El próximo 6 de noviembre se celebraran elecciones presidenciales y legislativas en Nicaragua. Desde que se conoció que el Frente Sandinista presentaba a Daniel Ortega como candidato a la presidencia del país, diferentes medios de comunicación del estado español han comenzado su «campañita» de manipulación y falsedades para deslegitimar la candidatura de Daniel. A principio […]
El próximo 6 de noviembre se celebraran elecciones presidenciales y legislativas en Nicaragua. Desde que se conoció que el Frente Sandinista presentaba a Daniel Ortega como candidato a la presidencia del país, diferentes medios de comunicación del estado español han comenzado su «campañita» de manipulación y falsedades para deslegitimar la candidatura de Daniel.
A principio de Abril volvían a aparecer en el diario El País varios cables de la embajada Yanki de Managua con sus correspondientes artículos. «Los más buscados por EE UU: el sandinismo antidemocrático y corruptor (1)»y «Daniel Ortega, en la lista estadounidense de los más buscados (2)», eran los títulos de dichos artículos.
Unos días después, el 12 de Abril, el grupo Prisa anunciaba a bombo y platillo la entrega del premio Ortega y Gasset en categoría de «Periodismo Impreso» al periodista de La Prensa Octavio Henríquez por una serie de artículos sobre Tomas Borges relacionados con el «enriquecimiento del poderoso político nicaragüense» (3). Según el jurado este fue otorgado por una labor de investigación «minuciosa, valiente y bien documentada», realizada, además, «en condiciones adversas».
Y para rematar, desde Televisión Española se emitía el domingo 17 de Abril en su programa En Portada, el documental «Nicaragua al Alba». Según la presentación de la propia cadena «El programa repasa los últimos cuatros años del nuevo sandinismo y hace una disección de la clase política nicaragüense y de cómo el presidente Daniel Ortega ha logrado hacerse con los principales resortes del poder. En el reportaje también se aborda la forma en la que Daniel Ortega ha logrado suprimir el artículo de la Constitución que le impedía optar a la reelección en los comicios del 6 de noviembre de este año». Quizás lo único decente de este programa fue que en el tiempo que dura el programa no consiguieron que nadie de la gente del pueblo hablara mal de los programas sociales que realizado el gobierno sandinista aprovechando los recursos del ALBA.
Sobre los cables de la embajada gringa, es curioso que el artículo «Daniel Ortega, en la lista estadounidense de los más buscados», toma como referencia entre otros el cable 63040, con el título «Trilogía sobre los más buscados por EE UU en Nicaragua: el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)» (4). Este es el mismo cable que ya se publicó en este diario el 6 de diciembre de 2010 y que aparecía con el titulo «Cable en el que jueces sandinistas ponen en libertad a ‘narcos’ a cambio de dinero» (5) y en el que se basa el periodista Pablo Ordaz para publicar su artículo «EE UU: Chávez y el narcotráfico financian la Nicaragua de Ortega» (6).
Han pasado 4 meses desde la publicación del cable 63040 y El País sigue utilizándolo para desprestigiar y denigrar al presidente electo de Nicaragua. Nos imaginamos que este cable va a seguir dando mucho juego a este medio para seguir utilizándolo y deslegitimar cada vez que le convenga la candidatura de Daniel Ortega.
Volviendo a la «información» que nos brinda el redactor de El País, entre otras lindezas nos dice que en esos cables, el embajador Paúl Trivelli afirma que tanto Daniel Ortega como el FSLN «han recibido regularmente dinero de narcotraficantes internacionales para financiar sus campañas electorales». Según el articulista, en el cable las «valoraciones más duras se remontan a principios de los ochenta». También nos relata que «los hermanos Ortega habrían participado en el grupo que ordenó «la detención y tortura de miles de personas en cárceles y centros de internamiento», hechos que ocurrieron en el contexto de la guerra de principios de los ochenta entre el sandinismo y los «contras», financiados por EE UU. Siempre en ese entorno bélico, los dos jefes sandinistas «ordenaron numerosos asesinatos y desapariciones, incluyendo el asesinato de cientos de indígenas miskitos en sus asentamientos de la costa atlántica y la detención de miles en campos de concentración en 1981 y 1982».
