Para los días 13 y 16 de febrero está prevista, la realización en Lima, de la III Cumbre de América del Sur y Países Árabes, que tendrá lugar por segunda vez en nuestra región. Como se recuerda, la primera cita constitutiva de este mecanismo de integración e intercambio, tuvo lugar en Brasilia en el 2005 […]
Para los días 13 y 16 de febrero está prevista, la realización en Lima, de la III Cumbre de América del Sur y Países Árabes, que tendrá lugar por segunda vez en nuestra región.
Como se recuerda, la primera cita constitutiva de este mecanismo de integración e intercambio, tuvo lugar en Brasilia en el 2005 y despertó un gran interés en los dos continentes así relacionados.
Se prevé la concurrencia de 12 delegaciones de América del sur y 22 de los Países Árabes, encabezadas por Jefes de Estado y de Gobierno que intercambiarán impresiones referidas a una agenda cargada de preocupaciones económicas, sociales y políticas.
En una primera parte del evento los Cancilleres tentarán hallar puntos de coincidencia que permitan arribar a conclusiones unánimes en torno a las cuestiones fundamentales del debate. Luego, ya el día 16, los más altos representantes de todos los países procurarán los acuerdos finales.
Los sucesos de hoy en Egipto, y los recientes ocurridos en Túnez, han despertado inquietud en torno al evento. No propiamente a su realización, sino a la presencia que pudiesen tener en él autoridades reconocidas de esos países.
Con relación a América del sur, en principio han confirmado su asistencia delegaciones de todos los países en su más alto nivel. Los representantes más esperados serán, ciertamente, los mandatarios de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil, ligados mayoritariamente al Alba, y que y tienen jugosas propuestas de intercambio comerciales con los Países Árabes, sobre todo en materia energética, agrícola y comercial.
Hace algunas semanas, más precisamente cuando asumió sus funciones la presidente de Brasil, Dilma Rouseff, aseguró que en el marco de este evento tendría una entrevista especial con el mandatario venezolano, el Comandante Hugo Chávez Frías quien precisamente en estos días cumple doce años de su primera victoria electoral en la patria de Bolívar.
La entrevista entre el mandatario Venezolano y su par brasileña, han concitado un gran interés por cuanto que las decisiones que adopten en su compromiso, tendrán innegable incidencia en la región.
Los presidentes de Bolivia y Ecuador, aprovecharán la cita, sin duda, para fortalecer su imagen en la región.
Evo Morales, recientemente se vio afectado por una crisis derivada del alza en los precios del combustible; y Rafael Correa debió enfrentar exitosamente un motín sedicioso orquestado en septiembre del año pasado, desde los estamentos policiales por segmentos contrarrevolucionarios que operan en el Guayas.
Esta vez, aislados y en derrota, se verán los presidentes de Chile, Perú y Colombia, que constituyen en el sur del continente americano una suerte de logia que mira con deleite a Washington y busca acuerdos vinculados al ALCA o a la cooperación nortina, que cada vez tiene menos fuerza en la región.
Estos países buscarán hacer contrapeso, sumándose en el escenario más amplio, a los gobiernos más reaccionarios del mundo árabe: Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes.
El crecimiento de la influencia musulmana en Argelia y en Sudán, así como los problemas que afectan a la antigua población del Adén; tendrán sin duda innegable influencia en el análisis que hagan las delegaciones que se citan en Lima.
La incógnita, ciertamente, asoma vinculada a Túnez y a Egipto, dos países en los que nadie sabe a ciencia cierta quién estará en el gobierno cuando tenga lugar la cita de Lima.
Cualquier sea, sin embargo, el desenlace de la crisis que hoy los remece, es claro que su estructura de Poder luce resquebrajada y ello genera una fuente de inestabilidad que preocupa a los don continentes.
Resultará interesante conocer con más precisión el juego de Washington con relación a esta cita. Y es que los sucesos del norte de Africa han debilitado su influencia, pero también han permitido cuestionar los modelos de dominación impuestos a partir de sus recetas en los países en vías de desarrollo.
La administración Obama tendría que tener una postura ingeniosa para evitar una mayor crisis en su esquema de dominación. Pero esa no parece ser la carta que jugará Hillary Clinton, para quien la cita de Lima reviste un cierto carácter secundario.
En nuestra capital, el gobierno del Presidente García ha anunciado «medidas especiales» de control social, lo que implica la movilización de no menos de veinte mil efectivos encargados de tareas de «vigilancia» y «seguridad» en el marco del evento.
Gustavo Espinoza M. Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera
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