Los últimos acontecimientos ocurridos en aguas marítimas rusas y que han sido violadas por embarcaciones de buques procedentes de Ucrania, huele a un hecho oscuro, premeditado y de provocación hacia Rusia, rompiendo con el derecho internacional y generando una escalada de tensiones, de incalculables consecuencias en el corto plazo. Producto de este accionar, tres militares […]
Los últimos acontecimientos ocurridos en aguas marítimas rusas y que han sido violadas por embarcaciones de buques procedentes de Ucrania, huele a un hecho oscuro, premeditado y de provocación hacia Rusia, rompiendo con el derecho internacional y generando una escalada de tensiones, de incalculables consecuencias en el corto plazo.
Producto de este accionar, tres militares rusos quedan heridos, pero fuera de peligro. A raíz del intercambio de disparos 3 militares ucranianos quedaron heridos, sin consecuencias fatales, siendo aún las informaciones un tanto confusas al respecto.
Todo esto, que parece un hecho muy grave y provocativo, cuyo gestor militar principal es el propio presidente Poroshenko, que busca revertir en su favor los malos resultados obtenidos en las encuestas, que además lo ubican en el tercer lugar de la preferencia para las elecciones del 2019 y con un gobierno que ya no lo apoya un 77% de los encuestados.
Los buques ucranianos realizan maniobras navales no permitidas y peligrosas en el estrecho de Kerch. La violación de aguas marítimas rusas se produjo a las 19 horas del domingo 25 del presente mes, buscando realizar acciones ilegales en las aguas territoriales con soberanía rusa.
Fuentes de prensa diversa, indican que los ucranianos carecían del conocimiento legal, para poder desplazarse en territorios marítimos que le estaban prohibidos. De allí que las embarcaciones fueron detenidas y apresadas por efectivos militares rusos.
Mientras tanto, el centro de relaciones públicas del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) ha manifestado que cuenta con pruebas irrefutables de la preparación por Kiev y realización por parte de la Armada ucraniana de acciones provocativas en la zona del mar Negro, mar de Azov y el estrecho de Kerch.
«Hay evidencias irrefutables de la preparación y realización por parte de Kiev de las provocaciones mediante la Armada de Ucrania» en esta zona, reza el comunicado. «Estos materiales pronto se harán públicos«, han afirmado.
Ahora las autoridades ucranianas, cuentan con toda la información pertinente de los artículos 19 y 21 paro el paso de buques ucranianos a territorio marítimo ruso, de acuerdo con lo establecido en la Convención de la ONU sobre derechos del mar. Al respecto el Consejo de Seguridad de la ONU, espera reunirse este lunes, a petición de Rusia, para entregar la información pertinente, ante las provocaciones de Ucrania, en aguas territoriales rusas.
El pasado 22 de noviembre, el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, afirmó al diario Kommersant que el acuerdo ruso-ucraniano sobre el mar de Azov y el estrecho de Kerch es indefinido y carece de cláusula de denuncia. Por esa razón, según Karasin, en ese mar no está vigente la convención de derecho marítimo de la ONU de 1982. El viceministro opinó que, desde marzo de 2014, Rusia «tiene derecho a poner en práctica su soberanía» en ese estrecho. Karasin afirmó además que Rusia garantiza el derecho de Ucrania a emplear ese lugar de paso para los buques mercantes, «pero no para los buques de guerra» o de terceros países, expresó Karasin.
Lo acontecido refleja un acto más de hostilidades ilegal de parte de las autoridades ucranianas, generando un clima de tensión que ha significado la suspensión temporal del tránsito por aguas territoriales rusas.
Los primeros destellos que llegan a la prensa europea con respecto al conflicto buscan mostrar a Ucrania como país agredido, sin hacerse responsable de la violación de las aguas marítimas rusas, de parte de navíos ucranianos y haciéndose eco de lo que escribían los marineros ucranianos a través de Facebook.
Con respecto a estos hechos los más probable es que la prensa occidental, alineadas con las políticas genocidas y guerreristas de EE.UU., busque sacar partido del conflicto y desatando todo tipo de especulaciones y montando una nueva campaña mediática y de sanciones contra Rusia.
La cancillería ucraniana emite un comunicado un tanto sospechoso y que llama la atención y que dice… «llamamos a nuestros aliados y socios a tomar todas las medidas necesarias para contener al país agresor, entre ellas imponer nuevas sanciones y recrudecer las actuales, así como proporcionar a Ucrania ayuda militar para defender la integridad territorial y la soberanía de Ucrania», dice el comunicado, en otras palabras, esto se podría interpretar como un llamado a la guerra, buscando involucra a terceros países.
Ante la crisis producida, las autoridades ucranianas después de su aprobación en el parlamento esperan establecer el «estado de excepción» durante 60 días, con el objeto de contrarrestar cualquier amenaza rusa. Lo que significa que el presidente Poroshenko contara con facultades especiales, para tomar decisiones, en un estado permanente de agresiones hacia Rusia.
Rusia se opone a la militarización del mar de Azov y al ingreso de Ucrania en la OTAN. El 22 de noviembre, el Parlamento de Ucrania votó por modificar la Constitución para fijar en ella el rumbo político proatlantista y proeuropeo del país. Sin embargo, diversos países que forman parte de la OTAN se oponen al ingreso de este país, en una alianza que se encuentra en crisis, por sus disputas financieras con Estados Unidos.
Ahora que se puede esperar de un mandatario como Poroshenko, cuando su pueblo se distancia de él, cae su popularidad producto del deterioro de las condiciones de vida de los ucranianos, bajo su gestión. ¿Qué se puede esperar de un Poroshenko cuyo circulo más cercano es acusado de corrupción y de estar ligado al crimen organizado y con estrechos vínculos con el clan Trump-Kushner?, de allí esta provocación peligrosa y con aires de complot contra Rusia.
Eduardo Andrade Bone, Analista Político, Comunicador Social, Corresponsal de Prensa AIP .
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