En estos momentos en que «la memoria histórica» parece que empieza a ser un derecho de los pueblos, no esta de mas recordar algunos acontecimientos que se dieron en la Nicaragua de los 80 y que El País parece que ha olvidado. Al igual que hoy, en esos años, este medio intento engañar a la opinión pública española con sus mentiras, sus manipulaciones y su ocultación de la realidad. Su complicidad con la política exterior norteamericana quedo muy clara en algunas de sus editoriales y en los artículos que enviaban sus corresponsales desde Centroamérica.
Pero recordemos la historia. El 27 de junio de 1986 la Corte Internacional de Justicia de La Haya condeno a los EEUU por los ataques con explosivos contra puertos y otras instalaciones de Nicaragua (7). Las acusaciones mas importantes de esta sentencia y por la que se obligo a EEUU indemnizar a Nicaragua y acabar con todo hostigamiento fueron las siguientes: «entrenar, armar, equipar, financiar y abastecer a las fuerzas de la contra o de otra manera alentar, apoyar y ayudar en la ejecución de actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua; ataques contra territorio nicaragüense en 1983-1984; dirigir o autorizar sobrevuelos del territorio nicaragüense; colocar minas en las aguas internas o territoriales de la República de Nicaragua durante los primeros meses del año 1984; no dar a conocer la existencia y lugar de las minas por ellos colocadas; elaborar en 1983 un manual titulado «Operaciones Psicológicas en Guerra de Guerrillas» y difundir el mismo entre las fuerzas de la contra».
El gobierno de los EEUU jamás cumplió con esa sentencia (siguió con su guerra de baja intensidad hasta Febrero de 1990, cuando el FSLN pierde las elecciones) ni indemnizo a Nicaragua con los 17.000 millones de dólares en los que estaban calculados las perdidas del país. Su reacción fue salirse de la Corte Internacional de Justicia.
Pero quizás el articulista de El País desconoce lo que ocurría en aquellos años 80 y la credibilidad que tienen los dirigentes gringos cuando se refieren a Nicaragua y como fabricaban cualquier mentira para justificar su guerra contra el gobierno Sandinista.
La Revista Envío (8) publicaba en noviembre de 1986 refiriéndose a la manipulación del gobierno gringo «El más escandaloso de estos hechos iniciales de la campaña de desinformación fue la fotografía publicada en la revista derechista francesa Le Fígaro, en donde se presentaba a miskitos quemados vivos por los sandinistas. Cuando el entonces Secretario de Estado, Alexander Haig, blandió la revista con la foto ante las cámaras de la TV norteamericana, el autor de aquella fotografía la identificó inmediatamente como una que había tomado en 1978 durante la insurrección contra Somoza: los supuestos miskitos quemados no eran sino jóvenes sandinistas asesinados por la Guardia Nacional y a los que la Cruz Roja había incinerado después para evitar epidemias como se tuvo que hacer en muchas ocasiones en aquellos días».
Esta fábrica de mentiras en algunos casos llegaba hasta la ridiculez, pero desde algunos medios con tal de deslegitimar la candidatura de Daniel Ortega, vuelven a publicar estas mentiras. Quizás los campos de concentración a los que se refiere el cable sea en base a las declaraciones que también aparecen en el artículo de la Revista Envió, de Jeane Kirkpatrick, la Embajadora gringa en la ONU de esos años «También en aquel tiempo, Kirkpatrick, en el programa de TV «Informe MacNeill-Lehrer», denunció que los sandinistas estaban construyendo campos de concentración para 250 mil miskitos. Esta cifra es, tirando muy bajo, tres veces superior al número total de miskitos que existen en Nicaragua. Hay que tener en cuenta también que de ese total, sólo 22 mil vivían en territorios fronterizos y que de ellos, sólo 8.500 fueron desplazados a asentamientos que no tenían nada que ver con lo que se define como «campo de concentración».
En esa misma revista aparecen mas datos sobre las falsedades en las que algunos medios de comunicación participaban «Refiriéndose al discurso de Reagan del 9 de mayo de 1984 sobre la política norteamericana hacia Nicaragua, un periodista de la sección de análisis de una de las más importantes cadenas de periódicos de Estados Unidos, dijo: «Después de la mentira número 17, perdí la cuenta, pero no escribí una sola palabra sobre esto». En esa misma ocasión, otro periodista añadió: «Cuando el Presidente volvió a hablar de la persecución a los judíos, no podía creerlo. Ya habíamos enviado tres equipos a Nicaragua por este asunto y con dificultad lograron encontrar a un judío… Pero esta vez no podíamos volver a hablar sobre ese asunto».
