A pesar del masivo despliegue policial que virtualmente militarizó la ciudad durante una semana y a un costo estimado de entre 1,3 y 1,8 millones de euros, más de 7000 manifestantes marcharon hoy desde la plaza principal de Malmö hasta las inmediaciones de la Sala Báltica en la que se jugaba el partido de ténis […]
A pesar del masivo despliegue policial que virtualmente militarizó la ciudad durante una semana y a un costo estimado de entre 1,3 y 1,8 millones de euros, más de 7000 manifestantes marcharon hoy desde la plaza principal de Malmö hasta las inmediaciones de la Sala Báltica en la que se jugaba el partido de ténis de Copa Davis entre Suecia e Israel..
«La gente en Gaza es bombardeada sin que el responsable, Israel, sea juzgado. Ya decíamos que este partido de tenis era el partido de la vergüenza. Y aún lo es,» dijo Ann-Sofie Jakobsson, miembro de la red «Paremos el partido» que organizó la marcha.
La manifestación, que comenzó a las 11 de la mañana con discursos del dirigente del Partido de Izquierda Lars Ohly y el ex-dirigente verde y activista por Palestina Per Garthon, salió una hora más tarde hacia el estadio de fútbol de Malmö, dentro del área de 20 hectáreas cercada por la policía desde el domingo pasado.
Al llegar la manifestación al estadio, unos seis o siete vehículos antidisturbios traídos especialmente desde Dinamarca trataron de marchar al lado del nutrido bloque de activistas autónomos, compuesto por varios cientos de personas. Éstos respondieron con bombas y bengalas, y unos minutos más tarde, con una masiva carga hacia el camino que da a la Sala Báltica, que fué repelida por la policía la que más tarde hizo un compacto cerco alrededor de toda la manifestación.
Según el diario local Sydsvenskan, unos 91 manifestantes que se demoraron en retirarse, fueron detenidos a unas pocas cuadras del estadio y luego llevados en autobuses a las afueras de Malmö. Entre los detenidos habían decenas de niños y hasta personas adultas. Contrario a las aseveraciones de estos medios, no hubo incidentes violentos entre este grupo y la policía, sino que se trató de una especie de emboscada preventiva.
Hacia las cinco de la tarde, grupos de policías de civil recorrían las inmediaciones de la Plaza Möllevången en el centro de Malmö en busca de activistas.