Un grupo de unos 200 intelectuales, procedentes sobre todo del ámbito universitario pero también del mundo de la escritura, el teatro y el cine, presentaron hoy en Madrid un llamamiento para pedir a los ciudadanos españoles que voten en contra de la Constitución Europea en el referéndum convocado por el Gobierno el próximo 20 de […]
Un grupo de unos 200 intelectuales, procedentes sobre todo del ámbito universitario pero también del mundo de la escritura, el teatro y el cine, presentaron hoy en Madrid un llamamiento para pedir a los ciudadanos españoles que voten en contra de la Constitución Europea en el referéndum convocado por el Gobierno el próximo 20 de febrero. En el documento, denuncian que ésta no es «un paso adelante» en lo que a democracia se refiere y subrayan la necesidad de que se produzca un «debate» sobre su contenido puesto que los ciudadanos no pudieron participar en su elaboración.
Según sus firmantes, hay que «unir esfuerzos a escala europea» con el fin de «hacer frente a la deslocalización de empresas y a la especulación financiera, a la crisis ecológica y a la carrera armamentista, a la desigualdad entre géneros y a la brecha creciente entre el norte opulento y el sur y el este empobrecidos». El texto constitucional, que es en realidad «un tratado entre Estados que refuerza a estos», en palabras de Javier Sadaba, «intenta blindar al núcleo antidemocrático y antisocial que ha marcado el proceso de integración».
En este sentido, denuncian que «no comporta ruptura alguna con los métidos tecnocráticos practicados hasta ahora por la Unión» y subraya que «la derecha conservadora dominó el funcionamiento de la Convención encargada de redactar las versiones iniciales del proyecto». Así, critican que apenas hubo debate y que «las enmiendas más avanzadas desde un punto de vista social y democrático fueron rechazadas».
«Los objetivos sociales y ambientales quedan reducidos a simple retórica y la Carta de Derechos Fundamentales se inserta como un adorno destinado a causar las menores molestias posibles», subraya el texto del llamamiento, haciendo especial hincapié en que «no se facilita la armonización fiscal o laboral» y «no se garantiza la defensa de los servicios públicos frente a las leyes de mercado ni una política ecologista coherente».
Según Sadaba, la Constitución «se ha hecho por encima de nuestras cabezas», sin contar con los ciudadanos. Además, añadió, «Europa está en manos de gente muy conservadora» y «el fenómeno Buttiglione no es accidental», dijo, en referencia al italiano Rocco Buttiglione quien había sido designado inicialmente comisario de Libertades pero cuyas declaraciones homófobas y machistas provocaron el rechazo del Parlamento Europeo.
Respecto a este último, los firmantes lamentan que esta institución, la única en la que los ciudadanos eligen a sus representantes, conserve un «papel marginal» puesto que las nuevas competencias que se le reconocen «son mínimas», mientras que los «verdaderos ‘señores de la Constitución'» siguen siendo el Consejo, la Comisión, el Tribunal de Justicia y el Banco Central Europeo. «No reducirá el déficit democrático atávico» puesto que «ciudadanos y pueblos siguen marginados», afirmó Carlos Taibo, firmante del documento.
Asimismo, destacan que «no consagra una alternativa real al modelo civilizatorio que representa Estados Unidos; no renuncia a la guerra como instrumento de política exterior, mantiene los lazos con la OTAN y prevé una Agencia de Defensa».
AUTODETERMINACION
Además, «no permite una actualización democrática del derecho a la autodeterminación de los pueblos ni otorga reconocimiento adecuado a la realidad plurinacional de Europa» y ofrece «un tratamiento básicamente discriminatorio y policial» a los millones de trabajadores inmigrantes que residen en la UE.
Por todo ello, consideran que no puede considerársela «un paso adelante» ni «el único camino posible» para Europa como se ha afirmado y defienden el ‘no’ en el referéndum «como primer paso para la construcción de una Europa alternativa, social, democrática, ecológica, pacífica, laica, respetuosa con la igualdad de género y con la diversidad sexual, cultural y nacional».
No obstante, Carlos Taibo consideró que es «saludable» que el Gobierno español haya decidido convocar un referéndum para «demostrar que la mayoría de la población española está a favor» de la Constitución Europea, si bien subrayó que la actitud del Ejecutivo «no está clara y parece que no van a poner toda la carne en el asador». Por su parte, Sadaba calificó de «bobadas» algunos de los argumentos utilizados por el Gobierno, como el que diga que «es la mejor posible»
Jaime Pastor, profesor de la UNED, destacó «la necesidad de crear una corriente de opinión de rechazo en España y hacer ver a los ciudadanos lo que hay detrás» de la Constitución. De la misma opinión se mostró la escritora Lolo Rico quien aseguró conformarse con que el llamamiento y otras iniciativas similares que puedan surgir próximamente sivra para «plantear un debate y despertar el pensamiento crítico».
Además de Taibo, Sadaba, Pastor y Rico, también han firmado este llamamiento los directores de cine Javier Maqua e Icíar Bollaín, los escritores Almudena Grandes y Juan Madrid, y decenas de profesores de distintas disciplinas de las universidades españolas, de donde, según explicó Pastor, surgió esta iniciativa.