Pero si algo no deberíamos de olvidar es como se financiaba la contrarrevolución. Esta provenía de por lo menos tres fuentes: la CIA, el tráfico de armas a Irán y el tráfico de drogas. Todo esto a pesar de las prohibiciones del Congreso de los Estados Unidos.
Sobre el Irán Gate lo mejor es leer los testimonios de uno de sus ejecutores, el terrorista Posada Carriles quien en esos años ejercía de mercenario en El Salvador y que lo explica con lujo de detalles en «Los Caminos De Guerrero. La red de abastecimiento a la Contra Abril de 1986» (9). Textualmente dice «La carga del avión, unas 80.000 libras, había sido adquirida por el grupo del teniente coronel Oliver North, asesor del Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan en materia de seguridad, que habían creado una red de abastecimiento para apoyar a los Contras. Como bien se sabe, el congreso norteamericano había prohibido al gobierno que le suministrara material bélico a las fuerzas rebeldes en Nicaragua; solamente se permitía la ayuda no letal: uniformes, botas, medicinas, etc. La CIA. que estaba a cargo de este proyecto, veía con muy buenos ojos que un grupo independiente apoyara con armas y municiones a los rebeldes antisandinistas» … «Se destapa la olla del famoso caso conocido como IRANGATE, en el que la ganancia obtenida por la venta de armas a Irán, fue utilizada para comprar y suministrar pertrechos bélicos a los Contras» … «¿Quién podía negar que esta era una operación permitida y controlada desde Washington? analicemos: Oliver North era asesor de seguridad del presidente Reagan. Desde la Casa Blanca se establecía comunicación y se daban directrices a nuestros teléfonos. Las máquinas codificadoras y descodificadoras de conversaciones telefónicas estaban restringidas al uso del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos y en cada una de nuestras casas había una. Casi todos, por no decir todos los pilotos, habían volado para la compañía Southern Air, que nos apoyaba con sus costosos aviones L-100 y cuyo personal, pilotos, mecánicos, etc., trabajaban para nosotros; era una compañía que pertenecía a la CIA, o que hacía trabajos para ella. Todos estos elementos indicaban que era muy difícil que Reagan no estuviera al tanto de todo lo ocurrido».
En cuanto a la financiación por medio del narcotráfico, también se puede encontrar en la Web Nuestra America.info (10) información bien detallada
El Cartel de Medellín montó una infraestructura en Yucatán para facilitar la introducción de cocaína en los EE.UU. Para esta operación, según documentos hechos públicos por el gobierno estadounidense, relacionados con el caso Irán-Contras, contó con el apoyo de la CIA. Los traficantes de droga colombianos apoyaban económicamente a la Contra a cambio de la vista gorda que hacían las autoridades de aduanas de los EEUU. Según la DEA más de 50 toneladas de cocaína fueron introducidas en Estados Unidos.
Y aún con todas estas realidades, El País seguirá creando la duda ante sus lectores con los cablecitos de la embajada Yanki.
Pero algunos, ni podemos, ni queremos olvidar la agresión criminal que sufrió Nicaragua por parte del gobierno estadounidense y que causo mas de 50.000 muertos, miles de lisiados de guerra y una nación en escombros. Desde la Solidaridad Internacionalista no debemos permitir que aquel crimen contra la humanidad cometido en nombre de la «democracia» imperial quede en el olvido.
La Revolución Sandinista fue un ejemplo de dignidad, de busca de la justicia social, de apuesta por una democracia plena, de Solidaridad entre la gente y ni quiera que el País, ni ningún medio de comunicación farsante vayan a poder manchar lo que con tanta sangre y esfuerzo construyo el pueblo nicaragüense.
