Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
En junio estuve en la plaza Guildhall de Derry y vi cómo los familiares de las 14 víctimas inocentes del Regimiento de Paracaidistas Británicos expresaban su satisfacción ante la conclusión del Informe Saville de que las 14 personas eran víctimas inocentes. Después del Bloody Sunday [Domingo Sangriento] el sistema británico y, para su vergüenza, gran parte de los medios de comunicación británicos acusaron a las personas contra las que se había disparadas de ser «pistoleros» y de «arrojar bombas». Se dijeron mentiras y se preparó una cobertura para el hecho, y la clase dirigente británica cerró filas para defender las acciones de su ejército. La mentira persistió durante décadas.
En incontables acciones durante décadas de guerra, la estrategia del ejército británico y del RUC [Royal Ulster Constabulary, policía del Irlanda del Norte, n. de la t.] empleó operaciones de tirar a matar, balas de goma, redadas masivas en las casas, torturas, toques de queda e intimidaciones, y la connivencia entre las fuerzas del Estado y los escuadrones de la muerte unionistas para matar a muchos centenares de ciudadanos. Y trataron de intimidar a toda una comunidad.
Todos los recursos del Estado británico, incluyendo los legales, judiciales y de propaganda se centraron en ello. Con frecuencia se afirmaba que las víctimas eran hombres o mujeres armados cuyas armas habían hecho desaparecer unas multitudes hostiles, o que habían cometido acciones que dieron a los soldados razones para creer que estaban armados o que eran una amenaza, o que huían de las patrullas, lo que justificaba que les dispararan. En muchos de estos casos se sigue negando la verdad a los familiares.
También se dijo con frecuencia que el norte era el campo de pruebas del Estado británico para su sistema militar y de inteligencia. La verdad es lo que es evidente en las revelaciones contenidas en algunos de los 90.000 archivos militares estadounidenses que se han colgado recientemente en la página web de WikiLeaks y que han recogido detalladamente varios periódicos, incluyendo The Guardian, The New York Times y Der Spiegal. Los archivos revelan la profundidad del fracaso en la estrategia militar de la OTAN que hasta ahora ha sido evidente en la cobertura de la guerra.
La experiencia y las técnicas de Afganistán, y las estrategias y la propaganda empleadas en esta guerra no son excepcionales. Siguen un modelo que les resultará familiar a las personas que observaron la guerra en Irlanda o informaron de ella. Por ejemplo: los archivos de WikiLeaks proporcionan una lista de acciones en las que estaba implicado el ejército británico. Estas son algunas de ellas:
• 15 de noviembre de 2006: En Helmand comandos de la Marina del ejército británico hicieron disparos de advertencia a un vehículo y mataron a dos civiles e hirieron a otros dos, incluyendo a un niño.
• 12 de marzo 2008: Helmand. Soldados británicos recurren a hacer disparos desde un helicóptero y afirman haber matado a tres enemigos. Más tarde se encuentran los cuerpos de dos mujeres y de dos niños.
• 19 noviembre de 2008: comandos de marina lanzan «disparos de advertencia» a un vehículo. Matan a un niño.
• 19 de mayo de 2009: los gurkhas recurren a un bombardeo aéreo y matan a ocho civiles y destruyen unas instalaciones familiares.
• 30 September 2009: Helmand. El Regimiento de Fusileros recurre a un bombardeo aéreo sobre unas instalaciones en las que viven dos familias. Siete muertos.
Cuando se le pidió que respondiera a esto, el ministro de Defensa británico afirmó: «Actualmente estamos examinando nuestros archivos para establecer los hechos en el aumento de incidentes con supuestas víctimas». Human Rights Watch (http://www.hrw.org/), que hizo un informe sobre la guerra en Irlanda del Norte y ahora está haciendo un trabajo similar en Afganistán, afirmó: «Estos archivos sacan a la luz lo que ha sido una tendencia constante en las fuerzas estadounidenses y de la OTAN: la ocultación de las víctimas civiles».
También se ha revelado la existencia de la Task Force 373 [Fuerza Conjunta] [1], una unidad de operaciones encubiertas cuya misión es «eliminar» al enemigo. ¿Recuerdan las acciones de tirar a matar en Belfast y Lurgan, y en otras partes del norte que realizaron las fuerzas especiales clandestinas? Todo esto sólo es la superficie de otra guerra sucia que se está luchando usando versiones modernas de viejas técnicas y estrategias, y que está fracasando.
¿Será distinta la publicación por parte WikiLeaks de los documentos de batalla e inteligencia? «En absoluto», según el secretario de Exteriores británico, William Hague. Su contestación también podría haber procedido de la boca de Reginald Maudling [2] o de William Whitelaw [3], de Roy Mason, de Tom King o de cualquiera de los ministros británicos anteriores que eran responsables de proseguir la guerra británica en Irlanda y cuyas políticas mantuvieron un conflicto que podía haber acabado mucho antes.
Pero, entonces, ¿deberíamos sorprendernos? ¿Quienes sobrevivimos a la guerra de los británicos en Irlanda deberíamos sorprendernos de la estupidez de la mentalidad militar y política británica? Un ex-comandante del ejército británico en Afganistán, el coronel Richard Kemp [4], afirmó recientemente que el ejército británico había ganado la guerra en Irlanda. Si Kemp, que se supone era el estratega clave del ejército británico en Afganistán, podía estar tan equivocado acerca de su propio país, ¿por qué sería de esperar que tuviera razón en relación a Afganistán? Y si él y William Hague reflejan la manera de pensar británica de hoy, entonces los británicos están destinados a cometer en aquella parte del mundo los mismos errores que cometieron aquí.
Notas:
[1] http://www.guardian.co.uk/world/2010/jul/25/task-force-373-secret-afghanistan-taliban
[2] Reginald Maudling (1917- 1979) fue un politico británico que formó parte de varios gobiernos. Fue responsable de la política en Irlanda del Norte del gobierno británico en la época del Bloody Sunday en 1972; poco después abandonó la política por un escándalo que no tenía relación en una de las compañías de las que era director (http://en.wikipedia.org/wiki/Reginald_Maudling)
[3] http://www.guardian.co.uk/news/1999/jul/02/guardianobituaries.obituaries
[4] El coronel Richard Justin Kemp CBE (nacido el 14 de abril de 1959) sirvió en el ejército británico desde 1977 a 2006. Fue, entre otras cosas, Comandante de las Fuerzas Británicas en Afganistán. Después de retirarse del ejército se dedicó a escribir. Su primer libro, Attack State Red es una explicación de la campaña de 2007 emprendida por el Royal Anglian Regiment, en el que se documenta su despliegue inicial en Afganistán. Dos semanas después de su publicación el libro figuraba en las listas de bestsellers de Sunday Times (http://en.wikipedia.org/wiki/Richard_Kemp)
Fuente: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2010/aug/02/wikileaks-british-lies-afghanistan-ireland