A raíz de los graves acontecimientos que tuvieron lugar los días 7 y 8 de enero de 2010 en Rosarno (sur de Italia), donde trabajadores migrantes han sido víctimas de violencia y ataques racistas, y en el marco de su campaña «Por un derecho de fiscalización de los lugares de encierro», Migreurop organizó una misión […]
A raíz de los graves acontecimientos que tuvieron lugar los días 7 y 8 de enero de 2010 en Rosarno (sur de Italia), donde trabajadores migrantes han sido víctimas de violencia y ataques racistas, y en el marco de su campaña «Por un derecho de fiscalización de los lugares de encierro», Migreurop organizó una misión internacional de observación, el viernes 15 de enero de 2010.
Esta misión ha permitido visitar el Centro de Identificación y Expulsión (CIE) y el Centro de Acogida de Solicitantes de Asilo (CARA) de Bari.
La delegación se componía de tres parlamentarios europeos: Isabelle Durant (Europa Ecología del Parlamento Europeo – Bélgica), Hélène Flautre (Europa Ecología del Parlamento Europeo – Francia) y Rui Tavares (Bloque Unido de Izquierda en el Parlamento Europeo – Portugal); de un diputado italiano: Maurizio Turco (Radicales) y tres asociaciones europeas miembros de Migreurop: ARCI (Italia), Statewatch (Italia) y el CIRÉ (Bélgica).
Los diputados europeos presentes en la Misión celebraron una conferencia de prensa en el Parlamento Europeo de Estrasburgo el martes, 19 de enero a las 14:30 sobre la alarmante situación de los migrantes en Italia.
Las pruebas recogidas durante esta misión dan cuenta de las graves condiciones de explotación en las actividades agrícolas donde los trabajadores subsaharianos eran empleados. Dan cuenta igualmente de las violaciones de derechos que han sufrido y que afectan principalmente, además de las condiciones de trabajo, a las condiciones inhumanas y degradantes en que estaban alojados y a la segregación a la que eran sometidos. A la vista de estos hechos, es evidente que lejos de ser responsable, los migrantes de Rosarno son víctimas que necesitan ser protegidas.
La misión ha constatado que a la violencia padecida se ha añadido las mentiras del Gobierno italiano: mientras el ministro del Interior afirmaba que los migrantes heridos habían obtenido el estatus de protección humanitaria, la delegación ha recogido diversos testimonios según los cuales uno de los heridos estaría actualmente encerrado en el CIE de cara a su deportación. Del mismo modo, la evacuación por la policía de los migrantes de Rosarno, que se ha presentado como una medida de protección contra la venganza de la población indígena, ha demostrado ser una redada para aquellos que no poseían permiso de residencia. Éstos han sido llevados al campo de detención a la espera de su deportación.
Lo que ha sucedido no es casualidad, la responsabilidad es del gobierno que alienta el racismo y la violencia con la legislación y las declaraciones de algunos representantes, y acaba estando completamente ausente allí donde se producen conflictos. Lo que sucedió es producto de dos factores: la criminalización de migrantes y la ausencia del Estado allá donde impera la ley de la mafia.
Migreurop recomienda que los trabajadores migrantes de Rosarno actualmente detenidos reciban protección específica como víctimas de explotación humana y económica. También pedimos que se realicen más investigaciones sobre los sucesos de Rosarno. Hay que analizar los procesos políticos y económicos que llevan a poner en una situación de virtual esclavitud y de someter a condiciones infrahumanas a los nacionales de África que son empleados en las explotaciones agrícolas en el sur de Italia y en otros lugares en Europa.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.