La economía francesa, víctima colateral de la grave crisis de la eurozona, caerá en una recesión moderada en el tercer trimestre de este año, según una primera previsión del Banco Central. Ese repliegue del crecimiento amenaza con perturbar los esfuerzos del gobierno socialista de François Hollande para cerrar el presupuesto sin agravar el déficit ni […]
La economía francesa, víctima colateral de la grave crisis de la eurozona, caerá en una recesión moderada en el tercer trimestre de este año, según una primera previsión del Banco Central. Ese repliegue del crecimiento amenaza con perturbar los esfuerzos del gobierno socialista de François Hollande para cerrar el presupuesto sin agravar el déficit ni aumentar la política de rigor.
El producto bruto interno (PBI) se replegará 0,1% en el período junio-septiembre luego de otro retroceso similar en el segundo trimestre. Se considera que un país cae en recesión -como ya lo hicieron este año Italia y Gran Bretaña- cuando acumula dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
Por el impacto mundial de la crisis de 2007, Francia sufrió una recesión de cuatro trimestres que abarcó la segunda mitad de 2008 y el primer semestre de 2009. Desde entonces, tuvo 11 períodos seguidos de crecimiento hasta que volvió a replegarse en el segundo trimestre de 2012.
El ministro de Economía francés, Pierre Moscovici, relativizó el anuncio al decir que «el combate por el crecimiento no está perdido». «Lo que importa es que Francia tenga una economía sana y creíble en el contexto europeo», declaró, en una entrevista que será publicada en el diario Nice Matin.
El anuncio del Banco de Francia anticipó en seis días la estimación para el tercer trimestre que dará a conocer el instituto estadístico (Insee) el 14 de agosto. Pero no es imposible que la previsión del Insee pueda ser sensiblemente diferente. El Banco de Francia viene anticipando desde principios de julio una caída de la actividad, mientras que el organismo estadístico prevé, por ahora, un escenario diferente.
Después de cerrar el primer semestre con crecimiento nulo, espera un repunte de 0,1% del PBI para el tercer trimestre y de 0,2% el último término del año. Así concluiría 2012 con un crecimiento de 0,4% después de haber cerrado 2011 con un crecimiento de 1,7%, cifra satisfactoria en el contexto depresivo de la eurozona.
Ese escenario, calculado en junio, podría haber sido afectado por la neta desaceleración de la economía mundial y de la europea en particular. A principios de julio, un mes y medio después de llegar al poder, el gobierno revisó a la baja sus propias previsiones y calculó un crecimiento de 0,3% en 2012 y de 1,2% en 2013.
El indicador de actividad del Banco de Francia demuestra que la economía cayó a su nivel más bajo desde principios de 2010. Esa imagen pesimista coincide con la visión de los responsables de las empresas industriales, que perciben una contracción y creen que habrá una desaceleración en los próximos meses.
El Banco de Francia señala que los sectores más afectados por la recesión son las industrias del automóvil y la textil, que hoy trabajan a 76,9% de su capacidad de producción.
El actual estancamiento de la economía francesa perturba las intenciones del gobierno, que deseaba reducir el déficit público a 4,5% del PBI en 2012 y 3% en 2013 para cumplir con sus compromisos europeos.
Para lograr esas metas, el Parlamento rectificó en julio el presupuesto de 2012 con un programa que prevé congelar gastos por 1500 millones de euros y 7200 millones de euros de aumentos de impuestos, lo que exigirá otro recorte de gastos de 33.000 millones de euros en 2013.
La desaceleración económica amenaza con agravar la dramática situación del desempleo, que afecta a 4,4 millones de personas (9,6%). Consciente de esa situación, el ministro de Trabajo, Michel Sapin, calcula que -en el contexto actual- «el desempleo podrá llegar a 10% a fin de año».
Francia enfrenta esa delicada situación en un marco regional deprimido por la crisis. Con un PBI de -0,7% en el período abril-junio, Italia acumuló cuatro trimestres consecutivos de recesión. La economía española, que atraviesa una situación igual de dramática, registró un repliegue de 0,4% en el segundo término del año.
El Banco de Inglaterra también prevé que las perspectivas de crecimiento en Gran Bretaña sean «débiles». Incluso Alemania comienza a vivir la crisis: el índice IFO, que mide la actividad, registra alarmantes retrocesos de la producción industrial, las exportaciones y el consumo interno, tres signos que prefiguran una desaceleración de la economía.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1497578-francia-una-nueva-potencia-que-va-hacia-la-recesion