mal presagio para las luchas que están por venir. El escenario está dominado por las elecciones del 17 de Junio. Sin embargo, hubo huelgas la semana pasada. Una nueva ley impuesta por el rescate amenaza con nuevas recortes en los pagos. Los trabajadores en las industrias alimentarias y del cuero, junto a trabajadores de la imprenta y de librerías, respondieron de manera conjunta.
¿Qué es lo que refleja el voto de Aurora Dorada?
El éxito electoral de este grupo neo-nazi supuso una conmoción para millones de personas. En parte fue orquestado desde las élites. El análisis electoral muestra que casi la mitad de la policía votó a favor de los nazis. Pero hubo personas que creyeron que estaban votando para castigar a los políticos tradicionales. Pequeños comerciantes, arruinados por la crisis, le dieron un escalofriante 19% a Aurora Dorada. Una tarea urgente es aislar al núcleo duro de esta gente.
¿Qué es Antarsya?
Antarsya es la alianza de la izquierda anticapitalista, nacida de las revueltas que respondieron frente al asesinato a manos de la policía de un estudiante de 15 años en Atenas en 2008. Consiguió acercar a diferentes corrientes de la izquierda revolucionaria surgidas a raíz de la revuelta de la Politécnica contra la Junta Militar, de la nueva izquierda que rompió con el Partido Comunista cuando entró a formar gobierno junto a los conservadores griegos en 1989, estudiantes y militantes sindicales. Syriza es la coalición de la izquierda radical. Su principal componente es Synaspismos, cuyas raíces se encuentran en lo que se conoció como la izquierda «eurocomunista». Militantes de Antarsya y Syriza trabajaron codo con codo en numerosas luchas, en las huelgas y en las ocupaciones de las plazas.
¿Y qué es el SEK?
El SEK es el Partido Socialista de los Trabajadores, la organización hermana en Grecia del SWP británico. Comenzamos como un pequeño grupo en 1972 durante la dictadura y crecimos al vincularnos con las luchas estudiantiles y las respuestas obreras. Trabajamos junto a los camaradas de Synaspismos en los Foros Sociales Europeos, pero siempre insistimos en una orientación anticapitalista. Jugamos un papel crucial en la formación de Antarsya.
¿Qué forma ha tomado el reformismo griego?
Los líderes de Syriza aseguran que podemos escapar de la austeridad reformando la UE. Afirman que un gobierno de izquierdas no debería dar pasos de manera unilateral como el de la cancelación de la deuda y la salida del euro. Pretenden negociar una salida de la austeridad. Aseguran que un presupuesto con un valor añadido fortalecería la posición de Grecia en las negociaciones con sus acreedores. Esto en la práctica pospone la promesa de terminar con la austeridad hasta que el gobierno alemán y los bancos accedan a ello. Es por ello que desde Antarsya reivindicamos una izquierda anticapitalista fuerte y la continuación de las huelgas.
Carta abierta en relación a la izquierda griega Stathis Kouvelakis
Los desacuerdos no son únicamente normales, y de alguna manera, inevitables dentro de la iquierda. También pueden ser productivos asumiendo que son formulados en unos términos que no distorsionen sustancialmente las posiciones del interlocutor. En una publicación reciente del Socialist Worker se respondía a la pregunta: «¿Qué forma ha tomado el reformismo griego?» (los términos en que se plantea la pregunta me parecen ya sesgados), Panos Garganas resumió la posición de Syriza en la situación actual de la siguiente manera: «Los líderes de Syriza aseguran que podemos escapar de la austeridad reformando la UE. Afirman que un gobierno de izquierdas no debería dar pasos de manera unilateral como el de la cancelación de la deuda y la salida del euro. Pretenden negociar una salida de la austeridad. Aseguran que un presupuesto con un valor añadido fortalecería la posición de Grecia en las negociaciones con sus acreedores. Esto en la práctica pospone la promesa de terminar con la austeridad hasta que el gobierno alemán y los bancos accedan a ello. Es por ello que desde Antarsya reivindicamos una izquierda anticapitalista fuerte y la continuación de las huelgas.»
Con la excepción de la última frase, me temo que esta afirmación está bastante lejos de ser capaz de mostrar una imagen adecuada de la posición de Syriza y también de los parámetros de demarcación dentro de la izquierda radical y, de manera más amplia, en el marco de la coyuntura actual. Es verdad que la posición general de Syriza está a favor de una transformación interna de la UE, pero sobre la base de la denuncia de todos los Tratados Europeos existentes (Masstricht, Lisboa, etc…).
