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Reseña de América Latina en la Internacional Comunista, 1919-1943. Diccionario biográfico, de Lazar y Víctor Jeifets

Una aportación al estudio del movimiento comunista latinoamericano

Fuentes: Rebelión

La nueva edición de esta valiosa y oportuna obra de Lazar y Víctor Jeifets incorpora precisiones y agregados de suma utilidad. Se trata de un Diccionario biográfico especializado que cubre un sensible vacío historiográfico en América Latina Ricardo Melgar Bao, Investigador Emérito del INAH, México   Ya está en circulación un importante libro de consulta […]

La nueva edición de esta valiosa y oportuna obra de Lazar y Víctor Jeifets incorpora precisiones y agregados de suma utilidad. Se trata de un Diccionario biográfico especializado que cubre un sensible vacío historiográfico en América Latina

Ricardo Melgar Bao, Investigador Emérito del INAH, México

 

Ya está en circulación un importante libro de consulta que informa sobre dirigentes, cuadros y militantes del movimiento comunista latinoamericano en el periodo 1919-1943, en relación con la Comintern, debido a las plumas de Lazar y Victor Jeifets, que lleva por título América Latina en la Internacional Comunista, 1919-1943. Diccionario biográfico.

Para esta segunda edición, los autores rusos lograron el apoyo, en formas variadas, de investigadores de los partidos comunistas de nuestro subcontinente, como Christina Hatzky (Alemania), Ricardo Melgar Bao (México), Medófilo Medina (Colombia) y Olga Ulianova (Chile); contaron con la solidaridad académica de John W. F. Dulles (Estados Unidos), Rina Ortiz (México), Olga Cabrera (Cuba-Brasil), Jean Ortiz (Francia), Caridad Massón Sena (Cuba), Daniel Kersffeld (Argentina-Ecuador) e Inving Reynoso (México), así como de familiares de los comunistas biografiados como Elba Pérez Villalba y Xóchitl Vivó de la Torriente.

En Rusia, los historiadores del comunismo latinoamericano recibieron comentarios y consejos de Nikolái Kalmykov, Serguéi I. Semiónov y Kiva L. Maidánik.

Los doctores Jeifets narran el origen del Diccionario y la importancia de la apertura parcial, desde 1992, de los fondos de la Comintern en los archivos de Moscú. En virtud del acceso privilegiado a los expedientes personales en la sección de cuadros, en el fichero «América Latina» del Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica (RGASPI por sus siglas en ruso), apareció la primera edición de esta obra.

Acerca de la cautela para esclarecer y establecer nombres y seudónimos, se pone como ejemplo el caso de los cuatro Allen: «Este procedimiento cauteloso se impone teniendo en cuenta el caso de los cuatro ‘Allen’ distintos que actuaron en los años 1920-1921 en el movimiento comunista mexicano: ‘José Allen’ (secretario general del PC Mexicano y del Buró Latinoamericano de la III Internacional), ‘Roberto Allen’ (el indio Manabendra Nath Roy que, en el II Congreso de la Comintern, fue delegado del PCM), ‘Helen Allen’ (Evelyn Trent, esposa de M. N. Roy y delegada del PCM en el II Congreso de la Comintern) y ‘Henry Allen’ (seudónimo de Max Cohen, representante sudamericano en el Buró Panamericano de la Comintern)». p. 7

En el prólogo, Hernán Camarero, de la Universidad de Buenos Aires, sostiene acerca del abordaje de la relación Comintern-partidos comunistas de nuestro subcontinente: «Pero faltaba aún realizar una tarea clave en el terreno del relevamiento empírico: la consulta de los materiales de los archivos provenientes de la ex URSS, en donde se conservaban las fuentes primarias de la propia IC. Eran esos documentos los que permitirían encontrar todo un universo de evidencias sobre una parte muy importante del accionar de los comunistas latinoamericanos: los referidos a las relaciones que ellos tuvieron con los distintas esferas de la Comintern». p. 10

Como indica Camarero, los Jeifets no practican en el libro reseñado «exclusiones basadas en preferencias ideológicas» y tampoco asumen «visiones condenatorias o laudatorias de cada figura».

El Diccionario biográfico continúa y enriquece los textos escritos sobre las vidas de Luis Emilio Recabarren, José Carlos Mariátegui, Julio Antonio Mella, Victorio Codovilla, Agustín Farabundo Martí, Hernán Laborde, Gustavo Machado, Tina Modotti y otros protagonistas del comunismo latinoamericano.

De los biografiados

De los personajes abordados cabe destacar la presencia de Victorio Codovilla, figura central del stalinismo latinoamericano. Desde los años 20 este dirigente italo-argentino incidió de manera perjudicial en el desarrollo del movimiento comunista latinoamericano e internacional, al oponerse a la promoción de Julio Antonio Mella en el aparato de la Comintern y la Profintern. En 1939-1940, en México desempeñó un papel nefasto en la expulsión de Hernán Laborde y Valentín Campa, así como en la promoción de Dionisio Encina a la Secretaría General del PCM.

De líderes como Carlos Contreras Labarca, Óscar A. F. Creydt Abelenda, Fanny Edelman, Aníbal Escalante D., Orestes T. Ghioldi, Paulino González Alberdi, E. Ladislao González-Carvajal D., Fabio Grobart, Víctor Raúl Haya de la Torre, Jules Humbert-Droz, Bernardo Ibáñez A. y Elías Lafertte G. quedan consignados los hechos más relevantes de su vida y logran dar una buena visión acerca del movimiento comunista. Lo mismo puede decirse de las semblanzas de Jay Lovestone, Raúl Eduardo Mahecha Caicedo, Miguel Mármol, J. Fernando Penelón, Astrojildo Pereira D. da Silva y Luis Emilio Recabarren.

