Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, dos presidentes que suelen coincidir en el análisis de temas de la actualidad del subcontinente, abogaron el miércoles por la integración latinoamericana en un encuentro oficial en Bogotá, cuando la región enfrenta tensiones políticas por la reciente irrupción en la embajada mexicana en Ecuador, la crisis en Haití y la campaña electoral en Venezuela.
“Tenemos que asumir la responsabilidad de qué Sudamérica queremos, qué país queremos ser y qué política de integración queremos”, señaló Lula da Silva, en un foro con empresarios de ambos países citado en la capital colombiana, durante su visita oficial. A su juicio, los países de la región nunca habían estado “tan separados como estamos ahora” y señaló que en años anteriores, aunque con divergencias políticas notorias, sabían que “solo juntos” lograrían industrias más competitivas, crecimiento económico y la generación de más empleo.
En medio del cuarto encuentro oficial entre Petro y Lula da Silva, el primero que se celebra en Bogotá, los dos mandatarios progresistas llegaron a una serie de acuerdos bilaterales. En total fueron seis los documentos firmados entre ambos gobiernos; dos acuerdos y cuatro memorandos de entendimiento. En cuanto a los acuerdos, uno fue de cooperación técnica para temas cartográficos y el combate del hambre, y el segundo fue de cooperación entre los Ministerios de comunicaciones de Brasil y el Ministerio de las TIC de Colombia.
En cuanto a los memorandos de entendimiento, el primero fue para la prevención del delito de trata de personas y transferencia de conocimientos. Este fue firmado entre las dos cancillerías de los respectivos países. El segundo memorando lo firmaron la vicepresidenta Francia Márquez, como ministra de la Igualdad, y el ministro de los Derechos Humanos de Brasil, Silvio Almeida. Su objetivo principal es abrir espacios de cooperación para poblaciones LGTBI, migrantes, personas mayores, personas en condición de discapacidad y en situación de calle.
También se firmó un memorando de entendimiento entre los ministerios encargados del turismo de Brasil y Colombia. En esa misma línea los ministerios de Agricultura de cada país firmaron otro memorando cuyo fin es el desarrollo de la agricultura familiar.
Uno de los acuerdos que suscribieron los mandatarios fue la intención formal de Colombia de pedir pista para poder ingresar al BRICS, el selecto grupo de países emergentes en materia económica y social. Petro manifestó el interés de Colombia de adherir al BRICS como miembro pleno “lo más pronto posible” y el presidente de Brasil, Lula da Silva acogió “con beneplácito esta iniciativa” y se comprometió a promover la candidatura de Colombia. El bloque BRICS es la alianza económica, política y social que actualmente se integra por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, la cual celebró la primera reunión conjunta en 2006.
Ambos mandatarios se mostraron dispuestos a impulsar la ampliación del comercio y a trabajar en proyectos conjuntos, que incluyan la producción de energías limpias y la protección de la Amazonía. “La selva amazónica no debe ser un abismo, sino un puente, y ese es el cambio que tenemos que dar próximamente. Tenemos que hacer el esfuerzo común porque se trata de salvar la selva amazónica de la depredación mafiosa que está destruyendo la selva amazónica”, instó Petro.
En la cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, el colombiano propuso que los países de la región amazónica prohíban la emisión de nuevas licencias para la exploración de petróleo y gas. El gobierno brasileño no está de acuerdo, en gran parte debido a la perspectiva de exploración en el Margen Ecuatorial.
Las exportaciones e importaciones entre Brasil y Colombia sumaron a 5,6 millones de dólares en el 2023, según el Ministerio de Comercio colombiano. Entre las exportaciones a Brasil hay carbón, así como aceite de palma y fungicidas. Mientras que Colombia compra a Brasil vehículos, cereales, productos farmacéuticos y alimentos.
Integración
Petro aseguró que Colombia y Brasil “deben dar un campanazo de avance en la integración” para empujar a la región ante las “dificultades de integración latinoamericana por problemas políticos que surgen en estos días”. Para Lula, la integración pasa por mayor apertura económica y propuso a Colombia identificar los obstáculos que estorban en las negociaciones para exportar. “Entre más fuertes seamos, más los Estados Unidos nos respetarán, más nos respetará la Unión Europea, Rusia y la India”, agregó.
Lula, por su parte, indicó que en lo que dependa de su país y de Colombia, el “continente continuará siendo una zona de paz”, porque la “guerra solo trae muerte y destrucción”.
Petro agradeció asimismo el apoyo que brinda anualmente Brasil a estudiantes colombianos a través de becas para estudiar pregrados y posgrados en prestigiosas universidades brasileñas. Los presidentes instruyeron a sus respectivos Ministerios de Educación a profundizar su trabajo conjunto en las áreas de convalidación y reconocimiento, educación indígena y en los proyectos interculturales de las escuelas ubicadas en la región fronteriza.