En cuanto al premio Ortega y Gasset que le han entregado a Octavio Enríquez pues la verdad que como mínimo sorprende que con la que esta cayendo a nivel de acoso a los periodistas en tantos lugares del mundo, se hayan fijado precisamente en Nicaragua. No vamos a entrar en si sus acusaciones son ciertas o no, en Nicaragua existe un estado de derecho tan «creíble» como el del estado español o cualquier país europeo y tendrá que ser la justicia quien decida si Tomas Borges debe de ser condenado. Hasta la fecha solo ruido mediático ha producido el tan laureado trabajo investigativo de Octavio Enríquez.
Lo sorprendente son los argumentos que se utilizan para otorgar el premio. Según el jurado la serie de artículos elaborados por Octavio Enríquez salieron a la luz a pesar de las presiones y amenazas recibidas. Parece que siguiendo los pasos de los EX sandinistas, se quiere dar una imagen de que en Nicaragua se persigue a los medios de comunicación. Cualquiera que llegue a Nicaragua puede comprar los dos periódicos de mayor tirada nacional, La Prensa y El Nuevo Diario y leer en grandes titulares descalificaciones, insultos e improperios contra funcionarios del gobierno, incluido Daniel Ortega. Que sepamos, por todos esos titulares y noticias no ha existido ninguna detención a periodistas, ni siquiera acusación ante el juez por injurias, ningún medio ha sido clausurado, ninguna edición de periódicos ha sido censurada, Nicaragua es con diferencia el país con mayor libertad de expresión de toda la región y nada tiene que envidiar a las «democracias» occidentales, en Nicaragua cada quien dice lo que le da la gana. Si lo comparamos con nuestra «democracia» española, donde periódicos como Egunkaria son retirados de la circulación y siete años después la Audiencia Nacional absuelve por falta de pruebas delictivas a sus directivos, pues quizás habría que pensar que los nicas nos podrían dar lecciones de libertad de prensa.
Pero además, gran parte de estas investigaciones periodísticas contra funcionarios del gobierno sandinista son financiadas con fondos de la «cooperación» extranjera. Según la pagina Web del IEEPP (Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas) (11) mas de US$ 250.000 fueron entregados por el Fondo de Apoyo al Periodismo de Investigación, dentro del programa «Vida en Democracia» financiado por Dinamarca, Finlandia, Suecia y Gran Bretaña.
De estos US$ 250.000, Carlos Fernando Chamorro, antiguo director de Barricada (el periódico del FSLN en los 80′) y hoy en día líder de la oposición mediática al Frente Sandinista y uno de los impulsores del periodismo «investigativo» contra funcionarios del gobierno solamente, recibió US$ 91.184,25 para financiar sus medios de comunicación «Esta Semana» y «Confidencial», en total realizó 51 trabajos de periodismo de «investigación». Otros US$ 67.000 fueron repartidos a El Nuevo Diario y La Prensa para hacer investigaciones de esas que después «premiaron».
Mientras esto pasa en Nicaragua, en 2010 más de 15 periodistas fueron asesinados en Honduras simplemente por informar. Pero para el Grupo Prisa, seguro que en Honduras la profesión de periodista se puede ejercer sin ninguna «presión» y «amenaza». Podríamos hablar también de casos en México, Colombia y otros países donde ejercer la profesión de periodista supone jugarse la vida. Pero a saber porque, a los ilustrísimos del Grupo Prisa les intereso más una historia de Nicaragua que seguro que si se dan una vuelta por cualquier comunidad del estado español la pueden encontrar a patadas.
Faltan todavía 7 meses para las elecciones de Nicaragua, pero está claro que desde algunos medios de comunicación, a los que seguro se sumarán algunas organizaciones no gubernamentales, sociales y políticas del estado español, tienen clara la estrategia: deslegitimar la candidatura de Daniel Ortega. Para ello, vale todo. Manipular la historia, injurias, mentiras, medias verdades, premios y reconocimientos a opositores del gobierno, todo vale con tal de que la candidatura de Daniel Ortega este en entredicho aun antes de que se produzcan las elecciones. Quizás y peor para ellos, todo se deba a que las mayorías de las encuestas realizadas hasta la fecha dan una victoria del FSLN con una amplia mayoría para las elecciones del 6 de Noviembre.
Notas:
3. http://www.elpais.com/
7. http://es.wikipedia.org/
8. http://www.envio.org.ni/
9. http://www.
10. http://www.nuestraamerica.
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