Jesús Faría

Entre los dirigentes biografiados resalta la vida política de Jesús Faría. Este destacado líder comunista venezolano fue obrero, político, dirigente sindical y parlamentario. Participó en la fundación del Sindicato de Obreros y Empleados Petroleros de Cabimas y en la organización y dirección de la primera huelga petrolera del país de diciembre de 1936, la cual fue rota por la fuerza. Aprendió a leer a los 27 años. En diciembre de 1937, fue elegido diputado regional y concejal por el Distrito Bolívar del estado Zulia. Fue funcionario del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Lagunillas y presidente de la Unión Sindical Petrolera de Venezuela. Fue delegado en el Congreso de la Confederación de Trabajadores de América Latina (México, 1941) y asistió al II Congreso de la CTAL (Cali, 1944). En octubre de 1945, viajó a París como delegado de los trabajadores petroleros al Congreso constituyente de la Federación Sindical Mundial. Fue elegido en 1947 senador principal por el estado Zulia, siendo el primer senador obrero y comunista. En 1946 fue promovido al Comité Central y el Secretariado Nacional del PCV. Organizador de la huelga petrolera que comenzó el 3 de mayo de 1950; fue detenido el día 6 y confinado en diferentes cárceles del país, hasta ser trasladado, en abril de 1956, a la cárcel de Ciudad Bolívar, de donde fue liberado el 24 de enero de 1958 cuando cayó el régimen de Marcos Pérez Jiménez. Durante esos años de prisión fue elegido secretario general del PCV y vicepresidente de la CTAL. En 1958, volvió a ser elegido senador para el período de 1959-1963. En septiembre de 1963, se declaró la anulación de la inmunidad parlamentaria de los diputados y senadores del PCV y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y fue recluido nuevamente en prisión hasta 1966, año en que salió al exilio, regresando en 1968 cuando se reincorporó a la vida política activa. Ese año fue elegido diputado por el estado Zulia. Entre 1984 y 1989 fue diputado por el Distrito Federal. Escribió su primer artículo en el periódico La Tarde en 1939. En la URSS editó en ruso La formación de un comunista. Fue secretario general del PCV durante 34 años (1951-1985) retirándose voluntariamente en 1985. Ese mismo año fue nombrado presidente del PCV, cargo que ejerció hasta su muerte.

Iósif Romualdovich Grigulévich

Entre los agentes del espionaje soviético sobresalió Iósif Romualdovich Grigulévich. Nació en 1913 y murió en 1988. Miembro de la Juventud Comunista (1926). Formó parte del Buró Comunista Lituano del Comité de distrito de Vilnius (1930), luego este Buró fue subordinado al CC del PC de Bielorrusia Occidental. Por pertenecer al PC fue detenido el 25 de febrero de 1932 y condenado a 2 años de cárcel por el Tribunal Regional de Vilnius. Fue liberado en el otoño de 1933 y emigró a Francia, allí fue miembro de la célula comunista de la Sorbona. Mantuvo contactos con el representante del PC de Polonia en Francia Z. Modzalevsky. Fue enviado a trabajar al Buró Sudamericano de la IC. Por encargo del PCA tuvo que organizar la liberación de L. C. Prestes y R. Ghioldi de la cárcel brasileña. Fue detenido el 11 de julio de1936 en la casa de Augusto Bunge, y pudo trasladarse a España en septiembre, donde se hizo ayudante del comisario del V Regimiento V. Vidali, traductor de la embajada soviética y consejero de S. Carrillo. Participó en la supresión de la insurrección del POUM en Barcelona y en el asesinato de A. Nin. Salió de España en marzo de 1939 y llegó a la URSS vía Francia y Marruecos. Fue enviado para formar parte del grupo de N. Eitingon organizador del asesinato de L. Trotsky. Llegó a México en enero de 1940 y por orden de N. Eitingon organizó un grupo de reserva para las operaciones en México y California. Estableció contactos con el guardaespaldas de L. Trotsky, Sheldon Harte, que fue usado por el grupo de D. A. Siqueiros para penetrar en la casa de L. Trotsky. Después del atentado, Grigulévich huyó a California. Dirigió el grupo de espías soviéticos en América Latina y llegó a Argentina en vísperas de 1941. Su grupo inundó y destruyó decenas de barcos alemanes (1942-1944). Después de la II guerra mundial trabajó en México y ayudó a los emigrados costarricenses. Luego de la victoria de J. Figueres en la guerra civil, fue designado embajador de Costa Rica en el Vaticano y en Yugoslavia (finales de los años 40 – inicios de los años 50). Visitó Yugoslavia dos veces (1952). Preparó un atentado contra J. Broz Tito. Fue llamado a la URSS (05.1953). Doctor en historia, miembro-corresponsal de la Academia de Ciencias de la URSS (1979), de la Academia Nacional de Historia (Caracas), y miembro honorario de la Sociedad de Escritores de Colombia. Fue condecorado con la medalla «XX años del Moncada» (Cuba). Autor de obras históricas sobre América Latina y la iglesia católica, incluyendo las biografías de S. Bolívar, F. Villa, E. Che Guevara, S. Allende, y D. A. Siqueiros.

Jorge del Prado Ch.

