«Completar la devolución [la transferencia] de las competencias de Policía y Justicia al Ejecutivo del Norte demostrará claramente a los ‘disidentes republicanos’ que ellos no tienen sitio en la Irlanda del Norte de hoy», ha declarado Shaun Woodward , Ministro británico para Irlanda del Norte. Esa fue su respuesta al caos sembrado el lunes en […]
«Completar la devolución [la transferencia] de las competencias de Policía y Justicia al Ejecutivo del Norte demostrará claramente a los ‘disidentes republicanos’ que ellos no tienen sitio en la Irlanda del Norte de hoy», ha declarado Shaun Woodward , Ministro británico para Irlanda del Norte. Esa fue su respuesta al caos sembrado el lunes en Belfast y Lurgan por los disidentes: varios coches incendiados y 37 amenazas falsas de bomba, que obligaron a cortar varias vías e incluso a evacuar el colegio de primaria de St. Aidan, con 350 alumnos.
«La devolución de la Justicia y la Policía es la mejor forma de responder a los disidentes», afirmó el Ministro según titula el diario Irish Times. Y es que los atentados mortales cometidos por los disidentes los días 7 y 9 de marzo no han impedido que el proceso de devolución siga su curso. El 12 de marzo la Cámara de los Lores aprobó el proyecto de Ley de transferencia del poder judicial y del control policial del Gobierno de Londres al Ejecutivo Belfast , una norma que ya había sido aprobada por la Cámara de los Comunes el día 4. Westminster respondió entonces a los terroristas con un mensaje claro: más poderes para Irlanda del Norte.
Woodward declaró ante la Asamblea de Stormont el pasado martes: «Puede haber un pequeño grupo de criminales que sea capaz de organizar estos cobardes atentados, pero ellos no pueden desbaratar el extraordinario progreso político que está tan profundamente arraigado aquí».
Por su parte, Paul Goggins , ministro de estado [viceministro] para Irlanda del Norte, informó de que el número de católicos en la Policía norirlandesa (PSNI) se ha incrementado hasta alcanzar ahora el 26%, como resultado del plan de reclutamiento 50:50 que persigue la paridad entre católicos y protestantes. Y se alcanzará un 30% de católicos en 2011 cuando culmine este plan de reclutamiento.
Obviamente, esa Policía está lejos de ser paritaria todavía. Otra cuestión es que pueda dejar de ser sectaria y eso dependerá en gran parte del control político que empezará a ejercer en unos meses un gobierno no-sectario como es el de Stormont, donde comparten el poder unionistas y republicanos/nacionalistas, esto es, protestantes y católicos. El objetivo último es que en los barrios nacionalistas (católicos) se perciba a la PSNI no como una mutación de la RUC (de terrible recuerdo) con distintas siglas, sino como un cuerpo de seguridad democrático, no excluyente y de todos. Y eso necesita tiempo.