Los permisos de exportación de materiales bélicos otorgados a los países de la Unión Europea han alcanzado el récord de 40,3 mil millones de euros: es un aumento del 20,1% con respecto al año anterior (33,5 mil millones de euros). Los destinos principales de los armamento han sido los países del Sur del mundo (53%) […]
Los permisos de exportación de materiales bélicos otorgados a los países de la Unión Europea han alcanzado el récord de 40,3 mil millones de euros: es un aumento del 20,1% con respecto al año anterior (33,5 mil millones de euros).
Los destinos principales de los armamento han sido los países del Sur del mundo (53%) y especialmente Oriente Medio (9,6 mil millones). Son lo datos que extraemos del «XII Informe sobre control de las exportaciones de tecnología y equipos militares» publicado ayer en el Boletín Oficial de la UE. El informe ha salido con cierto retraso y, a pesar de ofrecer numerosos datos, también presenta graves carencias, pues algunos de los mayores exportadores no han proporcionado informaciones sobre las entregas efectivas de armamentos. Sobre todo, el informe carece de análisis y evaluaciones.
Los mayores exportadores
Por lo que concierne los permisos (licences) a la exportación de materiales militares que también incluyen los «programas intergubernamentales» (que suelen ser contabilizados a parte por los informes nacionales), Francia se confirma como el exportador principal de la Unión en 2009 (12,7 mil millones de euros frente a los 10,6 mil millones de 2008), seguida por Italia (6,7 mil millones; en 2008 fueron 5,6 mil millones), que supera Alemania (5 mil millones en 2009; 5,8 mil millones en 2008), el Reino Unido (3,5 mil millones) y España (3,2 mil millones): estos cinco estados representan más de las tres cuartas partes de las exportaciones militares de la UE en 2009. También se registra un fuerte aumento de los permisos a la exportación militar para Austria (más de 2,2 mil millones; fueron 946 millones en 2008), Polonia, (1,4 mil millones; fueron 368 mil millones en 2008), los Países Bajos (1,3 mil millones) y Suecia (1,1 mil millones). Al contrario, bajan los de Bélgica (1,1 mil millones). Menos consistentes, pero en fuerte aumento, las exportaciones de la República Checa (390 millones), Dinamarca (252 millones), Grecia (227 millones), Romanía (165 millones) y hasta Malta, que llega casi a registrar 134 millones de euros (frente a los 3,2 millones en 2008).
Imposible, por otro lado, conseguir del informe los datos detallados de las entregas efectivas (exports) de armamento de los países de la Unión. Una nota muy breve a introducción de las más de 390 páginas de tablas, avisa que Bélgica, Dinamarca, Alemania, Polonia, Grecia, Irlanda y Reino Unido «no pudieron proporcionar estos datos» y que por lo tanto, los totales de las entregas «no reflejan las exportaciones efectivas de armamentos de la Unión». Es una falta grave, sobre todo si tenemos en cuenta que las «líneas guía» para la redacción del Informe fueron definidas hace más de diez años y reiteradas hace dos, con la implementación de la nueva Posición Común (2008/944/PESC pdf). Que las exportaciones efectivas de armamentos no hayan sido comunicadas por parte de dos de los mayores exportadores europeos e internacionales de materiales militares (Alemania y Reino Unido) seguramente no se debe a «problemas técnicos»: es claramente una decisión política, de la que se tendría que solicitar rendición de cuentas a los respectivos gobiernos.
La falta de entrega de informaciones sobre las exportaciones según las 22 categorías de sistemas militares, definidas por la Unión, es igualmente grave por parte de Francia, Italia y Suecia: Francia e Italia no ha proporcionado los datos sobre las entregas divididos por categoría, sino solo los totales de sus exportaciones, mientras que Suecia no ha entregado ni siquiera los relativos a los permisos (licences). Al tratarse de países que, además de ser los mayores exportadores europeos de armamentos, han suscrito acuerdos importantes y comunes para la producción y el intercambio de materiales militares, deberían -también bajo requerimiento de los respectivos parlamentos- comprometerse a proporcionar cuanto antes todas las informaciones que los mismos gobiernos hace tiempo, han acordado como necesarias para una mayor transparencia y confianza mutua. A pesar de la ausencia de estas informaciones, las exportaciones de armamentos efectivas de los países de la Unión, también han crecido en 2009: teniendo en cuenta solo los países que han entregado los datos en los dos últimos años, se trata de más de 10,2 mil millones de euros, que representan un aumento del 21% con respecto al año 2008.