Nació en Arequipa, el 15 de agosto de 1910, y murió en Lima el 31 de agosto de 1999. Participó en la fundación del PC de Perú (1930), Secretario General de la Juventud Comunista de Perú (03.1930). Secretario de organización del Comité Regional de Lima del PCP (1931). Fue detenido, pero escapó. Regresó a Perú a través de Brasil y Bolivia. Estuvo en la cárcel (1938-1940). En el I Congreso del PCP fue elegido miembro del CC, de la Comisión Política del CC y secretario de organización (1942). Secretario General del PCP (1946). Secretario del Comité de Arequipa del PCP durante la insurrección contra el régimen de Odría (1950). Durante la dictadura de Odría, Jorge del Prado vuelve a la lucha clandestina y participa activamente en la gestión del Frente Popular en Arequipa. Y, en 1950, al lado de las masas en esa ciudad, participa en los combates armados y en la formación de un Junta Local Transitoria de Gobierno. Los dirigentes del Frente son tomados presos; Del Prado logra burlar la represión pero al año siguiente lo capturan y deportan a la Argentina. De allí pasa a Bolivia, su familia se une a él permaneciendo dos años en muy precarias condiciones en las ciudades de La Paz y Cochabamba, hasta 1954. Viaja sólo a Brasil, permaneciendo clandestinamente en ese país hasta 1956, volviendo entonces, una vez más, ilegalmente al país. Al regresar a Perú fue secretario del CC del PCP responsable de la educación, la propaganda y la prensa. Redactor en jefe del periódico Unidad (1958-1962). Después de la detención de Acosta fue el secretario responsable del PCP. En 1960 participa en la formación del Frente de Defensa del Petróleo, junto con el general César Pando Egúsquiza. Participa también en la fundación del Frente de Liberación Nacional, en la campaña nacional por la recuperación del petróleo y las jornadas en defensa de Cuba. En 1963, es detenido nuevamente por la Junta Militar encabezada por el general Manuel Pérez Godoy. Luego de esa redada Jorge del Prado es confinado en el presidio selvático El Sepa al lado de otros luchadores sociales. Permanece tres meses entre El Sepa y El Frontón. Secretario General del CC del PCP (11.1966). En 1977 juega un rol protagónico en la realización del histórico Paro Nacional que hiciera caer -meses después– a la dictadura de Morales Bermúdez. Participa en la huelga de hambre dentro de la Casona de San Marcos, donde toman parte treinta dirigentes políticos, sociales y sindicales pertenecientes a todas las corrientes de la izquierda peruana. Diputado en la Asamblea Constituyente (1978). En 1980 es candidato a la primera vicepresidencia por Unidad de Izquierda y encabeza la lista al Senado, saliendo electo. A raíz del autogolpe del 5 de abril de 1992 decretado por el presidente A. Fujimori, Del Prado es despojado de su curul y empieza un combate sin tregua desenmascarando públicamente al régimen corrupto a través de las páginas del diario La República. Participó en la Reunión Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros (Moscú, 1969) y en la Conferencia de los Partidos Comunistas y Obreros de América Latina y del Caribe (La Habana, 1975).

Aclaraciones históricas

Los autores rusos abordan y esclarecen problemas claves de la historia del movimiento comunista latinoamericano y el rol de las personalidades del mismo. Así, se anota que Andrés García Salgado «fue seleccionado para tomar parte en la lucha armada del EDSN», y se narra su participación en la guerra civil española, ocupando diversas posiciones en el ejército republicano y las Brigadas Internacionales.

De Sandalio Junco, líder trotskista cubano, se escribe: «Después de la muerte de A. Guiteras, ingresó en ‘La Joven Cuba’ y, junto con E. Mujal, fundó la Comisión Obrera del Partido Revolucionario Cubano auténtico (1934-1935). Participó en el II Congreso de la CTC (1940). Fue asesinado durante el tiroteo entre los miembros del PCC y del PRC/a/ en Sancti-Spíritus».

De Agustín Farabundo Martí, cuadro del PCM, dirigente del PC de El Salvador y héroe de la Revolución salvadoreña, se precisa: «En México estableció contactos con el Comité ‘Mafuenic’ y conoció a J. A. Mella y G. Machado; por instrucción de ‘Mafuenic’, ingresó en el EDSN (22.7.1928), fue designado secretario de la Dirección Superior (15.8.1928) y coronel del EDSN (4.5.1929). Acompañó a A. C. Sandino en su viaje a México (28.6.1929) y este último quiso designarlo su representante en Centro América, en 1929. Como miembro del Estado Mayor del EDSN, participó en el encuentro de A. C. Sandino con los delegados del Comité Continental de la LADLA, del Comité ‘Mafuenic’ y de los intelectuales antiimperialistas (Veracruz, 3.2.1930). El CC del PCM lo nombró representante del PCM ante el EDSN y A. C. Sandino«

De Julio Antonio Mella, dirigente del PCM y el PC de Cuba, organizador, publicista, agitador y héroe de la revolución latinoamericana, se aclaran varios puntos muy importantes. Acerca de su expulsión del PCC, se apunta: «En su carta al Secretario General del PC de México, R. Carrillo (23.5.1926), el CC del PCC declaró que Mella fue expulsado del Partido por ‘oportunismo y deserción’. El ‘caso Mella’ fue objeto durante más de un año de correspondencia entre el PCC, el PCM y el CEIC. La posición de los dos últimos desembocó en la decisión de permitir a Mella su reingreso en el PCC con restablecimiento total de sus derechos (antes de 29.5.1927)«.

Sobre el cuento de su supuesto trotskismo, el Diccionario señala: «Hubo un proyecto para designar a Mella como uno de los responsables para el trabajo en Moscú, pero a causa de las objeciones de V. Codovilla y R. Martínez, que lo acusaron de trotskismo y de viajar a los EEUU sin autorización del PCM, dicha designación al aparato de la Comintern o de la Profintern, no se realizó. El CC del PCM pidió al Secretariado Latinoamericano de la Comintern aclarar esas acusaciones, declarando que Mella fue el autor de las tesis del CC del PCM sobre el trotskismo en el VKP /b/ y en la IC y que había visitado los EEUU con la autorización del CC del Partido para solucionar los problemas del movimiento revolucionario en Cuba«.

Del modo descrito, la militancia comunista de Julio Antonio queda completamente esclarecida, a la vez que resalta con contundencia su enorme distancia respecto de la corriente ideológica de Leon Trotsky.

Queda establecido que el comunista cubano-mexicano participó, junto con otros camaradas de México y de otros países, en la constitución del SRI, la Liga Antiimperialista de las Américas y la Juventud Comunista en América Central.

De la labor de Rafael Ramos Pedrueza en Sudamérica, el Diccionario informa: «Encargado de negocios de México en Ecuador (ocupó este puesto con el permiso del PCM), ayudó a los marxistas ecuatorianos en la creación del grupo comunista. Fue designado representante de «La Sección Comunista de propaganda y acción de nombre V. I. Lenin» ante el PCM y la IC. Por petición del embajador norteamericano las autoridades ecuatorianas pidieron al gobierno mexicano retirar a Ramos Pedrueza (10.1925). El CN del PCM aprobó su actividad en Ecuador».

