Dormido y malhumorado, el continente vuelve a ser terreno idóneo para las viejas ideas racistas y el darwinismo social, cuyo avance es patente.
La fea Europa del bostezo
Fuentes: La Vanguardia
Dormido y malhumorado, el continente vuelve a ser terreno idóneo para las viejas ideas racistas y el darwinismo social, cuyo avance es patente.