Destinos geopolíticos de exportación
Analizando atentamente la cantidad de datos presentes en el Informe de la Unión, hace falta señalar sobre todo una incongruencia (¿un error?): en las tablas al final del Informe, la suma de los totales de las exportaciones (licences) de los países de la Unión para las 13 regiones geopolíticas de destino (36,5 mil millones de euros) no corresponde a la cifra proporcionada como total de las «exportaciones mundiales» (Worldwide), o sea 40,3 mil millones de euros. Lo cual puede comprometer la precisión de la comparación de las exportaciones de armamentos por destinos geopolíticos.
Adoptando aquí como dato de comparación no el total mundial (Worldwide), sino la suma de los totales de las regiones de destino individualmente (36,5 mil millones de euros), hay que subrayar que los permisos de exportación de armamentos europeos hacia los países del Sur del mundo superan los permisos hacia los países del hemisferio Norte (América del Norte, la Unión Europea y otros destinos, incluida Turquía, Oceanía y Japón): se trata de casi 19,5 mil millones de euros de exportaciones hacia los países del Sur del mundo (el 53,3%) comparados con poco más de 17 mil millones de euros hacia los del Norte (46,7%). El dato es aún más significativo (y preocupante, por varios aspectos) si tenemos en cuenta que las transferencias intracomunitarias de armamentos han bajado de los 10,6 mil millones de euros de 2008, a los 9,6 mil millones de 2009, mientras que las transferencias destinadas a Oriente Medio, una de las zonas más tensas del planeta, se han casi duplicado, pasando de los 4,9 mil millones del año 2008 a los más de 9,6 mil millones del 2009.
También se han reducido de casi la mitad las exportaciones militares hacia otros países del continente europeo (de los 3 mil millones de 2008 a los 1,6 mil millones del año 2009), mientras que se duplican las destinadas a los países del Norte de África (de 985 millones a 2 mil millones) y casi triplican las destinadas a los países del centro y sur de América (de 807 millones a 2,3 mil millones). El análisis de largo plazo (nunca presentado por los informes europeos y mucho menos por los Institutos de investigación nacionales, a menudo al servicio de las industrias militares) también muestra que la Unión Europea percibe menos de una tercera parte de las exportaciones de los estados miembros, mientras que del año 2002 al 2009, en el promedio, casi la mitad (el 46,8%) de los permisos de exportación de armamentos europeos ha sido destinada a los países del Sur del mundo.
El informe no ofrece ningún comentario sobre este dato que, al contrario, tendría que ser evaluado atentamente por los parlamentos nacionales sobre todo teniendo en cuenta las políticas destinadas a facilitar las transferencias de armamentos que los países de la Unión tienen que integrar en sus legislaciones a partir del junio próximo. La comprensible necesidad de homogeneizar las normativas y facilitar las exportaciones de materiales militares dentro de la Unión no tiene que convertirse en un relajamiento de los controles sobre los destinatarios finales de las armas, que son principalmente los países del Sur del mundo.
El actual debate sobre la cancelación del embargo de armamentos a China también parece ser motivado por puras lógicas comerciales, a pesar de los principios definidos por la Posición Común de la UE sobre la exportación de armamentos, que demanda que los estados de la Unión «impidan la exportación de tecnología y equipamientos militares que puedan ser utilizados para la represión interna o la agresión internacional, o contribuir a la inestabilidad regional».
Finalmente hay que señalar que en 2009 han seguido las exportaciones de armamentos de los países de la Unión Europea hacia estados sujetos a embargo, China entre ellos: se trata de 209 millones de euros de permisos, la mayoría de ellos atribuibles a Francia (199 millones) que ha autorizado las exportaciones hacia Pequín para «aviones o velívolos militares» (84 millones) y «equipos para la visión de imágenes o de contramedida» (95 millones). Esto también parece un simple dato estadístico a los funcionarios de la Unión, sobre el cual no se expresa ningún comentario.
En suma, se trata de un informe lleno de datos y cifras, pero extremadamente desprovisto de análisis y evaluaciones. Un hecho al que los Gobiernos y parlamentos nacionales, así como el Parlamento europeo, deberían remediar pronto, si no queremos que la exportación de armamentos siga constituyendo un simple dato estadístico, y también para ejercer de forma concreta aquella «particular responsabilidad que recae sobre los Estados miembros exportadores de tecnología y equipamientos militares» solicitada por las Posición Común de la Unión Europea.
Artículo original en: http://www.unimondo.org/Notizie/UE-record-di-40-miliardi-di-export-di-armamenti-nel-200