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Entrevista al histórico militante de la izquierda peruana Javier Diez Canseco

«Alan García ha potenciado el fujimorismo»

Fuentes: Sin Permiso

Javier Diez Canseco, líder del Partido Socialista y uno de los referentes más importantes de la izquierda, advierte que la propuesta para proscribir partidos políticos con el argumento de no ser democráticos va dirigida contra la oposición y señala que la participación electoral de grupos cercanos a Sendero no constituye un riesgo para la democracia. […]

Javier Diez Canseco, líder del Partido Socialista y uno de los referentes más importantes de la izquierda, advierte que la propuesta para proscribir partidos políticos con el argumento de no ser democráticos va dirigida contra la oposición y señala que la participación electoral de grupos cercanos a Sendero no constituye un riesgo para la democracia. También opina del acercamiento del presidente García con el Fujimorismo, del discurso de Rafael Rey contra de los derechos humanos y de las relaciones de la izquierda con Ollanta Humala, entre otros temas.

-¿La incursión en la política legal del grupo vinculado a Sendero Luminoso, que propone la amnistía para Abimael Guzmán, es un riesgo para la democracia?

-No creo que sea negativo para el país que existan corrientes que apunten a abandonar la acción armada. Estos son sectores que están políticamente derrotados y socialmente aislados, y no son ninguna amenaza para la seguridad del Estado…

-¿Su participación en las elecciones no constituye una amenaza?

-Decir que estos grupos son un riesgo para la democracia es una apreciación política equivocada. No tienen ninguna opción de lograr una victoria política, sea nacional, regional o a nivel local. En mi opinión, van a tener una votación bajísima y eso va a expresar su aislamiento. Me parece que de lejos es mejor para el país tener una disgregación de los senderistas en contingentes que no están con la lucha armada sino pretendiendo operar electoralmente, que tenerlos articulados tras una propuesta de acción armada.

-¿Cómo ve la posibilidad de una ley que proscriba los partidos políticos que se consideren no democráticos?

-Eso es repetir la historia que ha vivido el APRA con Sánchez Cerro, Odría; la historia de la proscripción de partidos que se consideraba tenían filiaciones internacionales. Ya hemos vivido la historia de proscribir partidos políticos de oposición. Una ley de ese tipo sería una herramienta que puede ser usada arbitrariamente. Ese tipo de accionar es extremadamente peligroso.

-¿Esta ley podría ser usada contra los movimientos críticos al gobierno y que cuestionan el actual modelo de desarrollo?

-En el APRA siempre hay la pretensión de cortarle el paso a los sectores que están por el cambio. García quiere frenar a como dé lugar las demandas por la recuperación de los recursos naturales y la renta que generan, por la defensa de los derechos sociales y económicos que han sido recortados, y pretende las herramientas que le faciliten eso, a él o a sus aliados. Creo que esta ley va dirigida a la posibilidad de golpear sectores de oposición y es parte de un proceso de criminalización de la protesta social.

-¿Se está magnificando la presencia de Sendero en la Universidad de San Marcos?

-El problema principal de San Marcos está lejos de ser ese par de docenas de senderistas que se movilizan en una actuación pobre y penosa. El problema principal es el profundo desorden que reina en el manejo de San Marcos y el copamiento de la gestión universitaria por una conducción que se vale de todo, incluyendo el fraude, como lo revela la última elección para la Asamblea Universitaria. Frente a eso, el gobierno no solamente no está haciendo nada, sino que está reduciendo los ingresos económicos de las Universidades públicas y agravando la Educación pública y el cLima que favorece la existencia de grupos de un radicalismo extremo, como es el caso de Sendero, que son, sin embargo, sumamente pequeños.

-¿Magnificar la fuerza de Sendero es una cortina de humo del gobierno frente a los problemas que lo afectan, como la corrupción, o es parte de una estrategia política que apunta a reforzar determinados sectores y golpear a otros?

