El rescate de la troika a Grecia ha sido un mal negocio para el país helénico. Su presupuesto no ha variado significativamente, ya que la ayuda ha ido a parar principalmente al servicio de la deuda y al refinanciamiento de su maltrecho sector bancario. Sólo 9.700 millones de los dos primeros rescates a Grecia, un […]
El rescate de la troika a Grecia ha sido un mal negocio para el país helénico. Su presupuesto no ha variado significativamente, ya que la ayuda ha ido a parar principalmente al servicio de la deuda y al refinanciamiento de su maltrecho sector bancario.
Sólo 9.700 millones de los dos primeros rescates a Grecia, un 5% del total, fue a parar al presupuesto público griego. El resto fue para obligaciones de la deuda, es decir para la banca y los inversores privados. Lo ha divulgado el medio alemán Handelsblatt, que cita un estudio del European School of Management and Technology (DIW, por sus siglas en alemán) que ha examinado el destino de cada céntimo del dinero «prestado» a Grecia.
El dictamen es que los rescates fueron mal diseñados por los agentes de la troika formada por BCE, FMI y Comisión Europea. Su prioridad, dicta el estudio, fue salvar a la banca y a los inversores privados, no al pueblo griego.
Según Handelsblattm, 86.900 millones fueron usados para el pago de viejas deudas, 52 mil se destinaron al pago de intereses, otros 37 fueron destinados al pago de atrasos y casi 30 sirvieron para recapitalizar los bancos griegos.
Dicho medio ha analizado los dos primeros rescates, el firmado por el primer ministro Yorgos Papandréu en mayo de 2010 y el segundo, firmado en marzo de 2012 por su sucesor, Lukás Papadimos. El monto final de cada uno de los rescates fue de 248.300 millones, de los cuales han sido abonados alrededor de 216.000.
La conclusión del instituto DIW es que «Grecia estará en mejor posición si se hubiese producido una reestructuración de la deuda al comienzo de la crisis en 2010, y se hubieran evitado muchos problemas para Grecia y para la UE en su conjunto», según cita el medio alemán. Este tipo de ayuda hubiera sido favorable para los intereses de los pequeños contribuyentes tanto de Europa como del país helénico, aunque el instituto DIW reconoce que eso hubiera supuesto que Alemania tendría que haber ayudado a sus propios bancos de forma directa.
Las ayudas a los bancos griegos, no obstante, no han servido para limpiar los balances de las entidades, explica el medio Handelsblattm. El tercer rescate de Grecia, firmado por Alexis Tsipras tras el acuerdo firmado en julio de 2015, ha supuesto otra ronda de financiación de la banca griega que se estima en 25.000 millones. Sólo 300 de este tercer acuerdo irá al presupuesto público del país.