
La política agresiva comenzó con China, siguió con Canadá y México, continuó con la reciente capitulación de la Unión Europea y ahora se cierne sobre la principal potencia regional de Latinoamérica. Detrás del conflicto están el robustecimiento de los BRICS y la posible condena a prisión de un aliado del presidente de Estados Unidos: Jair Bolsonaro.