A menudo, incluso en el vocabulario de corrientes progresistas, se identifica a la Unión Europea con Europa, y el hecho que diez países de la Europa central y oriental (PECO) se hayan adherido a la UE (1) o que se haya reconocido a los «Balcanes del Oeste» como nuevos potenciales miembros (2) no ha cambiado […]
A menudo, incluso en el vocabulario de corrientes progresistas, se identifica a la Unión Europea con Europa, y el hecho que diez países de la Europa central y oriental (PECO) se hayan adherido a la UE (1) o que se haya reconocido a los «Balcanes del Oeste» como nuevos potenciales miembros (2) no ha cambiado lo mas mínimo esta manera de ver las cosas. Se continúa hablando de que «se han unido» (o van a unirse) a Europa. De ese modo, la EU deja de ser lo que realmente es, una «construcción, histórica, institucional, socio-económica», para denigrar la critica a la misma como anti-europea. Es lo que se hizo con Syriza durante la pasada campaña electoral en Grecia presentándola, de manera totalmente falsa, como anti-europea y lo que ocurrió en Francia en 2005 en la campaña contra el Tratado Constitucional de la Unión Europea.
Esta «Europa ideológica» es también, como decía Eric Hobsbawm, una «metáfora de exclusión» que bajo diversas variantes contrapone una » Europa tierra de civilización contra la no-Europa de los Bárbaros» (3). A estos Bárbaros habituales que son, más que nunca, el blanco de todas las xenofobias: las y los extranjeros, la guerra fría de la «Europa-civilización» occidental le ha añadido la exclusión política: si los países del Este de «unen a Europa», es porque previamente no eran «europeos», no eran civilizados.
Tras la disolución de la URSS, el islam ha reemplazado al diablo comunista como lo «no-europeo» y, al mismo tiempo, se hace todo los posible para imponer el capitalismo como único horizonte posible. De ahí la criminalización de las resistencias y la identificación de todo el pasado comunista con el Gulag. El revisionismo histórico actual pone al mismo nivel (en el mejor de los casos) al totalitarismo nazi y a las revoluciones y resistencias antifascistas del siglo XX. Entre ellas, las de los partisanos yugoslavos. Incluso ha rehabilitado a los «patriotas» fascistas contra los comunistas «sin patria ni fronteras». A fortiori, tratan de borrar de la memoria los intentos por construir un socialismo autogestionario basado en los consejos obreros en ruptura con la experiencia estalinista de la URSS.
En los pueblos de los Balcanes se combinan todos estos elementos. ¿Son dignos de ser «europeos» los pueblos que formaron parte del Imperio Otomano? ¿Y Turquía? Algunas corrientes albanesas de Kosovo reivindican su europeismo… jactándose de su catolicismo y denigrando el Islam. También la conversión anti-comunista de bastantes antiguos dirigentes del partido único busca ese «reconocimiento» europeo. Y son muchas y variadas corrientes las políticas croatas y eslovenas que han traído a colación su pertenencia histórica al Imperio austro-húngaro y buscado el apoyo del Vaticano contra los atrasados pueblos «balcánicos». El nacionalismo croata puede ser tan anti-serbio, anti-judío y antieuropeo como anti-balcánico (rechazando al mismo tiempo los Balcanes y sus ricas experiencias socialistas). También nos encontramos con quienes se reivindican de «Europa» contra los «otros». Por ejemplo, Franjo Tudjman, ex – comunista y dirigente de la independencia croata en los años 1990, se vanagloriaba de que su mujer no fue «ni serbia ni judía» y asimilando los musulmanes bosnios a los croatas, se presentaba ante Occidente como un «demócrata» enfrentado el «serbo-comunismo» y defensor de «Europa» contra el islamismo…
En los debates que precedieron al referéndum sobre la adhesión de Croacia a la UE en enero de 2012, el «no de izquierda» a la UE se vio confrontada a enormes dificultades ideológicas. Tuvo que demostrar tanto que era «balcánica» pero opuesta a los nacionalismos reaccionarios de la región como desmarcarse del «socialismo» de Slobodan Milosevic, del sistema de partido único y de las prácticas sectarias. Y, al mismo tiempo, tuvo que posicionarse contra la revisión de la historia de la revolución yugoslava y de la autogestión, así como hacer un balance socialmente desastroso de más de veinte años de restauración capitalista /4.