En torno a la actividad de Enrique Flores en Cuba se indica: «A petición de la Agrupación Comunista de La Habana (ACH), fue enviado por el PCM a La Habana como consejero técnico del I Congreso del PC de Cuba (1925). Secretario de actas del Congreso, participó en el Pleno del CC del PCC (18.8.1925) y propuso elegir a J. M. Pérez y Pérez, como Secretario General del PCC».

De la IC y el PCM

En la historia de las relaciones entre la IC y el PCM aparecen dos periodos claramente establecidos: el primero, que va de 1919 al primer semestre de 1928, y el segundo, del VI Congreso de la Comintern a su disolución. En el primero la Internacional Comunista jugó un papel muy importante para el nacimiento y el desarrollo del PCM. En cambio, durante el segundo, la intervención de la IC desempeñó un rol profundamente negativo para la política general de los comunistas mexicanos.

Tal situación no era privativa de México. Zhou Enlai planteaba en uno de sus artículos más conocidos: «En la fase inicial de su fundación… era aplicando el centralismo democrático como la Internacional Comunista resolvía sus problemas, y los delegados de los diversos partidos podían exponer libremente sus opiniones y manifestar cada cual su punto de vista en un ambiente muy animado… y apoyó la lucha revolucionaria y el movimiento revolucionario nacional de los diversos pueblos». (1)

La IC tuvo una intervención negativa en tres casos bien conocidos. En el pleno de julio de 1929, cuando por conducto de Mijaíl G. Grollman (Pedro) impulsó una orientación sectaria e izquierdista del PCM, expresión local de las resoluciones del VI Congreso Mundial de la Comintern y de los plenos posteriores de su Comité Ejecutivo Internacional. El PC de México se vio envuelto en una política que lo llevó a perder la dirección de la Liga Nacional Campesina; a romper sus relaciones amistosas con Adalberto Tejeda, uno de los representantes más avanzados del jacobinismo socializante de la Revolución mexicana; a distanciarse del ala izquierda del movimiento sindical, presente en las organizaciones de tranviarios, gráficos, electricistas, ferrocarrileros y federaciones cromianas de Puebla y Jalapa, una franja del sindicalismo magisterial y otras expresiones en el movimiento obrero. Tal política condujo, asimismo, al rompimiento con Augusto César Sandino, héroe notable del antiimperialismo latinoamericano a la sazón.

Entre abril de 1935 y abril de 1937, el PCM se convirtió en una importante organización dentro del movimiento obrero, al alcanzar la hegemonía en algunos núcleos: minero-metalúrgicos, trabajadores de la enseñanza, trabajadores al servicio del Estado y Federación de Trabajadores de Nuevo León, al mismo tiempo que conquistaba una presencia política no desdeñable en los sindicatos nacionales de industria de ferrocarrileros, de petroleros y de gráficos, así como llegó a establecer buenas relaciones con los sindicatos de electricistas y de telefonistas. En el campo fue organizador y dirigente de una franja considerable del proletariado agrícola.

El desarrollo del PCM no cuadraba a Lombardo Toledano y los lobitos. En el IV Consejo Nacional de la CTM, celebrado en abril de 1937, Fidel Velázquez, secretario de Organización del Comité Nacional de la central, no reconoció delegaciones dirigidas por los comunistas y avaló representaciones carentes de base social, con el objeto de detener el ascenso comunista.

En un documento elaborado por el ala discrepante, se daban los siguientes datos: abandonaron el consejo el STFRM, la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza, la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, el Sindicato Mexicano de Electricistas, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Papelera, el Sindicato Ferrocarrilero Peninsular, la Federación de Trabajadores de Nuevo León y otras organizaciones, con 322,570 afiliados.

Según el mismo texto, permanecieron en el consejo la Federación Nacional de Cinematografistas, Federación Industrial Eléctrica, Federación Industrial Azucarera, STPRM y otros sindicatos y federaciones, con un total de 296,345 miembros.

Las cifras manejadas por VLT eran otras: permanecieron en la asamblea 3 mil 183 agrupaciones con 599,641 socios y se hallaban ausentes 12 organizaciones con 141,360 miembros. (2)

La política de unidad a toda costa

Para abordar la crisis de la CTM, el Comité Central del PCM efectuó un pleno del 26 al 30 de junio, con la asistencia de Earl Browder, en el cual se resolvió la política de unidad a toda costa, que significaba rehacer la unidad de la central obrera de manera incondicional.

Desde el pleno de junio de 1937, el PCM se deslizó por una pendiente muy peligrosa para su propio futuro. De hecho, adoptó una orientación seguidista frente a la dirección de Lombardo en la CTM y frente al gobierno de Cárdenas. En el V Consejo de la CTM –julio de 1937– volvieron todas las organizaciones salientes, con la excepción del SME y el sindicato minero que había salido en el I Consejo; los comunistas miembros del Comité Nacional quedaron fuera de éste. Las posiciones de los militantes del PC comenzaron a ser abatidas en los sindicatos y federaciones. Daría inicio, por decirlo así, un proceso de desobrerización del Partido Comunista, fenómeno que alcanzaría niveles francamente dramáticos en los años posteriores.

En torno al rol de Vicente Lombardo Toledano en el comienzo de la crisis del comunismo en México, señalan los autores: «Durante la crisis interna en la CTM y la salida de varios sindicatos importantes de esta central sindical, la ruptura entre los lombardistas y el PCM, Vicente Lombardo Toledano recibió un apoyo visible de parte de la Comintern, la cual, directamente y a través del dirigente del PCEU, Earl Browder, insistió en el regreso de los sindicatos con influencia comunista a la CTM y en la política de ‘unidad a toda costa’; estos eventos reflejaban claramente que Moscú vio en Lombardo Toledano el hombre que debía movilizar a los sectores progresistas mexicanos

De la participación de Earl Browder en el inicio de la crisis del PCM, los doctores rusos escriben: «Dirigió una carta al PC de México y a V. Lombardo Toledano en la que indicaba la necesidad de unidad del movimiento obrero mexicano (02.1937). Envió también una carta a los comunistas mexicanos publicada en Daily Worker donde el PCM fue acusado de sectarismo en su actitud hacia el frente único popular (04.1937). Por encargo de la Comintern, participó en el pleno del CC del PCM (26.-30.6.1937), donde fue lanzada la consigna ‘unidad a toda costa'».