-Se combinan las dos cosas. El gobierno está buscando reavivar el temor que lógicamente genera Sendero, con diversos objetivos. En primer lugar, levantar, una vez más, un fantasma de las izquierdas y un temor al cambio, pretendiendo identificarlo con el senderismo. En segundo lugar, establecer una alianza con uno de los poderes de facto más importante, que son las Fuerzas Armadas, tras la idea de una posibilidad de indulto o amnistía a militares procesados por violaciones a los derechos humanos. Alan García también busca consolidar su alianza con el Fujimorismo con miras a formar un bloque de la derecha para las elecciones. Los ejes de una alianza del aprismo están en el Fujimorismo y en la derecha económica y su representación política más tradicional, que es Unidad Nacional. Como parte de ese acuerdo con el Fujimorismo, se está preparando una política que apunta hacia un indulto a Alberto Fujimori…

-¿Cree que Alan García indulte a Fujimori antes de terminar su gobierno?

-Creo que esa es una posibilidad y que es capaz de hacerlo con argumentos de corte «humanitario», como lo hizo con Crousillat.

-¿Levantar a Sendero y proponer como solución respuestas de «mano dura» busca favorecer la candidatura de Keiko Fujimori?

-Sin duda. Se está creando un cLima que apunta a una opción cada vez más favorable a Keiko Fujimori.

-¿La propuesta del gobierno para intervenir militarmente las Universidades, con el argumento de la presencia senderista en San Marcos, busca controlar los movimientos estudiantiles críticos al gobierno?

-Eso es una posibilidad en un país en el que el APRA ha promovido la criminalización de la protesta social, incluso desde antes de ser gobierno. No olvidemos que las primeras leyes que criminalizan las protestas sociales se dieron al final del gobierno de Toledo, a propuesta del APRA en el Congreso. El APRA actúa buscando reprimir al movimiento social. Pero, con franqueza, no veo en las juventudes universitarias un vigoroso movimiento social de oposición al gobierno como para despertar en éste una preocupación inmediata.

-¿Qué busca el gobierno promoviendo la intervención militar de las Universidades?

-Lo que se quiere es transmitir la sensación de un gobierno que actúa basándose en la fuerza y no vacila. En segundo lugar, hay un convencimiento de que en las Universidades, a pesar de que no hay un vasto movimiento de juventudes, se está produciendo un cambio y una apertura de las juventudes para retomar un interés en lo político. Esta propuesta es también un gesto que apunta a validar las conductas del Fujimorismo, que tuvo como uno de sus ejes de acción la intervención en las Universidades, lo que llegó al extremo en el caso de La Cantuta. García está siguiendo la estrategia Fujimorista.

-¿Alan García se parece cada vez más a Fujimori?

-García se parece mucho a Fujimori y opera con el estilo Fujimorista. Hay una mimetización, con una única dificultad: la diferencia de volumen, porque García es tres o cuatro Fujimoris…

-¿Políticamente García también puede ser un Fujimori potenciado?

-Podría serlo, porque cuenta con una estructura política bastante más consistente que la de Fujimori, y porque ha aprendido del Fujimorismo todas sus malas artes y algunas de ellas las ha potenciado. En donde hay un potenciamiento fundamental es en la firme alianza que García ha logrado con los sectores del gran capital. García ha potenciado el Fujimorismo como estilo y lógica de gobierno.

Humala y la izquierda

-¿Cuán avanzadas están las negociaciones para un entendimiento de la izquierda con el Partido Nacionalista (PN)?

-En el caso del Partido Socialista, venimos conversando con el nacionalismo hace más de dos años. En algunas regiones como Puno, estamos yendo en candidaturas conjuntas. La fuerza del nacionalismo, y de Humala en particular, es bastante más significativa que la fuerza de las izquierdas. Pretender una relación de equivalencia sería absurdo. Hemos recibido de parte de Humala un planteamiento para ir en un equipo de gobierno y con una representación conjunta en las elecciones del 2011.

-¿Como aliados o sólo como invitados?

