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SANTIAGO – La cumbre de Lima, que coincidió con el primer cuarto de siglo de existencia del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, en inglés), finalizó sin abrir mayores expectativas para América Latina, salvo las que se desprenden del vigoroso avance de China en la región.
Escenas de violencia y dramatismo en la frontera de Chile y Perú graficaron en las últimas semanas la irrupción en América del Sur de una crisis migratoria larvada, que es sobre todo una crisis humanitaria que no se solucionará con deportaciones masivas ni otras medidas de represión.