Hernán Laborde y Valentín Campa se opusieron a la participación del Partido Comunista en el asesinato de León Trotsky, por lo que chocaron con la política de Moscú. La IC decidió expulsar a ambos líderes comunistas, tarea que cumplió el Primer Congreso Nacional Extraordinario del PCM, en marzo de 1940.

Expone el Diccionario que Victorio Codovilla: «En 1939 fue designado consejero de la IC para los PPCC de Latinoamérica (‘para luchar contra la penetración fascista en Latinoamérica’). Permaneció 3 meses en los EEUU, luego pasó a Cuba y México. Dirigente de la delegación de la Comintern en México, participó en los trabajos de la comisión de purificación que, en el Pleno del CC del PCM (12.1939), separó a H. Laborde y V. Campa de la dirección del PCM«.

Breves precisiones

En una obra que aborda biografías de comunistas de decenas de países es explicable que se cuelen algunas erratas. El autor de esta reseña localizó algunas, y como con modestia los doctores Jeifets llaman a detectar los «defectos», se hacen las precisiones pertinentes, ubicándolas por las entradas en que se citan.

Barrios, Elías. Este dirigente comunista fue el secretario general de la Confederación de Transportes y Comunicaciones, surgida del III Congreso General Ferrocarrilero. La CTC sustituyó a la Confederación de Sociedades Ferrocarrileras de la República Mexicana, y, en 1933, daría origen al Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, quedando fuera de sus filas muy pocos sindicatos gremiales.

La huelga del STFRM, en mayo de 1936, no fue de 24 horas, sino de carácter indefinido, nada más que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje la declaró inexistente. Tras este laudo, los trabajadores tuvieron que regresar al trabajo en un plazo de 24 horas, como lo establecía y lo establece la Ley Federal del Trabajo. En protesta, la Confederación de Trabajadores de México realizó un paro nacional el 18 de junio de ese año, que fue todo un éxito.

Blackwell, Russell S. El Partido Obrero de Unificación Marxista, de España, es caracterizado como «de tendencia trotskista». No es adecuada esta caracterización. El POUM tuvo una concepción de la revolución distinta a la de León Trotsky y sus discípulos y epígonos, además de no participar en la construcción de la IV Internacional. La Revolución española era definida como democrática y socialista. Dan cuenta de estas diferencias Julián G. Gorkin, «Los problemas de la Revolución española», en La Nueva Era. Antología de una revista revolucionaria. 1930-36, intr. y sel. de Víctor Alba, Madrid, Júcar, 1977; «Qué es y qué quiere el Partido Obrero de Unificación Marxista», en La Revolución española en la práctica. Documentos del POUM, intr. y sel. de V. Alba, Madrid, Júcar, 1977; Andreu Nin, La Revolución española, Barcelona, Fontamara, 1978, y León Trotsky, La Revolución española, Buenos Aires, El Yunque, 1973.

Breña Alvírez, Francisco José Alejandro. Este secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas fue ingeniero, no «electricista de profesión».

Se afirma: «Fue invitado a Moscú para las negociaciones con el Secretariado del CEIC (1936)». No se aclara qué negociaciones entablaría un jefe sindical no comunista con el máximo órgano dirigente permanente de la IC.

Browder, Earl Russell. La disolución de la Internacional Comunista, de acuerdo con sus documentos de mayo-junio de 1943, se dio formalmente el 10 de junio de 1943 y no en el mes de abril de ese año. (3)

Campa Salazar, Valentín S. La S segunda de la entrada sobra, porque significa Salazar.

En cuanto al secuestro del líder ferroviario del 20 de noviembre de 1971 éste fue efectuado por el Ejército Mexicano y no por «un grupo armado», siendo liberado el 22 de noviembre de ese mes y año. La Procuraduría General de la República informó que le fue presentado por la policía militar.

Carrillo Azpeitia, Rafael I. El seudónimo de este dirigente y escritor político era Juan Jerónimo Beltrán, cuando menos desde 1941, y no Juan Gerónimo Bertrand. En El Día polemizó con el PCM en los años 60 y 70 con este sobrenombre.

En 1952-1954 existía el Partido Popular, no el PP Socialista.

Díaz Ramírez, Manuel. De tratarse de una compilación sería correcto el titulo de Los ensayos históricos sobre el movimiento obrero mexicano, pero si se trata del conocido libro de Díaz Ramírez, el titulo es Apuntes históricos del movimiento obrero y campesino de México, editado en 1952, que según algunos autores es un plagio de una obra de José C. Valadés.

García Martínez, María del Refugio. Se dice que Cuca era «miembro del sindicato magisterial», pero en 1932 existían muchos sindicatos de profesores, encuadrados en la Federación Nacional de Maestros, la Confederación Nacional de Organizaciones Magisteriales, la Confederación Mexicana de Maestros y la Liga de Trabajadores de la Enseñanza, esta última impulsada por los comunistas.

García Salgado, Andrés. Se apunta que en 1935 trabajó «en la Oposición Sindical Revolucionaria de los sindicatos ferrocarrileros». Cabe precisar que en ese año existían el STFRM, el Sindicato Ferrocarrilero Peninsular y algunos organismos gremiales del riel de la Confederación General de Obreros y Campesinos de México. El 12 de octubre la CGOCM y el STFRM acordaron adherir a éste el Sindicato Único Ferrocarrilero, el Gremio Unido de Garroteros y la Alianza Nacional de Cabos y Mayordomos. Por estas fechas dejó de existir, asimismo, la OSR de Ferrocarrileros y Tranviarios y su órgano, El Riel, para facilitar la unidad en el Comité Nacional de Defensa Proletaria.

Goldschmidt, Alfons. Se sostiene que éste escribió La URSS, 1920, pero en ese año no existía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la cual se constituiría hasta diciembre de 1922. De este intelectual hay una obra fundamental, Tierra y libertad. El desarrollo campesino en México, reeditado en 1980 por Juan Pablos.

