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Creemos el Partido Progresista del Mercosur

Fuentes: Cultura Política

En 2015 entra en vigor la proporcionalidad atenuada en el Parlamento del Mercosur, con Brasil con 75 asientos, Argentina con 43, Venezuela con 33, Paraguay con 18 y Uruguay con 18, impulsando la integración política rumbo a este nuevo país que está naciendo, poco a poco, por las manos de la democracia; Argentina y Paraguay […]

En 2015 entra en vigor la proporcionalidad atenuada en el Parlamento del Mercosur, con Brasil con 75 asientos, Argentina con 43, Venezuela con 33, Paraguay con 18 y Uruguay con 18, impulsando la integración política rumbo a este nuevo país que está naciendo, poco a poco, por las manos de la democracia; Argentina y Paraguay ya tienen elección directa de parlamentarios, siendo que hasta 2020 todos los integrantes deben tener elecciones directas.

En los últimos años, con la formación de la Alianza del Pacífico, la expansión y la consolidación del Mercosur fueron puestas en duda, dando la impresión de que los dos bloques de alguna forma competirían entre sí. El gran problema de este tipo de evaluación es que no tiene en cuenta que el Mercosur tiene una característica muy distinta de la Alianza del Pacífico (que es una alianza económica); el Mercosur, además de ser una alianza económica, es una alianza política, que ocurre no sólo por la reunión de sus presidentes, sino también por la existencia de un parlamento, el Parlasur. Esta diferencia cualitativa pone al Mercosul en otro nivel de integración, pues sólo una integración política democrática puede llevar a una integración económica profunda, como la creación de una moneda única, a ejemplo del proceso que llevó a la creación del euro en la Unión Europea.

El Parlamento del Mercosur (Parlasur), que se localiza en Montevideo, capital de Uruguay, tendrá a partir de este año de 2015 una proporcionalidad atenuada, teniendo Brasil 75 parlamentarios, Argentina 43, Venezuela 33, Paraguay 18 y Uruguay 18. Hasta el momento, Argentina y Paraguay establecieron la elección directa de la población para los parlamentarios, siendo que el plazo para que todos los países institucionalicen las elecciones directas es 2020. De esta forma, en sólo algunos años, todos los electores del Mercosur eligirán a sus representantes en el Parlasur. Por eso hago la propuesta del título de este artículo. ¿Alguien ya vio un parlamento relevante, moderno y democrático sin partidos políticos?

¿Y por qué un Partido Progresista del Mercosur? Primero, porque es esencial organizar la actuación política de la población del Mercosur a través de sus intereses comunes, aunque las personas hayan nacido en Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay o Venezuela. La proximidad de visión de mundo no necesariamente coincide con que las personas hayan nacido en una de estas regiones (o países, por ahora). Segundo, porque mientras la identificación de los parlamentarios sea mucho más por país que por partido, será mucho más difícil evolucionar rumbo a una mayor proporcionalidad del número de parlamentarios con relación a la población de los países, lo que perjudica la calidad de la democracia en el Parlasur, pues el principio de «un voto por persona» es básico en la democracia. Una organización del Parlasur por partidos y no por países daría a las poblaciones de los países menos populosos la seguridad de que la población de los países más populosos no podría simplemente formar una mayoría, ya que sería la composición por partidos, pasando por todos los países, que formaría la mayoría.

Estoy consciente de que el párrafo anterior respondió más a la cuestión de por qué crear partidos en el Mercosur que por qué el partido propuesto tendría este nombre. Considero que el espectro político más influyente hoy día, en el mundo, es el espectro progresismo-conservadurismo. Es verdad que para mucho(a)s, progresismo e izquierda son conceptos muy semejantes, igual que conservadurismo y derecha. Sin embargo, creo que el análisis histórico y la práctica política indican que los espectros progresismo-conservadurismo e izquierda-derecha no coinciden. En las últimas décadas, muchas voces defendieron la idea de que izquierda y derecha no existen más. Esta impresión (con la que no concuerdo) fue causada especialmente por el gran aumento en la dificultad en definir quien era de izquierda y de derecha, incluso porque muchas personas y grupos políticos cambiaron de posición en este espectro en un corto espacio de tiempo, sin que muchas veces ni siquiera concordaran con que habían cambiado. Esta contradicción puede disminuir si consideramos no sólo en qué punto del espectro izquierda-derecha estas personas y grupos políticos estaban, sino también en qué punto del espectro progresismo-conservadurismo estaban. Si tenemos esto en cuenta, veremos que el espectro progresismo-conservadurismo explica mejor los comportamientos políticos que el espectro izquierda-derecha.

Independientemente de esta evaluación, el término «progresista» tiene la capacidad de transmitir un mensaje fundamental sobre el posicionamiento de este partido frente a los desafíos que la realidad le presenta a la población del Mercosur. Incluso, talvez uno de estos desafíos sea cambiar el nombre de esta unión política y económica de «Mercosur» a algo que no represente solamente la unión de mercados, incluyendo la unión política. En este sentido, lo más realista talvez sea esperar a que el Mercosur se expanda hasta que sus integrantes plenos coincidan con los de la Unasur, que siendo Sudamérica, como país sería una de las grandes potencias del siglo XXI, junto con Estados Unidos, Europa y China, por ejemplo.

Fuente: http://culturapolitica.info/?p=402