También es cierto que Syiriza se opone a la salida de la eurozona, aunque importantes corrientes tanto dentro de Synaspismos como de los otros grupos de este frente político (que, por cierto, también cuenta con un buen número de organizaciones significativas de la extrema izquierda griega, mayormente de origen maoísta y trotskista) están a favor de tal salida (o consideran que es una consecuencia inevitable).
Pero Syriza se ganó el apoyo de la mayoría del electorado de izquierdas, y, tal y como indica su posición de liderazgo en las encuestas de intención de voto, probablemente la de una mayoría relativa del pueblo griego en su conjunto, no por proponer esperar a una reforma de la UE o a las negociaciones para terminar con la austeridad, sino más bien porque escogieron un gobierno de unidad de todas las fuerzas de izquierda opuestas a la austeridad.
Este eventual gobierno, tal y como indica de manera repetida Alexis Tsipras, derogaría de manera inmediata el conjunto del infame marco del memorándum como su «acto fundacional». El memorándum no es negociable, afirmar lo contrario sería como «intentar negociar con el infierno» tal y como indicó Tsipras recientemente.
Sobra esta base, y la de este movimiento unilateral, un gobierno anti-austeridad demandaría una renegociación de la deuda para poder reescribir la mayor parte de la misma. Si esta demanda de renegociación de la deuda es rechazada entonces Grecia pararía de manera inmediata el pago de la deuda, declarando una moratoria que duraría todo el tiempo que fuera necesario hasta permitir una salida favorable a la renegociación, en términos parecidos a los que se produjeron en el pasado (como es el caso reciente de Argentina).
Syriza afirma que estos movimientos no implicarían una salida de la eurozona ni la interrupción de los vigentes pagos al país como parte del «plan de rescate». Los comunicados de los funcionarios de la UE y de líderes europeos augurando lo contrario son presentados como una guerra de propaganda cuyo fin es poner presión sobre el electorado y bloquear el ascenso de Syriza. Esta posición, conviene recalcar, refleja el sentir de la gran mayoría de la población griega, que rechaza la austeridad pero no quiere salir de la eurozona.
Corresponde también al hecho de que, como indica Larry Elliot en el Guardian de hace unos días: «Europa toma forma cuando se trata de asegurar que el electorado vote el camino ‘correcto». Es cierto, sin embargo, que parece extremadamente improbable que la UE, representando los intereses de los acreedores de Grecia, y más ampliamente los del capital financiero europeo, no vaya a reaccionar a la salida unilateral del marco de la austeridad del memorándum. Afirmaciones recientes de los líderes de Syriza muestran una conciencia de la necesidad de tal plan contingente, pero sus líneas permanecen muy poco claras, puesto que implicaría casi inevitablemente la salida del euro y la cancelación del pago de la deuda.
Las dos posibilidades lógicas que aparecen, si Syriza gana las elecciones del 17 de Junio y lidera el siguiente gobierno, son por un lado claudicar e incumplir su compromiso de derogar el memorándum, lo que supondría un desastre difícilmente mitigable tanto para Syriza como para el conjunto de la izquierda radical griega (y más aún para el pueblo griego), o por otro lado comprometerse en una prolongada batalla que, con seguridad, llevaría a resultados que van mas allá de los objetivos actuales que presenta Syriza.
Esto conformaría, en mi opinión, un patrón histórico bastante común de procesos de cambio político y social, donde las dinámicas de la situación, animadas por supuesto por la presión de la movilización popular, empuja a los actores (o por lo menos a algunos de ellos) más allá de sus intenciones iniciales. Esto es lo que asusta más a las fuerzas dominantes en Grecia y en Europa y explica la campaña histérica contra Syriza y contra la perspectiva abierta de su posible llegada al poder.
Lo que está en juego en esta batalla es inmenso, probablemente la más significativa que hayamos tenido en Europa desde la Revolución de los Claveles en Portugal. En tal contexto, todas las fuerzas de la izquierda radical deberían trabajar juntos de la manera más cercana posible, no únicamente en el terreno de las luchas y las movilizaciones, lo que supone un indispensable punto de partida, pero también políticamente, para ayudar a la radicalización de la situación y para desencadenar todo su potencial.
Polémicas estériles, reiterando los patrones demasiado familiares de «desenmascarar al enemigo reformista», deberían ser evitados en favor de una discusión fraternal, que incluya por supuesto clarificaciones a fondo de las desavenencias reales y bienvenidas entre las fuerzas de nuestro campo. Nuestras responsabilidades son enormes, millones de personas progresistas tienen sus ojos puestos en Grecia, como identificativo y como lugar para la esperanza, y para la posibilidad concreta de una tan esperada victoria popular.
Traducción: Iván Molina para VIENTO SUR
Fuente: http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=5288