Granados Cortés, Fernando J. Este líder chiapaneco fue expulsado del PCM por el XVI Congreso del partido, celebrado en octubre de 1973, por haber formado en septiembre de ese año, junto con Manuel Terrazas, la Asamblea Nacional Permanente del PCM. Así, pues, no fue creada ésta después de la expulsión, sino al revés.

Lombardo Toledano, Vicente. No nada más «en 1929 condenó al PCM por sus lazos con Moscú», sino que el jefe cromiano lanzó en la Convención Obrera Pro-Ley del Trabajo una denuncia policiaca, al perorar: «…el documento a que me refiero, parece un informe, y eso es, que el grupo comunista envía a Lozovski, a la Internacional Roja. (Desorden, gritos de los delegados de la Sindical Unitaria). Yo afirmo esto porque conocemos de sobra y de muchos años atrás hasta el estilo de epistolar de los comunistas de Rusia y de México, y porque estamos al tanto de las órdenes, de las sugestiones y de los consejos que van y vienen de Rusia a México, por conducto de la Legación de aquel país. (Gritos. Desorden)». (4)

Lumbreras Narváez, Alberto. En la Conferencia Pedagógica del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en 1945, no «propuso la eliminación de la educación socialista» del Artículo 3º constitucional, sino que argumentó teóricamente para la desaparición de dicha concepción educativa, propuesta por la dirección del SNTE.

La detención de Lumbreras en 1959 se produjo por ser el líder principal del POCM, y, naturalmente, no fue elegido secretario general estando en prisión.

El 16 de octubre de 1960 el PP se transformó en Partido Popular Socialista.

La salida del grupo de Valentín Campa de las filas del POCM no terminó con la vida del Partido Obrero-Campesino Mexicano, que continuó existiendo como una pequeña fuerza de la izquierda de nuestro país. El 1 de junio de 1963 el PPS y el POCM se fusionaron, después de una serie de negociaciones.

Revueltas Sánchez, José Emiliano. Al abandonar el POCM fundó la Liga Leninista Espartaco, no la Liga Comunista Espartaco. Esta última fue creada en 1966 por la fusión de la Liga Comunista por la Construcción del Partido Revolucionario del Proletariado, la Unión Reivindicadora Obrero Campesina y la LLE.

José Revueltas fue expulsado de la LLE el 17 de junio de 1963 (5)

Siqueiros, David Alfaro. Por su confianza en la demagogia del presidente Luis Echeverría y por su violación de la política del PCM, este pintor no fue expulsado de las filas del partido, sino separado del Comité Central. Por ello, Siqueiros murió siendo militante comunista.

Velasco, Miguel Ángel. En el Congreso Nacional de Unificación Proletaria, que dio origen a la CTM, para la elección del secretario de Organización, Propaganda y Acuerdos se presentaron varios candidatos; pero al final sólo quedaron Fidel Velázquez, de la CGOCM, y Miguel A. Velasco, de la CSUM. Todas las organizaciones, menos la CGOCM, apoyaban la candidatura del Ratón, mientras la Confederación General sostenía la de Fidel Velázquez.

El presidente declaró que, en concepto de la mesa, la mayoría estaba por el panadero veracruzano, lo que produjo un enorme escándalo en las galerías de la izquierda, en vista de lo cual la presidencia pidió que un miembro de la CGOCM llamara al orden a los miembros de esa central. Jiménez Acevedo exhortó a sus compañeros a que guardaran el orden y se disciplinaran a la opinión expresada por la mesa. Estalló un gran griterío de los velazquistas.

Campa planteó que la CSUM retiraba la candidatura de Velasco, lo que produjo un gran desorden. Breña Alvírez declaró que la candidatura del dirigente de la CSUM no era de la Unitaria y que, en consecuencia, ésta no tenía derecho a retirarla; el SME reiteraba su apoyo a Miguel Ángel.

Después de abordar otros temas, se tomó el acuerdo, no sin la oposición de muchos delegados, que el Ratón Velasco fuera el titular de la Secretaría de Educación y Fidel Velázquez de la Secretaría de Organización y Propaganda. (6)

A lo largo de la obra se escriben los nombres de centrales sindicales y otras organizaciones con agregados y cambios, que, con seguridad, provienen de haber sido traducidos al ruso y después de este idioma al español. En el artículo Allen, José (James), la Confederación General de Trabajadores, fundada en 1921, lleva el agregado de México, lo que constituye un error. En otras entradas y en las siglas se vuelve a repetir esta errata. En la entrada Almanza García, Manuel, en lugar de Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz, se escribe Liga Estatal de Comunidades Agrarias de Veracruz. En Borodin, Mijaíl Markovich, el Partido Socialista Obrero Español es denominado erróneamente PSO de España.

A lo largo del texto se habla de «editorial» y sólo en pocas ocasiones se menciona consejo de redacción.

El nombre correcto de Mesa Redonda Marxista es Mesa Redonda de los Marxistas Mexicanos. Por cierto, el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano publicó en 1982 la memoria Mesa Redonda de los Marxistas Mexicanos. Bandera Roja era el órgano del Bloque Obrero y Campesino Nacional.

Laborde, Hernán. Este compañero y Valentín Campa fueron sancionados por la Comisión Nacional Depuradora y no de «purificación», como se señala en esta entrada y en otras biografías. La huelga de la ASARCO, en Monterrey, Nuevo León, se desarrolló en 1932 y no en 1931. En lugar de Federación Sindical Mundial, como se escribe correctamente en otras entradas del Diccionario, en el ensayo dedicado a Lombardo se denomina Federación Mundial de Sindicatos.

Como queda en claro en las siglas utilizadas, a los nombres de las organizaciones se les agregan artículos de los que no llevan en la realidad. Los nombres correctos de las organizaciones son: Partido Liberal Mexicano, Partido Ferrocarrilero Unitario, Confederación General de Obreros y Campesinos de México, Confederación de Trabajadores de América Latina, Federación Americana del Trabajo – Congreso de Organizaciones Industriales (American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations, AFL-CIO), PC de la Argentina, Partido Obrero-Campesino Mexicano, Partido Popular Socialista, Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas y Movimiento Regeneración Nacional.

