
En los últimos años, El Salvador ha experimentado un cambio drástico en su política de seguridad, encabezado por el presidente inconstitucional, Nayib Bukele. A través del Régimen de Excepción, su administración ha implementado medidas que han sido señaladas a nivel nacional e internacional como estrategias de represión y control social, limitando profundamente los derechos y libertades de la población.