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Breve crónica de la desestabilización imperial en América Latina

Fuentes: Rebelión

Los intentos de desestabilización contra los procesos de cambio en la región están a la orden del día. La última denuncia llega desde Venezuela, donde el vicepresidente Ramón Carrizales aseguró que autoridades de ese país detectaron un sobrevuelo de un avión estadounidense sobre la isla de la Orchila, donde Venezuela mantiene una base militar. Esos […]

Los intentos de desestabilización contra los procesos de cambio en la región están a la orden del día. La última denuncia llega desde Venezuela, donde el vicepresidente Ramón Carrizales aseguró que autoridades de ese país detectaron un sobrevuelo de un avión estadounidense sobre la isla de la Orchila, donde Venezuela mantiene una base militar.

Esos sobrevuelos partieron desde Curazao, isla que Holanda mantiene bajo estatus colonial. y donde Washington posee bases militares desde la segunda guerra mundial. Esta isla está a pocos kilómetros del territorio venezolano, esto quiere decir que Estados Unidos mantiene virtualmente cercada a Venezuela, si se piensa que además hay que sumar las 7 bases que Obama aprobó instalar en Colombia.

Una semana antes, el presidente Hugo Chávez había denunciado otra incursión aérea estadounidense, esta vez mediante un avión no tripulado y desde una de las bases emplazadas en Colombia.

El fin de semana pasado desde Quito, el presidente ecuatoriano Rafael Correa mostró una serie de correos electrónicos que forman parte de una campaña impulsada por organizaciones no gubernamentales financiadas desde Estados Unidos para generar en Ecuador una situación similar a la vivida hace algunos meses en Honduras.

«Tenemos informes de inteligencia que demuestran con datos, cifras (…) que están incluso recibiendo ayuda, ni siquiera del Gobierno de Estados Unidos, sino de organizaciones de extrema derecha» de ese país, dijo Correa.

En Paraguay Fernando Lugo no está más tranquilo, los rumores sobre el inicio de un juicio político en su contra son permanentes y esta semana volvieron a ser noticia.

La derecha paraguaya parece haber aprendido que un golpe de Estado al estilo hondureño es demasiado escandaloso; más fácil es destituir al presidente mediante la votación de la mayoría parlamentaria que ostentan.

En medio de todo este panorama, Estados Unidos volvió a recibir en su tierra a un representante de la derecha y prófugo de la justicia latinoamericana, se trata del boliviano Manfred Reyes Villa, quien tiene causas pendientes por corrupción ante la justicia de su país. Reyes Villa fue el último candidato a la presidencia por la oposición en Bolivia, además de ser uno de los militares entrenados por la tristemente célebre Escuela de las Américas.

Otro punto en este escenario de desestabilización lo suma la detención de un presunto agente de la CIA en Cuba, el hombre fue capturado hace un par de semanas por las autoridades de la isla mientras repartía equipos satelitales a los llamados miembros de la disidencia, habituados a recibir cuantiosos aportes de la inteligencia estadounidense.

Este miércoles, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alracón, informó que este ciudadano estadounidense fue contratado por una empresa que recluta para los servicios secretos estadounidenses.

Esa es una nueva adquisición que hay en Estados Unidos, y son agentes, torturadores, espías, que en la privatización de la guerra los contratan, explicó el líder parlamentario en conversación con reporteros en La Habana, según reportó de Prensa Latina.

Y si de procesos de desestabilización se habla, el caballito de batalla de la administración Obama es el experimento hondureño, donde acaba de finalizar su quinta visita en pocos meses el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Craig Kelly.

La visita de este enviado la explicó muy bien el vocero del departamento de Estado P J Crowley, quien afirmó desde Washington que Kelly quiere «ver como Estados Unidos ayuda a Honduras a avanzar, superar y borrar la tensión que resultó del golpe de Estado».

Obama cumplirá su primer año de mandato en estos días y para su segundo de mandato sus objetivos no parecen diferir en nada de los de su antecesor George W. Bush.

Para avanzar (parafraseando a Crowley), el mandatario y su administración no cesarán en su intento por superar y borrar a Chávez, Evo, Correa, Lugo y de paso cañazo a la revolución cubana.

No la tienen fácil pero soñar no cuesta nada (y Honduras sienta un peligroso precedente).

http://andressallari.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.