En la obra se escribe el nombre ruso de ¡Por una paz duradera, por una democracia popular!, órgano del Kominform.

Emular a los Jeifets

El trabajo de Lazar y Víctor Jeifets es una aportación al estudio del movimiento comunista latinoamericano, el cual debe servir de ejemplo a los estudiosos de la Patria Grande. En nuestro país se requiere, en un plazo perentorio, un diccionario biográfico del PCM y la izquierda mexicana, considerando que no se parte de cero. En materia de autobiografías, memorias, biografías y relatos sobre dirigentes y cuadros comunistas en México, se ha recorrido un buen trecho, con una producción librera centrada en líderes campesinos, sindicales, políticos, artistas e intelectuales, así como de agitadoras y organizadoras que forman parte de la historia del movimiento femenil mexicano.

Entre los militantes del PCM y el Partido Obrero-Campesino Mexicano sobre los cuales se han escrito libros, así como se han publicado memorias de dirigentes comunistas, cabe mencionar a Primo Tapia, Valentín Campa, David Alfaro Siqueiros, José Guadalupe Rodríguez Favela, Benita Galeana, Agustín Farabundo Martí, Julio Antonio Mella, María de la O, Rubén Jaramillo, Demetrio Vallejo, Othón Salazar Ramírez, Ramón Danzós Palomino, Tina Modotti, Diego Rivera, José Revueltas, José Luis Sustaita de los Reyes, Pablo Sandoval Ramírez, Hipólito Cárdenas y Eduardo Ibarra Aguirre.

Se han escrito, asimismo, ensayos y artículos de fondo acerca de Arnoldo Martínez Verdugo, Concha Michel, Dionisio Encina, Consuelo Uranga, Carlos Sánchez Cárdenas, Cuca García, Tomás Cueva, Hernán Laborde, Román Guerra Montemayor, José Cardel Murrieta, Hipólito Landero, Hilario Moreno Aguirre, Jacob Nájera Hernández, Joel Arriaga, Enrique Cabrera Barroso, Julio Rosovski (Gómez) y Rosendo Gómez Lorenzo.

Puede decirse que están dadas las condiciones para escribir, ya, un buen Diccionario biográfico del PCM y de la izquierda mexicana en general.

De la bibliohemerografía

Además de la investigación en archivos de Rusia, México y otros países, el Diccionario se apoya en una gran cantidad de libros, folletos y otros textos en lengua rusa, que abarcan documentos de la Internacional Comunista, la Internacional Sindical Roja, el Socorro Rojo Internacional y la Krestintern, así como obras de dirigentes comunistas y otros materiales bibliográficos y hemerográficos.

Sólo para ofrecer un muestrario de las obras consultadas por los investigadores rusos, se anotan las siguientes: J. Arias Gómez, Farabundo Martí. Esbozo biográfico. Ed. Universitaria Centroamericana, 1972; C. R. Balbi, El Partido Comunista y el APRA en la crisis revolucionaria de los años treinta, G. Herrera Editores, 1980; E. Barrios, El escuadrón de hierro, México, Ediciones de Cultura Popular, 1978; Antonio Bonzi, Proceso histórico del Partido Comunista Paraguayo (Un itinerario de luces y sombras). Asunción, Arandura Editorial, 2001; Manuel Caballero, Entre Gómez y Stalin. La Sección Venezolana de la Internacional Comunista, edición aumentada y corregida, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1989; H. Camarero, A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en la Argentina, 1920-1935. Siglo XXI, Buenos Aires, 2007; E. Carone, O P.C.B. (1922-1943), Vol. l, Sao Paulo, Difel, 1982; Rodolfo Cerdas Cruz, La Hoz y el Machete: La Internacional Comunista, América Central y la Revolución en Centro América. San José, Univ. Estatal a Distancia, 1986; E. Concheiro, M. Modonessi y H. Crespo (eds.), El comunismo: otras miradas desde América Latina. México, UNAM. 2007; Emilio J. Corbiere, Orígenes del comunismo Argentino: El Partido Socialista Internacional, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984; J. Correa, 40 años de luchas por el comunismo en Venezuela, s. l., s. a.; J. Crespo Toral, El comunismo en el Ecuador. Quito, 1958; Dominique Desanti, L’Internationale communiste, París, Payot, 1970; John W. F. Dulles, Brazilian Communism. 1935-1945. Repression during World Upheaval, Austin, University of Texas Press, 1983; Esbozo de historia del Partido Comunista de la Argentina. Origen y desarrollo del Partido Comunista y del movimiento obrero y popular argentino. Buenos Aires, 1948; Juan Uvaldo Estrada Ramos, El Partido Comunista Mexicano en el periodo cardenista: 1934-1940, tesis de maestría, México, UAM-I, 1996, y El Partido Comunista Mexicano bajo la dirección de Dionisio Encina. 1940-1959, tesis de doctorado, México, UAM-I, 2002; M. M. Feijo, Formação Politica de Astrojildo Pereira (1890-1920), Sâo Paulo, Editora Novos Rumos, 1985; Alberto Flores Galindo, La agonía de Mariátegui. La polémica con la Komintern, Lima, Deseo, 1980; A. Gómez, Rómulo Betancourt y el Partido Comunista de Costa Rica: 1931-1935, Caracas, 1985; Eugenio Gómez, Historia del Partido Comunista del Uruguay (hasta el año 1951), Montevideo, Ed. Élite, 1961; Ch. Hatzky, Julio Antonio Mella (1903-1929). Eine Biografie. Forum Ibero Americanum.Acta Coloniensia. Band 2. Frankfurt am Main: Vervuert Verlag, 2004. (Hay traducción española); Julio C. Jobet, J. Barria y Luis Vitale, Obras selectas de Luis Emilio Recabarren, Santiago de Chile, 1971; Fernando Lopez d’Alesandro, Historia de la izquierda uruguaya, Vol. 3. La fundación del Partido Comunista y la división del anarquismo (1919-1923). Montevideo, Vintén Editor, 1992; Arnoldo Martínez Verdugo (ed.), Historia del comunismo en México, México, Grijalbo, 1985; Medófilo Medina, Historia del Partido Comunista de Colombia, tomo I, 1910-1950, Bogotá, Centro de Estudios e Investigaciones Sociales, 1980; Ricardo Melgar Bao, El movimiento obrero latinoamericano. Madrid, Alianza Editorial, 1988; L. Michell Díaz, La Internacional Comunista en México y su sección nacional: el PCM. 1919-1925 (tesis de licenciatura en Relaciones Internacionales). México, El Colegio de México-CEI, 1985; Robert Andrew Nickson, Oscar Creydt: Una biografía, Asunción, El Lector, 2011; Lenin Eduardo Paredes Ruiz, Ricardo Paredes Romero y su Luz en el Mundo, Natal y João Pessoa, Brasil, 2012; Gerardo Peláez, Partido Comunista Mexicano. 60 años de historia. I (Cronología 1919- 1968), Culiacán, Universidad Autónoma de Sinaloa, 1980; A. Petrujin y E. Churilov, Farabundo Martí. Moscú, Ed. Progreso, 1985; Jorge del Prado, 40 años de lucha. Partido Comunista Peruano 1928-1962. Notas históricas del PCP, Lima; Hernán Ramírez Necochea, Origen y formación del Partido Comunista de Chile. Santiago, Ed. Austral, 1965; Angelina Rojas Blaquier, Primer Partido Comunista de Cuba, tomos 1-2, 1925 – 1935, La Habana, 2007; Humberto Rosales, Historia del Partido Comunista Paraguayo (1928 – 1990). http://musekp.wikidot.com/biblioteca-libre Transcripto y actualizado por la Juventud Comunista Paraguaya (2010); Daniela Spenser, Los primeros tropiezos de la Internacional Comunista en México, México, Publicaciones de la Casa Chata, 2009; Paco Ignacio Taibo II, Bolshevikis. Historia narrativa de los orígenes del comunismo en México (1919-1925), México, Ed. Joaquín Mortiz, 1986; Arturo Taracena Arriola y Omar Lucas Monteflores, Diccionario biográfico del movimiento obrero urbano de Guatemala. 1877-1944. Guatemala, Editorial de Ciencias Sociales, 2014; H. Tarcus H. (director), Diccionario Biográfico de la Izquierda Argentina. De los anarquistas a la «nueva izquierda» (1870-1976). B. Aires, Emecé, 2007; Renán Vega Cantor, Raúl Eduardo Mahecha. Las palabras al margen. 29 de mayo de 2013. http://palabrasalmargen.com/index.php/articulos/item/rauleduardo-mahecha-2; William Waack, Camaradas. Nos arquivos de Moscou. A historia secreta de revolucâo brasileira de 1935, Sao Paulo, Companhia das letras, 1993; A. Witker Velázquez, Los trabajos y los días de Recabarren, La Habana, Casa de las Américas, 1977. (Hay edición en México).