Es en ese contexto y en medio de un período de conflictos sociales crecientes en los Balcanes /5 (movimiento de Indignados contra la privatización de la sanidad en Rumania, huelgas y movilizaciones contra las privatizaciones mafiosas, luchas estudiantiles contra la mercantilización de la educación y la cultura, particularmente importantes en Croacia en 2010-2011…) y de una pérdida de credibilidad grande de los partidos políticos, en la que, hace cinco años, se puso en marcha el Festival Subversivo de Zagreb /6. El de este año, que se celebró el mes de mayo bajo el lema «El fin de la Europa tal y como la conocemos», ha marcado una inflexión en su trayectoria, organizando el primer Fórum Social de los Balcanes. En el mismo participaron una cincuentena de sindicalistas, estudiantes, miembros de diversas asociaciones provenientes de países que forman parte de la UE (Rumania y Bulgaria) -incluso de la zona-euro como Eslovenia- o están en proceso de integración (Croacia lo hará en julio de 2013), y de países candidatos a la espera de concluir los últimos trámites de la negociación (Macedonia, Montenegro, Serbia) o potencialmente candidatas (Albania e incluso los semi-protectorados de Bosnia-Herzegovina y Kosovo). Como dijo uno de los participantes rumanos «hay que mirar a Europa a través de la periferia». Añadía que Rumania ya había padecido todos los programas que la Troika está imponiendo a Grecia.
«Tenemos dos objetivos: despatologizar los Balcanes y desprovincializar a la izquierda occidental» cuenta Igor Stiks, que junto a Srecko Horvat fue uno de los dos jóvenes organizadores del Forum, en una entrevista /7. «En realidad, explica, las cuestiones sociales y políticas son, en gran medida, las mismas en los países de los Balcanes que en no importa qué otro país de Europa, sean o no nuevos miembros de la UE». En cuanto a la izquierda occidental, «ha llegados la hora que comprenda que ya no es el epicentro del mundo y de todos los debates» continúa este joven sociólogo y escritor, que afirma pertenecer «como millones de mi generación, a un proletariado intelectual globalizado».
Los principales temas de debate en el Fórum son muestra de esa «globalización intelectual»: la justicia social, la resistencia a la agenda neo-liberal, la lucha en defensa de los bienes comunes, las relaciones económicas, la desindustrialización y las luchas de los trabajadores y trabajadoras, la crisis de la democracia representativa y la exigencia de una democratización profunda de la sociedad balcánica… Como se recoge en el informe realizado sobre estos debates en el sitio «Son posibles otros Balcanes» /8, y en las conclusiones más importantes de este fórum /9, » las luchas actuales deben superar las fronteras artificiales de los Balcanes, las existentes entre los Balcanes del Este y del Oeste o entre quienes forman parte de la UE, quienes han propuesto su candidatura o los (semi) protectorados bajo control internacional. Los problemas comunes exijen acciones transfronterizas basadas en los valores compartidos de justicia social y de una profunda democratización.»
Estas tipo de convergencias y acciones comunes en los Balcanes o en Europa del Sur pueden consolidarse si son popularizadas y dadas a conocer en toda la UE. El próximo Fórum de Zagreb se celebrará en mayo de 2013 y se articulará con la preparación de una Cumbre Europea de las Alternativas que llame a la desobediencia masiva a los proyectos injustos, ineficaces y no democráticos, a favor de los derechos sociales y contra la mercantilización de los bienes comunes: la naturaleza, los servicios públicos, la moneda, el ser humano…
30/10/2012
http://www.europe-solidaire.org/spi…
Traducción: VIENTO SUR
Notas
1/ En 2004, además de Chipre y Malta, 8 países de Europa central y oriental pasaron a formar parte de la UE: Hungría, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, República Chaca y los tres países bálticos. En 2007 se sumaron Bulgaria y Rumania. Desde entonces, Eslovenia, Eslovaquia y Estonia forman parte de la eurozona.
2/ Tras la finalización de la guerra de la OTAN en junio de 1999, la UE anunció que optaba por un «porvenir europeo» de los Balcanes del Oeste, reagrupando las antiguas repúblicas yugoslavas, menos Eslovenia que ya era miembro, con Albania. Croacia fue la primera en concluir las negociaciones para la adhesión. El 67% votó a favor de la integración en enero de 2012, si bien no votó más que el 27% del censo.
3/ Conferencia impartida en septiembre de 2008 en Paris publicada el 5 octubre de 2008 en http://goudouly.over-blog.com/artic...
4/ Las primeras leyes de transformación de la propiedad datan de 1989. Pero no existían ni capital ni burguesía «yugoslava». La estatalización nacionalista -acompañada de los violentos conflictos sobre el «reparto étnico del territorio», constituyó la etapa previa a la privatizaciones forzadas que desmantelaron tanto la federación, como los derechos nacionales y la propiedad social. Ver los artículos sobre este tema en http://csamary.free.fr. También, en los artículos de Catherine Samary en la rubrlca «Balcaness» de ESSF.
5/ Ver el dossier de Courrier des Balkans (CdB) : «Les Indignés et la renaissance d’une gauche radicale : vers un printemps des Balkans?«, 8 /11/ 2011.
6/ http://www.subversivefestival.com
7/ Ver el Informe del Fórum por Jean-Arnault Dérens, CdB, 12 juin 2012.
8/ http://www.subversivefestival.com/n...
9/ Ver su traducción al francés está en: ESSF (artículo 26852) «Le premier Forum social des Balkans : ‘d’autres Balkans sont possibles!»