-La propuesta actual del PN es la de invitar a sus listas a sectores de izquierda y progresistas. Esta es una posibilidad, pero más interesante para preservar la identidad de cada uno y permitir una sumatoria de fuerzas más importante, sería un acuerdo entre el PN y un bloque de las izquierdas. Para que eso ocurra, los distintos sectores de las izquierdas deben alcanzar un nivel de articulación amplia a partir de la inscripción que ha logrado el Movimiento Nueva Izquierda (MNI). Si eso se da, se puede formar, con un nombre distinto al del MNI y con una dirección diferente a la actual del MNI, un bloque con el nacionalismo.

-¿Hay disposición en el MNI para esto?

-Hay corrientes dentro del MNI que están en esa lógica y otras que no.

-¿Cuáles son los puntos centrales para un acuerdo con el nacionalismo?

-La recuperación de los recursos naturales y la lucha contra la corrupción son dos temas centrales de un acuerdo programático, que debieran encontrar un punto de unidad en el planteamiento de una Asamblea Constituyente.

-¿Humala puede convertirse en el nuevo referente de la izquierda?

-Puede convertirse en una alternativa de gobierno que incorpore a la izquierda y, como tal, en la cabeza de un Estado que cuente con el compromiso y las opciones de cambio de la izquierda.

-Un sector de la izquierda prefiere apostar por Marco Arana.

No es un sector importante, es un sector notoriamente minoritario. Me parece que hoy la opción de cambio tiene una sola posibilidad, y esa es la de Humala.

-Quienes apoyan a Arana critican a Humala por autoritario.

-¿Por qué sería Humala autoritario? ¿Porque es militar? Si es por eso, el mismo argumento sería válido para Arana, porque yo diría que la Iglesia es tanto o más autoritaria que las Fuerzas Armadas. Esa crítica a Humala no me parece válida.

-¿La ruptura con el Partido Socialista, del grupo que se unió a Tierra y Libertad para apoyar a Arana, fue un golpe duro?

-Más que un golpe duro, fue un golpe feo. Pero tenemos que poner por delante lo que el país necesita y tenemos estrecha relación con varios de los dirigentes de Tierra y Libertad, y quisiéramos que todos sean parte de una unidad y un proceso por el cambio en el país.

«Rey hace apología del terror de Estado»

-¿Cree que el discurso de Rafael Rey a favor de los acusados de violaciones a los derechos humanos es una postura personal o refleja la posición del gobierno?

-La defensa que hace Rey del general Rivera Lazo (uno de los jefes del Grupo Colina) y del ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (general Salazar Monroe) ya condenado, es una expresión de clarísima apología del terror de Estado. Para Rey, el terror senderista debe ser condenado, pero el terror de Estado es justificable y debe ser avalado, y en algunos casos hasta premiado y glorificado. Ese discurso expresa la posición de Alan García y de Giampietri, que son actores fundamentales de la matanza de los penales y, por lo tanto, la justificación del uso del terror del Estado es un elemento sustantivo en beneficio de ellos mismos. No creo que esta sea la posición de todos los ministros, pero en estos hay un silencio cómplice frente a las declaraciones de Rey.

-¿Qué efectos puede tener la observación del Ejecutivo a la ley de consulta a los pueblos indígenas?

-Esto está generando un rechazo creciente de los movimientos amazónicos y de sectores de los movimientos campesinos andinos. Desde el Baguazo, el movimiento indígena ha sufrido reiterados golpes del gobierno y recomponer su fuerza tomará tiempo. Ojalá se consolide un entendimiento entre los movimientos amazónicos y andinos frente a la ley de consulta previa y la defensa de niveles de control sobre el territorio, y de decisión sobre el uso de los recursos naturales que corresponden a los pueblos originarios. Los informes de la Defensoría del Pueblo señalan que el principal eje de la contradicción y de los conflictos en el país se da con las industrias extractivas por el agua y la tierra. Con Toledo y especialmente con García se ha desarrollado un gigantesco proceso de concentración de propiedad de la tierra como nuca antes.

-¿Se ha dado una contrarreforma agraria?

Así es. Ahora estamos en niveles de concentración de la propiedad de la tierra superiores a los que existían cuando Velasco dio la reforma agraria. Esta situación está generando un nivel de reacción social creciente.

Javier Diez Canseco es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso.

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