En el pensamiento del mundo Grecia siempre está conectada con su glorioso pasado. Su arquitectura (Partenón), su filósofos (Sócrates, Platón, Aristóteles, etc), su arte (Aristofanes, Euripedes etc.) y, lo más importante de todo, el sistema político de Atenas durante su siglo de oro, una democracia directa que no tiene que nada ver con la democracia […]
En el pensamiento del mundo Grecia siempre está conectada con su glorioso pasado.
Su arquitectura (Partenón), su filósofos (Sócrates, Platón, Aristóteles, etc), su arte (Aristofanes, Euripedes etc.) y, lo más importante de todo, el sistema político de Atenas durante su siglo de oro, una democracia directa que no tiene que nada ver con la democracia liberal de hoy, construyeron un fabuloso pasado que sigue persiguiendo nuestro presente. ¿Pero hay algo común entre la Grecia moderna y esa fabulosa Grecia antigua? La respuesta simplemente es no. Los griegos de hoy recuerdan a los compañeros de Ulises en la isla de la bruja Circe; el pasado y el futuro parece que no importan a nadie, el fatalismo y el individualismo dominan la vida de la Grecia actual. Naturalmente, en los términos de Wallerstein Grecia es un país de la semi-periferia dentro de un sistema global (económicamente) y las influencias globales de los paradigmas neoliberales tienen influencia sin duda en cualquier pueblo del mundo, pero Grecia parece un caso muy particular: el pueblo parece muerto, ningún (o muy poco) tipo de movilización y resistencia existe.
Mas especificadamente: el 7 de Marzo del 2004 ganó las elecciones el partido Nueva Democracia (Νεα Δήμοκρατια), un partido neo-conservador después de diez años de gobierno del PASOK (socialistas). Desde 1981 hasta hoy el PASOK gobernó 18 años en total (1981-1989, 1993-2004) y Nea democracia 6 (1990-1993, y 2004 hasta la fecha). Estos dos partidos juntos suman en todas las elecciones después de 1981 un porcentaje de más del 75% de los votos, llegando en ocasiones hasta el 85%; el país de Europa donde los dos partidos mayoritarios suman el más grande porcentaje de votos (en democracias representativas). Parece algo parecido al régimen de punto fijo en Venezuela y al Frente Nacional en Colombia, aunque en Grecia no existe ningún acuerdo oficial entre los dos partidos a fin de gobernar el país para siempre. La izquierda griega es muy débil e incluye a dos partidos: el partido comunista KKE que tiene una ideología comunista mezclada con nacionalismo y el SYN, un partido progresista pero con muchas problemas internos. El poder de los dos en términos electorales es muy pequeño (los dos juntos suman mas o menos el 10%). Una tal situación política parece muy extraña en el país donde nació la democracia; en la antigua Grecia la participación, la opinión y la retórica eran valores imprescindibles para que alguien pudiera ser caracterizado como ciudadano- πολίτης‘, algo muy alejado de la Grecia moderna.
Lo mas extraño de todo es que, siendo Grecia el país mas pobre de los 15 en la EU (junto con Portugal-ver Eurostat) y el mas corrupto (en la lista de los países corruptos ocupa la posición 47, inmediatamente después de países Sudamericanos o Asiáticos) no haya ningún signo de que el pueblo esté interesado a cambiar algo a través de la lucha. Las desigualdades -más de 2 millones de pobres- crecen; el paro, oficialmente del 11%, entre los jóvenes menores de 25 años, supera en realidad el 25%, llegando en algunas regiones hasta el 32% –los mismos factores que están en la raíz de la revuelta de los pobres en las provincias de Paris. El gobierno intenta suprimir hasta el más mínimo residuo de protección social existente privatizándolo todo como en Estados Unidos. Asimismo, con las nuevas reformas los obreros pierden los pocos derechos que tenían y hay planes para cambiar el sistema de pensiones, privilegiando las compañías privadas sobre el sector publico. El gobierno todo eso lo presenta como la respuesta de Grecia a la globalización y el único camino de desarrollo económico, siempre haciendo referencia a la competencia. ¿Pero competencia de quién y para quién?
Tenemos que tener en cuenta que los medios de comunicación no hacen ninguna referencia a la crisis de sistema per-se, orientando la atención hacia asuntos de menor importancia-micro política. En los últimos meses, además, los canales privados de televisión concentran la atención en todo tipo de escándalos -utilizando cámaras ocultas. Por eso en las noticias no hay ya ningún -o muy poco- interés en difundir noticias internacionales o criticas al gobierno. Solo se ocupan de temas domésticos o de pequeñas corrupciones: el ministro adúltero o el viceministro que hace 15 años no pagó el billete de su hija en un viaje, etc. Desgraciadamente el pueblo griego es el pueblo que ve más televisión cada día -4 horas- y uno de los país en el que canales privados atraen la mayoría de las tele-miradas (85%). Aunque hay muchos periódicos, tienen muy poca circulación y Grecia ofrece el caso extremo de un pueblo de 11 millones de habitantes con 10 periódicos deportivos nacionales mientras que en España con una población 4 veces mayor, hay 4; en Italia 3 y en Francia sólo 2… Sin embargo todos esos medios de comunicacion no sinifican pluralismo de opinion, los medios de comunicacion están bajo el control de unas pocas familias griegas y la mayoria de esas familias tiene conexiones con sectores económicos de peso (normalmente con constructoras), y las criticas micropolíticas son siempre estrategias de estas familias para proteger sus intereses.
Además un gran porcentaje de filósofos, académicos y artistas deja el país para vivir en extranjero porque las condiciones de vida en Grecia están empeorando cada día más. No es una casualidad que en los últimos años, los griegos internacionalmente más famosos hayan vivido fuera de Grecia (Poulantzas, Castoriades, Gavras, etc.) y los pocos que quedan están marginalizados de los medios de comunicacion. Obviamente para los centros de capitalistas atraer recursos humanos de alta educación es una forma de explotación de la periferia y la semiperiferia. Desgraciadamente en Grecia no hay ninguna política encaminada a que los que se van o están en el extranjero vuelvan a su país.
En conclusión, un análisis somero permite hacer las más negras predicciones para Grecia. Si las masas no se despierten y hacen una contrarrevolución frente a la revolución neoliberal que intenta hacer el bipartidismo gubernamental el futuro va a ser mucho peor. La dinámica que había después de la dictadura y la lucha por la democracia parecen derrotados solo treinta años después. La izquierda tiene que asumir sus responsabilidades y encontrar una nueva senda hacia el socialismo antes de que sea demasiado tarde.