Los Hijos de Don Quijote están hoy definitivamente de vuelta, después que las quejas de las personas sin vivienda en Francia llegarán al límite y las promesas gubernamentales quedarán en punto muerto. Augustín Legrand, portavoz de los denominados Hijos de Don Quijote o SDF (ciudadanos sin domicilio fijo), dijo hoy a un grupo de periodistas […]
Los Hijos de Don Quijote están hoy definitivamente de vuelta, después que las quejas de las personas sin vivienda en Francia llegarán al límite y las promesas gubernamentales quedarán en punto muerto.
Augustín Legrand, portavoz de los denominados Hijos de Don Quijote o SDF (ciudadanos sin domicilio fijo), dijo hoy a un grupo de periodistas que el regreso de las tiendas de campaña al canal de Saint Martín se dio casi de forma espontánea.
«Desde el 8 de enero la gente espera que vengan los trabajadores sociales y comiencen a organizar el presunto albergue de esta pobre gente que no tiene un techo digno donde pasar la noche», declaró.
El conocido actor, que ha contado con el apoyo de otras figuras del arte francés, como sus colegas Jean Rocheffort y Jean-Pierre Mocky, reclamó una vez más la dimisión de la ministra delegada de Cohesión Social, Catherine Vautrin.
«Si el gobierno designara a alguien competente para tan importante cargo, tal vez lograríamos avanzar y dar las respuestas que esperan los desposeídos en toda Francia», opinó.
La dilación del proceso, que suponía dar alojamiento hasta 26 mil personas en albergues mejorados, de acuerdo con la administración de Dominique de Villepín, creo un clima de inseguridad alrededor del canal de Saint Martín.
Los comerciantes de la zona, ubicada en un barrio elitista de París, dijeron que la circulación de alcohol, marihuana y crack puso en peligro la seguridad dentro de las mismas casas de campaña, que debieron de desaparecer hace semanas.
En su defecto, Legrand, junto a sus dos hermanos que participan en la agrupación Los Hijos de Don Quijote, admitió que poco a poco los SDF no tuvieron más alternativa que rearmar sus campamentos mientras dura la espera.
A diferencia de la ocasión anterior, los SDF se desplegaron en distintas áreas de esta capital y otras ciudades galas.
El primer ministro, Dominique de Villepin, encabezó las discusiones con su gabinete el pasado 17 de enero sobre el proyecto de ley que señala el derecho a tener una vivienda en Francia, exigible ante los tribunales, al igual que sanidad y educación.
La futura legislación pasará a debate ante la Asamblea Nacional antes del 22 de febrero próximo. Los analistas creen que de todas formas, sus efectos tardarán en materializarse.
Según los expertos, la ley contempla que el Estado será garante jurídico del derecho a una casa. Una vez implementada, beneficiará a las personas afectadas a partir de los finales del 2008.
También, de acuerdo con fuentes oficiales, incidirá de manera favorable en trabajadores con bajos ingresos y madres solteras.
Sin embargo, no será hasta enero de 2012 que se permitirá exigir una vivienda a todas las familias o personas que habiten casas insalubres o indignas.
Tres millones de personas en Francia viven en casas indignas, un millón no tiene alojamiento y de ellos, más de 100 mil duermen en la calle.
La asociación de Los Hijos de Don Quijote sostuvo hoy que la solución temporal tiene que aparecer de forma inmediata, sin estar sujeta a problemas burocráticos e ineptitud de funcionarios.