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Ajuste a la vida y deuda eterna, el libreto de la derecha gobernante uruguaya

Fuentes: Rebelión / CLAE

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) del Uruguay, Isaac Alfie, contradijo al Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus recientes apreciaciones, donde el organismo exhortaba a los Estados a que graven a los capitales con el famoso impuesto a los más ricos. Alfie declaró que el organismo multilateral “no es la primera vez que se equivoca”, quedando de esta manera a la derecha del FMI.

Esta declaración dejó al descubierto dos cuestiones meridianas. La primera es que el gobierno conformado por la derechista Coalición Multicolor tiene su ruta de ajuste trazada y no piensa modificarla a pesar de la pandemia. Lo segundo es que ciertos sectores del centroizquierdista Frente Amplio han vitoreado estas declaraciones del FMI demostrando un análisis extremadamente circunstancial y desmemoriado del rol del FMI en la expoliación hacia los pueblos del sur.

Si algunos dirigentes de la izquierda o de la centroizquierda celebran estas declaraciones o pretenden seguir recetas del FMI, entonces el desvarío o la amnesia ideológica ha calado hondo. El Frente Amplio en sus quince años de gobierno nunca osó a realizar una auditoría de la deuda pública ni nada que se le asome, y por eso tampoco es de extrañar esta actitud complaciente. 

Isaac Alfie es un viejo lobo de mar en las aguas del neoliberalismo. Economista, desde 1985 hasta el 2005 desempeñó funciones en el Estado en gobiernos de los partidos tradicionales de blancos y colorados. Formó parte del equipo económico del último gobierno colorado que devino en la fatídica crisis del 2002, cuando asumió como Ministro de Economía entre 2003 y 2005. 

Casi veinte años después, “Lito” Alfie vuelve por lo suyo y desde la OPP convocó a un consejo de asesores que trabajó con él en la crisis del 2002. Ellos son  Julio de Brun, Álvaro Rossa, Horacio Bafico, Gustavo Michelin y Edgardo Favaro.

Por si faltaba más, Alfie administra la parte económica del Club Atlético Peñarol, uno de los grandes del fútbol uruguayo, cinco veces campeón de América, que hoy se encuentra con uno de los peores déficits de su historia. También asesoró al intendente blanco del departamento de Maldonado, Enrique Antía. Dicha intendencia cuenta con el peor déficit de las diecinueve de todo el país.

Alfie es el mascarón de proa del buque neoliberal que gobierna el país y pretende mercantilizar cualquier tramo de la vida. Practica una retórica del ajuste, donde su inicio no es el primero de marzo del 2020, sino que se puede rastrear décadas atrás. Desde asociaciones rurales, cámaras empresariales, ministros, diarios mercenarios del poder que han minado la subjetividad del ciudadano de a pie que ha comprado el libreto neoliberal.

No es de extrañar que más temprano que tarde se escuche una frase como “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.” Pero ya los uruguayos han escuchado otras como que “el mercado es el mejor distribuidor de bienes y servicios”. “Las empresas públicas son deficitarias” y generalmente el emisor de esta frase ha vaciado alguna empresa pública o responde a intereses de los que lo han hecho.

El compendio de frases no se reduce solo a esas. La eficiencia del sector privado por encima de lo público es una de las favoritas. Aunque no haya evidencia científica de estudios que avalen estos dichos. Pero en los hechos lo practican y son los mismos oligarcas que no destinan presupuesto para las empresas públicas y luego las pretenden vender. 

Una de las frases selectas de este compendio neoliberal es la exigencia de achicar el Estado. Que los impuestos son un robo, que los políticos parásitos, que el Estado es elefantito, etc. Pero la contracara de esto no es un achicamiento del Estado, sino un reordenamiento de las funciones del Estado según los intereses de la clase dominante.

Se reduce en políticas sociales, en asistencia estatal, en salud, en vivienda, educación y más, pero el Estado se robustece en el aparato judicial y en el represivo para, aunque suene paradójico, desde el Estado defender las políticas que pretenden acotar al Estado a lo mínimo y dejar que el dios Mercado opere a piaccere.

El gobierno derechista de la Coalición Multicolor ha dado un nuevo paso en la cruzada contra la clase trabajadora organizada en un claro gesto hacia el intervencionismo en las relaciones laborales, castigando el derecho de huelga como medida de lucha y la defensa de los trabajadores ante el avasallamiento a sus legítimos derechos.

Este decreto que se desprende del artículo 392 de la Ley de Urgente Consideración (LUC), por un lado castiga a los sindicatos y por otro encubre a los patrones que deben sueldos impagos, que no respetan derechos laborales, ni aguinaldos ni licencias y utilizan su lugar de poder para sobreexplotar a los trabajadores. 

En declaraciones que van en sintonía con el gobierno, señaló el asesor de Cámara de Comercio, Juan Mailhos sobre ocupaciones laborales: “Si vienen cinco gordos, se meten en tu living, eso es violencia.” Solo vale nombrar al pasar que Juan Mailhos proviene del clan Mailhos, una de las familias oligarcas de este país. 

El economista estadounidense, Kenneth Rogoff, de la Universidad de Harvard, habló sobre el daño económico infligido por los altos niveles de deuda a lo largo de la historia. En su libro, “Esta vez es diferente”, argumenta que los altos niveles de deuda pública son insostenibles y que los gobiernos tendrán que aplicar la ’austeridad fiscal’ para reducirlos o enfrentarse a un colapso bancario y de deuda.

«Se supone que son deudas que vienen de alguna parte, que tienen un fundamento, pero nunca a nadie se le ocurrió escarbar una por una para decir ‘ésta deuda no la vamos a pagar'». «La mayor deuda se incrementa en la época de las dictaduras» decía el escritor Eduardo Galeano. 

La historia se repite, primero como tragedia luego como farsa, diría Carlos Marx. Un Alfie en la economía. Uruguay tuvo una crisis en 1982, en 2002, ¿2022 será el año de otra crisis?. La oligarquía en el poder, la deuda eterna y la propiedad privada por encima de la vida… y, el pueblo pagando los platos rotos.

Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)