El pasado 27 de julio, Magdalena Morales, secretaria general departamental de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), fue detenida, encarcelada y puesta a la orden de una jueza, quien le dictó medidas cautelares sustitutivas a la prisión y fijó para el próximo 22 de agosto la audiencia. Su único delito fue apoyar con […]
El pasado 27 de julio, Magdalena Morales, secretaria general departamental de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), fue detenida, encarcelada y puesta a la orden de una jueza, quien le dictó medidas cautelares sustitutivas a la prisión y fijó para el próximo 22 de agosto la audiencia.
Su único delito fue apoyar con alimentos y material de primera necesidad, a cientos de familias campesinas organizadas en la Asociación para el Desarrollo Campesino de Progreso (ADCP) y de la misma CNTC, las cuales acababan de recuperar tierras ocupadas ilegalmente por el ingenio Azucarera del Norte SA (Azunosa), propiedad de la transnacional británico-sudafricana SABMiller.
En mayo de 2012, dicha empresa, que en Honduras controla también la Cervecería Hondureña SA y posee la franquicia para producir Coca Cola, había sido expropiada de unas 3.644 hectáreas por el Instituto Nacional Agrario (INA), en la zona de Agua Blanca Sur, Progreso.
Según la autoridad agraria, Azunosa (SABMiller) no habría solicitado, legal y en debida forma, el sobretecho establecido en la Ley de Reforma Agraria, ocupando y explotando ilegalmente y por décadas estas tierras para la siembra de caña de azúcar.
En menos de un año, las familias campesinas sufrieron cuatro desalojos, constantes amenazas y varios de sus integrantes están siendo perseguido judicialmente.
-¿Qué pasó exactamente el 27 de julio?
-Estaba trabajando en una auditoría en las oficinas de la CNTC de Progreso cuando varios policías armados irrumpieron de forma violenta, con el propósito de ejecutar una orden de captura emitida el 7 de agosto del año pasado, por el supuesto delito de ‘usurpación de tierra’.
Me agarraron como si fuera una delincuente y me llevaron a una posta policial para interrogarme. Me preguntaban qué hacía yo con esta gente, por qué estaba usurpando bienes que no eran míos y quién más estaba involucrado.
Les expliqué que en ningún momento se había usurpado tierra, porque estos terrenos ya había sido expropiado por el INA a Azunosa (SABMiller), y que las familias campesinas del Valle de Sula los estaban recuperando.
-¿Qué pasó después?
-Me llevaron a una celda hedionda y me encerraron en condiciones inhumanas. El ambiente apestaba y eso me provocó una grave alergia que todavía me está afectando.
Permanecí 24 horas en estas condiciones sin poder dormir, hasta que el siguiente día me llevaron donde una jueza, la cual, sin importarle mis explicaciones, dictó medidas cautelares sustitutivas a la prisión, como ir a firmar cada 15 días, no acercarme a las tierras y no salir del país.
El 22 de agosto se realizará la audiencia de descargo y espero poder demostrar lo absurdo de las acusaciones, ya que mi única culpa fue haberme solidarizado con estas familias campesinas que sufren hambre y miseria.
No es posible que se prefiera privilegiar a una transnacional, que lo único que nos está dejando son daños al medio ambiente y a la población, por el uso de agrotóxicos y la quema de los cañaverales.
SABMiller: Arrogante y prepotente
-Después comenzaron las amenazas…
-Hay vehículos de Azunosa que nos vigilan y que nos siguen constantemente a mí, a mi familia y a los demás dirigentes de la organización. Pero sabemos que esto va mucho más allá, porque nos estamos enfrentando a una estrategia perversa que criminaliza y judicializa la lucha y la protesta.
Lo que quieren hacer estos sectores poderosos y SABMiller es enjuiciarnos y encarcelarnos, y ya hay 45 compañeros con orden de captura.
-¿Cómo van a enfrentar esta situación?
-Como siempre lo hemos hecho. Aunque duela mucho ver como tratan a miles de familias que exigen el respeto de su derecho a tener acceso a la tierra, no podemos parar. Vamos a seguir enfrentándonos a lo que venga y apoyando a nuestra gente.
En este sentido, las organizaciones campesinas del Valle de Sula nos estamos juntando y organizando para crear una Plataforma Agraria, que nos dé más fuerza y capacidad de acción.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.