Alrededor de 400 mil trabajadores (un 10% de los asalariados) no reciben sus sueldos a tiempo y sólo una de cada 10 empresas están al día en el pago de sus nóminas, según muestran los datos ofrecidos ayer por la Autoridad Laboral griega. Como resultado de la crisis desatada por las entidades financieras, y ante […]
Alrededor de 400 mil trabajadores (un 10% de los asalariados) no reciben sus sueldos a tiempo y sólo una de cada 10 empresas están al día en el pago de sus nóminas, según muestran los datos ofrecidos ayer por la Autoridad Laboral griega.
Como resultado de la crisis desatada por las entidades financieras, y ante la cancelación por parte de estas de cualquier tipo de préstamo, la espiral de recesión se inicia con los pequeños establecimientos, continúa con sus empleados y se renueva con la caída del consumo por parte de las familias.
De acuerdo con el secretario especial de la Inspección de Trabajo, Mijalis Jalaris, la mayoría de los retrasos en el pago de salarios se dan en el sector de la restauración (25,5 por ciento), en el comercio al por menor (24,71) y en los hoteles (8,85), y comprenden desde unos pocos días hasta varios meses. Esto es una práctica habitual en 9 de cada 10 empresas griegas y en concreto 150 mil de ellas -lo que supone una cuarta parte del total- no pagaron a sus asalariados durante al menos los últimos tres meses. La situación para los trabajadores se vio agravada por el aumento de la contratación a tiempo parcial y la precariedad de las nuevas contrataciones.
En los últimos tres años los contratos de trabajo a tiempo completo cayeron del 79 por ciento (en 2009) al 60,4 (en 2011), mientras que los de tiempo parcial pasaron en el mismo periodo del 16,7 al 30,65, y los de horario rotativo del 4,3 hasta 8,95.
Jalaris explicó que en los dos primeros meses del presente año, por vez primera, los nuevos empleos con jornadas reducidas y los de flexibilidad horaria superaron a los de tiempo completo, además unos 15 mil empleados vieron recortados tiempo de trabajo y salario a la mitad.
Al mismo tiempo, casi un tercio de los asalariados trabajan sin ningún tipo de cobertura social ni sanitaria, según se comprobó tras los controles aleatorios efectuados recientemente por la inspección de Trabajo en más de tres mil empresas, que empleaban a 9 mil 319 personas.