Alan Rusbridger

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Lo que sea que hizo Assange en 2010 y 2011, no fue espionaje. Y tampoco es ciudadano estadounidense. Los delitos en los que supuestamente incurrió el australiano no fueron cometidos dentro del territorio de Estados Unidos. Como ha observado Joel Simon, director del Comité para la Protección de Periodistas: «Según este razonamiento, cualquiera que publique en cualquier parte del mundo información que el Gobierno de EE.UU. considere clasificada podría ser acusado de espionaje».