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Grecia

Syriza no quiere la salida de la zona euro sino luchar por otra política europea desde dentro

Fuentes: Mundo Obrero

Uno de los eslóganes centrales de la campaña electoral de SYRIZA fue «Enviar un mensaje a Europa». Creemos que los resultados de las elecciones griegas del 6 de mayo llevaron ese mensaje no sólo a Europa sino a todo el mundo. Desde hace dos años, han convertido a Grecia en un laboratorio social para la […]

Uno de los eslóganes centrales de la campaña electoral de SYRIZA fue «Enviar un mensaje a Europa». Creemos que los resultados de las elecciones griegas del 6 de mayo llevaron ese mensaje no sólo a Europa sino a todo el mundo.

Desde hace dos años, han convertido a Grecia en un laboratorio social para la aplicación de las más severas medidas de austeridad llevadas a cabo en Europa, como condiciones para los acuerdos de rescate. Se supone que estas medidas fueron concebidas para permitir que Grecia recurriera a los mercados de obligaciones (bonos) en el 2012, mientras la que recesión debería haberse parado desde el último trimestre de 2011. Sin embargo, los resultados de la estrategia de la troika resultaron ser un absoluto fracaso por dos razones.

Por una parte, el desastre que se ha producido en la economía griega está directamente vinculado a las polítias de austeridad impuestas. A finales de 2012, Grecia habrá perdido más del 20% de su PIB desde 2009, mientras que el desempleo habrá superado la barrera del 22% con más de 1,2 millones de parados.

Esta recesión sin precedentes, deliberadamente inducida por la troika en el contexto de la estrategia de «devaluación interna», ha llevado a la rápida disminución de la actividad económica y la erosión de la base tributaria, por lo que el objetivo de consolidación fiscal y de reducción de la deuda pública griega es casi imposible.

Por otra parte, Grecia ha experimentado una devastación social durante estos dos años de austeridad. El desempleo juvenil se eleva al 54% (!), Mientras que miles de jóvenes griegos -la mayoría de ellos altamente cualificados- emigran al extranjero con la esperanza de encontrar un trabajo, miles de personas sin hogar han inundado las calles y las plazas de Atenas, y nos hemos familiarizado con la imagen de gente buscando comida en la basura.

En tal situación es absolutamente racional la decisión del pueblo griego para apoyar el programa de SYRIZA que cuestiona el acuerdo de rescate.

Una de las amenazas más empleadas por los adversarios de SYRIZA, utilizada para aterrorizar a los griegos de cara a las votaciones del 17 de junio, es que si SYRIZA rompe con el acuerdo de rescate, Grecia tendrá que salir de la Eurozona y volver al dracma. Desde nuestro punto de vista, este es un dilema construido y utilizado en función de los intereses políticos de nuestros numerosos adversarios.

Decenas de analistas económicos, comentaristas, periodistas y funcionarios de la Unión Europea han advertido de que una posible salida de Grecia de la Eurozona costaría mucho más dinero que un cambio de la estrategia europea, por lo que esto conlleva enfrentarse con la crisis de deudas de la Eurozona. Sobre todo, en una coyuntura en que otros países de la Eurozona están en una frágil posición económica y en que el sector bancario sólo sobrevive con financiación pública y del Banco Central Europeo. En este contexto la salida de Grecia sería un desastre para la economía mundial y acabaría con la desarticulación de la Eurozona.

Una de las razones de nuestro total desacuerdo con la estrategia europea de hacer frente a la crisis de la deuda mediante la aplicación de políticas de austeridad, es que por este camino, la zona del euro va hacia la desintegración, ya que uno tras otro, todos los países que enfrentan una crisis de esa índole son empujados al borde de la quiebra. La única solución viable para salir de la crisis es un giro radical desde la política de austeridad a una de crecimiento. Para SYRIZA salir de la Eurozona por voluntad propia no es la estrategia adecuada para la Izquierda Europea. Creemos que participando en la Eurozona hemos obtenido una importante arma de negociación para luchar por cambiar el equilibrio de fuerzas y combatir la presión capitalista de una manera mucho más eficiente.

Evitar la división
de la clase trabajadora

Por lo tanto, nosotros no compartimos la estrategia que sugiere el abandono de la Zona Euro y la devaluación de la moneda nacional para mejorar la competitividad ya que si Grecia devaluara el dracma y España hiciera lo mismo con la peseta, y Portugal con el escudo, estallaría una guerra monetaria en la que la víctima, una vez más, sería la clase trabajadora. Más aún, en el actual equilibrio de fuerzas, una salida de Grecia -o de otro país del Sur de Europa- de la zona euro no sólo sería ineficaz y «conservadora» sino peligrosa. Significaría una vuelta a una moneda nacional depreciada que incrementaría la deuda pública y privada creada en euros, además de la reducción real de los salarios y pensiones y llevaría un enorme vuelo del capital que aumentará las dificultades fiscales y de divisas haciendo inevitable tener que recurrir al FMI.

Y lo que es aún peor, aumentaría la división no sólo entre la clase obrera dentro del país sino en relación con la clase trabajadora de otros países europeos en beneficio del populismo y la extrema derecha.

En cualquier caso, en este período tan crítico los griegos y SYRIZA realmente necesitan la solidaridad del pueblo español, porque nosotros sabemos muy bien que esta lucha que está teniendo lugar ahora mismo en el Sureste de Europa, no afecta únicamente a los intereses del pueblo griego sino a los pueblos de toda Europa.


Gabriel Sakellaridis , Economista y miembro del Comite Central de Synaspismos

Publicado en el Nº 249 de la edición impresa de Mundo Obrero Junio 2012

Fuente: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=1878&sec=2&aut=399