La Unión Europea insiste en su dictado y continúa con el bullying a Grecia: Debe apoyar el plan de hiper austeridad exigido por el FMI, el Banco Central Europeo y la UE como condición sine qua non para nuevos préstamos. Y advierte de que sin ese nuevo tramo de dinero Grecia irá directa a la […]
La Unión Europea insiste en su dictado y continúa con el bullying a Grecia: Debe apoyar el plan de hiper austeridad exigido por el FMI, el Banco Central Europeo y la UE como condición sine qua non para nuevos préstamos. Y advierte de que sin ese nuevo tramo de dinero Grecia irá directa a la quiebra, y con ella el sistema bancario europeo y la economía global conocerán un nuevo «shock Lehman Brothers» de devastadoras consecuencias. El relato aporta pocas novedades, ya se conocía. Resulta comprensible el aire de desesperación que ayer recorría la cumbre de líderes europeos de Bruselas. Durante un año lo han intentado todo para resolver la crisis de la deuda, pero ésta persiste. Han rescrito sus propias reglas, han creado nuevos mecanismos, han comprometido miles de millones de euros. Y la amenaza no deja de crecer.
La retórica europea volvió a repetirse en el comunicado oficial: «pase lo que pase», se hará «todo lo que sea necesario» para asegurar la estabilidad financiera. Pero ni siquiera así se tranquiliza a los mercados ni se estabilizan las bolsas. De hecho, son cada día más los que creen que ese juego es un bluff. El miedo a la quiebra griega -y la consiguiente reacción en cadena- está tan enraizado en el pensamiento oficial de la UE que, incluso ante un «no» del Parlamento griego al paquete de medidas exigido, el dinero seguiría estando disponible. La pregunta ya no es si Grecia quebrará o no, sino cuándo lo hará. Quizá ha llega el momento para Grecia de aceptar la realidad, coger el volante y dirigir su propio destino para decidir cuándo quebrar y no someterse a una austeridad insoportable para que al final otros decidan cuándo y cómo lo hará.
Pero más allá de la crisis de la deuda, la UE se enfrenta a una crisis existencial, puede que más peligrosa. No sólo es el caos de la moneda común, o las economías moribundas de muchos estados miembros, millones de europeos se preguntan para qué sirve y en qué les ayuda. Las élites políticas han abandonado el proyecto histórico de Europa y su espíritu pionero fundacional alejándose cada vez más de los problemas reales de los europeos.
Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20110625/274789/es/Deuda-griega-crisis-existencial-europea