Las publicaciones periódicas de Moscú, México, La Habana, Lima, Buenos Aires y otras ciudades consultadas son muy numerosas; entre ellas destacan Amauta (Lima), 1929; América Latina (Moscú), 1990; Biulleten’ Kommunisticheskogo Internatsionala (Moscú), 1921; Bulletin du Bureau Auxiliare d’Amsterdam de l’Internationale Communiste (Amsterdam), 1920; El Comunista (Мéxicо),1920; Claridad (Lima), 1923; La Correspondencia Sudamericana (Buenos Aires), 1926-1929; Granma (La Habana), 1970, 1971, 1975, 1976, 1978, 1984, 1991; Documentos Políticos (Bogotá), 1967; La Internacional (Buenos Aires), 1921-1928; Izvestiia, (Moscú), 1924, 1927; Kommunist (Moscú), 1975, 1984; Kommunisticheskii Internatsional (Moscú), 1919-1943; Krasnyi Internatsional profsoyuzov (Moscú), 1921; Lateinamerika. Semesterbericht der Sektion Lateinamerika wissenschaften der Wilhelm-Pieck Universität (Rostock),1982, 1985; El Libertador (México). 1925; El Machete (México), 1924-1933; Nueva Era (Buenos Aires). 1972, 1974; Ороsición (Мéxicо), 1973, 1977, 1978, 1979, 1981; Pravda (Moscú). 1919-1991; Rabochii klass I sovremennyi mir (Moscú), 1979; El Siglo. Revista Semanal (Santiago de Chile), 1972; Trud (Moscú), 1928, 1929; Voprosy istorii (Moscú), 1949, 1952, 1959, 1967, 1972.

Notas

(1) Zhou Enlai, «La Internacional Comunista y el Partido Comunista de China», en Obras escogidas de…, t. II, Beijing, Ed. en L. Extr., 1989, pp. 332-333.

2) Véase Gerardo Peláez Ramos, El sindicalismo magisterial. 1935-1943, México, SNTE, 1994.

(3) Véase Fernando Claudín, La crisis del movimiento comunista. 1. De la Komintern al Kominform, París, Ruedo Ibérico, 1970, pp. 566 y 567.

(4) «Discurso del maestro…, pronunciado en la sesión de clausura de la Convención Obrera Pro-Ley del Trabajo, verificada del 15 al 20 de agosto de 1929, convocada por la Alianza de Uniones y Sindicatos de Artes Gráficas», en Vicente Lombardo Toledano, Obras completas, vol. VI, México, Gob. del Edo. de Pue., 1990, pp. 7-8, y El Universal, 22-VIII-29, p. 5, 1ª Secc.

(5) Véase ¿Así se forma la cabeza del proletariado? (Reseña de una lucha interna), México, Ed. de la LLE, 1963, pp. 63-68.

(6) Historia documental de la Confederación de Trabajadores de México, t. I. 1936-1941, México, PRI ICAP, 1981.

***Lazar y Víctor Jeifets, América Latina en la Internacional Comunista, 1919-1943. Diccionario biográfico, Santiago de Chile, Ariadna Ediciones, 2015. 791 páginas. Existe edición electrónica de La Haine.

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