También estuvo en el radar de ambos mandatarios la tensión con Ecuador por la violenta irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la embajada de México en Quito el 5 de abril para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo de ese país. Lula y Petro rechazaron la irrupción de la embajada durante una reunión virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Petro dijo que se trató de un acto de “barbarie”, mientras que Lula instó por que México y Ecuador dialoguen.
El presidente Lula felicitó a Petro por la oportuna y central iniciativa de Colombia de acoger una segunda Conferencia de la FAO sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR+20) en 2026, dos décadas después de la celebración de la primera CIRADR en Porto Alegre en 2006.
Venezuela y Argentina en la agenda
En medio de gran expectativa por su posición frente a las venideras elecciones presidenciales de Venezuela, los mandatarios de Colombia y Brasil coincidieron en que se deben hacer esfuerzos para garantizar la estabilidad y la paz política en su vecina nación, visitada hace dos semanas por Petro en medio de un clima de tensión binacional.
El presidente colombiano dijo que había revelado a Lula da Silva una propuesta que dejó a su homólogo Nicolás Maduro durante su visita a Caracas, consistente en hacer de los comicios presidenciales un plebiscito que derive en un pacto democrático tendiente a garantizar la vida y la plenitud de derechos políticos a la fuerza que resulte perdedora el próximo 28 de junio. Tanto Petro como Lula criticaron en su momento la decisión de las autoridades electorales venezolanas de impedir la inscripción de dos candidatas de las fuerzas de oposición.
Según analistas brasileños, los tres ejes importantes para Lula eran expansión del comercio, medio ambiente y estabilidad en la región. La primera dificultad fue encontrar una alternativa a Argentina como socio económico. Incluso durante la campaña electoral de 2023, el actual presidente argentino, Javier Milei, anunció que rompería relaciones con Brasil y, una vez electo, llamó «asesino» a Petro. La semana pasada el presidente argentino Javier Milei se reunió con el dueño de la red social X, Elon Musk, en medio de la tensión que involucra al multimillonario interado en el litio argentino y la justicia brasileña. Según el diario argentino Clarín , Milei le ofreció ayuda a Musk.
Según Roberto Goulart Menezes, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UNB), esta tensión lleva a Lula a buscar una alternativa a su relación con Argentina. “Brasil y Argentina siempre han sido los mayores socios de la región, con los mayores intercambios en valores absolutos. Con el distanciamiento con el gobierno argentino por culpa de Milei, Brasil vuelve a mirar a Colombia como un socio alternativo a Argentina”, dijo.
Uno de los intereses del gobierno brasileño es el acercamiento de Colombia al Mercosur. Con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y Javier Milei divergiendo de las posiciones de Lula, el bloque terminó perdiendo fuerza en la articulación regional, lo que ha favorecido laas expectativas de Estados Unidos y Europa. Un acercamiento con Petro podría ayudar a Lula a orientar las negociaciones de acuerdos comerciales pendientes del Merosur con la Unión Europea y China.
La relación comercial directa con los colombianos también es interesante para el gobierno brasileño. El tratado fue firmado en 2005 y establece la cooperación y la integración física y económica entre el Mercosur y otros países de la región. El gobierno brasileño analiza la posibilidad de profundizar las relaciones y ampliar los rubros de la balanza comercial entre los países. También quedaron marcadas las expectativa, por parte de los colombianos, de una mayor inversión brasileña, más allá de la tradicional agenda exportadora entre ambos países.
Durante la inauguración de la feria, en la que Brasil es país invitado de honor, el ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, explicó que tal designación se había hecho teniendo en cuenta que se cumplen cien años de la publicación de La Vorágine, la gran novela del escritor José Eustacio Rivera que transcurre en las profundidades de la selva amazónica, una región que nos convoca al diálogo y nos une como territorio intercultural.
Optimistas
En varias declaraciones, los jefes de Estado se mostraron optimistas sobre el futuro de la relación bilateral, usando frases como ha nacido una nueva relación entre los dos países, con una nueva mentalidad de nuestros empresarios para bien del desarrollo binacional, pronunciada por Lula da Silva. Petro dedicó buena parte de sus intervenciones al tema ambiental y subrayó ante los empresarios de ambos países, que los dos gobiernos trabajarán en ir creando condiciones para la producción de energías limpias, hasta que el hidrógeno verde termine sustituyendo al petróleo.
Sobre la Amazonia, otro de los tópicos preferidos del presidente colombiano, comentó que esta región ha sido históricamente factor de distanciamiento, cuando debería unir a los dos países alrededor de temas como la integración comercial, social y militar. En la frontera binacional de mil 644 kilómetros operan estructuras de fuerzas guerrilleras colombianas, así como mafias dedicadas al contrabando y al tráfico de drogas, oro y fauna silvestre.
*Rengifo es economista y docente universitario colombiano, Almeida es investigadora brasileña. Ambos son analistas asociados al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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