Perú es quizás hoy el país latinoamericano más contaminado por la denominada Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), un esperpento de los servicios de inteligencia de Washington para someter, y también desestabilizar gobiernos, coinciden expertos y medios periodísticos. Un artículo publicado este domingo en el diario […]
Perú es quizás hoy el país latinoamericano más contaminado por la denominada Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), un esperpento de los servicios de inteligencia de Washington para someter, y también desestabilizar gobiernos, coinciden expertos y medios periodísticos.
Un artículo publicado este domingo en el diario peruano UNO reveló que Lima parece haber sido convertida no solo en un bastión de la derecha más dura de América Latina, sino además en una especie de centro conspirativo de operaciones para agredir o perturbar a otras naciones de la Patria Grande, cuyas políticas desagradan a los regímenes norteamericanos.
No es un secreto para nadie que la USAID se ha expandido como una hierba mala por todo Perú a través de proyectos aparentemente nobles en sectores como el de educación, pero que esconden su verdadero propósito turbulento, y encubren a la vez sumas importantes de dinero sucio del que se benefician algunos bolsillos.
El comentario del cotidiano UNO señala que ese apéndice de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) es el que dirige el accionar de «entidades nacionales» al servicio de Washington como el Instituto Político para la Libertad (IPL), una organización contratista de la estadounidense National Endowment for Democracy (NED), ambas afamadas por sus asiduos complots contra Cuba.
Recientemente la agencia de noticias norteamericana AP reveló que la USAID reclutó en 2009 a jóvenes peruanos, costarricenses y venezolanos para ejecutar planes subversivos destinados a corroer a la Revolución en la mayor de las Antillas.
Entre los flamantes espías figura Felipe Valencia Dongo, actual asesor del ministro de Educación de Perú, Jaime Saavedra, acorde con el periódico UNO, el cual subraya en el referido artículo que al susodicho aún lo mantienen en ese puesto pese a su oscuro pasado reciente.
Por su parte, el gobierno de Costa Rica anunció que investigará una serie de programas clandestinos estadounidenses asentados en ese país centroamericano, cuyo objetivo era desestabilizar a Cuba, según informó a la prensa el director de Inteligencia y Seguridad, Mariano Figueres.
El titular tico añadió que si podemos confirmar todo eso, por supuesto, no vamos a aceptar que nuestro territorio sea utilizado para atacar a un gobierno amigo, sin importar de qué lado ideológico se encuentre.
Figueres concluyó que «es una cuestión de soberanía y respeto… y estamos muy alarmados de que utilicen a, ciudadanos costarricenses y los pongan en riesgo.»
Perú debería hacer lo mismo, al igual que cualquier nación de la Patria Grande, para impedir que sus ciudadanos sean convertidos en mercenarios de una potencia extranjera como Estados Unidos, que nunca ha tenido escrúpulos en usar a jóvenes latinoamericanos como carne de cañón en sus continuas aventuras desestabilizadoras y guerreristas.
La USAID, ya expulsada de Bolivia y Ecuador, es un mal que carcome a las sociedades, similar al narcotráfico, y corrompe en beneficio de los intereses dominantes de Washington, y de unos pocos que se enriquecen a costa de los más débiles.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.