La guerra propagandística desatada por Estados Unidos contra China ha alcanzado niveles sin precedentes en América Latina. Los norteamericanos están empleando todos los medios a su alcance para tal fin, incluyendo cientos de canales de televisión, miles de emisoras de radio y películas que hablan de la «amenaza china». Periodistas títeres son utilizados regularmente para […]
La guerra propagandística desatada por Estados Unidos contra China ha alcanzado niveles sin precedentes en América Latina. Los norteamericanos están empleando todos los medios a su alcance para tal fin, incluyendo cientos de canales de televisión, miles de emisoras de radio y películas que hablan de la «amenaza china». Periodistas títeres son utilizados regularmente para hacer circular falsedades habilidosamente preparadas. Con bombos y platillos los «ecologistas» dicen estar preocupados por los planes para la construcción del Canal de Nicaragua y por el proyecto conjunto Venezuela-China para la minería de oro en un Parque Nacional de Venezuela. Una rápida mirada es suficiente para identificar con precisión la fuente de estas especies que circulan en el Hemisferio Occidental desde México hasta Chile.
El Canal de Nicaragua es un buen ejemplo del éxito alcanzado por Beijín mientras implementa su estrategia latinoamericana. La nueva vía acuática es realmente importante para el transporte de recursos minerales y petróleo venezolanos desde América Central y del Sur. EEUU ha lanzado una campaña para bloquear el proyecto. El empresario chino, Wang Jing que encabeza el proyecto Gran Canal Interoceánico de Nicaragua es señalado como un advenedizo incompetente. Están propagando rumores diciendo que el canal está condenado al fracaso por cuanto carece de un estudio de viabilidad económica. A pesar de esto, la construcción se inició el pasado mes de diciembre. Estados Unidos respondió lanzando una operación para sabotear el proyecto. Los expertos creen que las actividades que apuntan a socavar la construcción de la vía acuática se intensificarán en el año 2016, año electoral en Nicaragua. Washington está contra Daniel Ortega y los sandinistas. Podremos estar cien por cien seguros que habrá otro intento de revolución de color en América Latina.
Washington percibe la creciente presencia china en la región como un grave desafío geopolítico, una amenaza a su seguridad nacional. El presidente Obama habla constantemente acerca del supuesto excepcionalismo norteamericano, pero todos los intentos de EEUU de reconfigurar el mapa mundial han terminado en derramamientos de sangre, ciudades devastadas y la destrucción de estados con culturas milenarias. América Latina percibe a Estados Unidos como un imperio, una fuerza hostil, egoísta y amoral que puede ser contrarrestada solo a través del fortalecimiento del proceso de integración regional y desarrollando la capacidad militar. Es por eso que América Latina fomenta las relaciones con otros centros de poder en el mundo. Beijín ha evaluado de manera correcta la situación. América Latina se está distanciando de EEUU. Los políticos contemporáneos chinos son pragmáticos; conocen bien el continente y en especial las características de la situación latinoamericana. Washington no podría ofrecer nada a cambio para equilibrar la prometedora perspectiva de la colaboración con China. En 2000-2013 el intercambio comercial de América Latina con China aumentó su volumen 22 veces. Esto convirtió a China en el principal socio comercial del continente. China es ya el más grande socio comercial de Brasil, Argentina, Venezuela y Perú. En 2014 el intercambio comercial con cada uno de estos países superó el comercio bilateral con EEUU. Los bancos chinos aumentaron sus inversiones en la región en un 70% en un contexto de salida del capital de EEUU. No es casualidad que muchos estados latinoamericanos consideren a China como un socio privilegiado. China se adhiere a los principios de igualdad y beneficio mutuo con el objeto de facilitar el desarrollo económico de los estados latinoamericanos.
La primera reunión ministerial del Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) se llevó a cabo en Beijín el 9 de enero de 2015. La mayoría de los países latinoamericanos participó en el evento. El tema central de la Conferencia se tituló «La nueva plataforma, el nuevo punto de partida, nuevas oportunidades y esfuerzos conjuntos para la promoción de la cooperación integral de la asociación de China, América Latina y el Caribe». El Presidente de China, Xi Jinping, asistió a la ceremonia de inauguración y pronunció un importante discurso titulado «Suscripción conjunta de un nuevo capítulo para la asociación cooperativa integral entre China y la CELAC». Xi Jinping hizo hincapié en que China está dispuesta a trabajar con los países de América Latina y del Caribe para de manera conjunta construir una nueva plataforma para la cooperación general a largo plazo y en perspectiva estratégica y asumir así firmemente nuevas oportunidades para la conformación de un nuevo capítulo en la asociación cooperativa integral entre China y la CELAC. El gobierno chino invertirá 250.000 millones de dólares en los países de América Latina y del Caribe durante los próximos diez años, particularmente en proyectos mineros y en la construcción de infraestructuras como puertos, redes ferroviarias, carreteras y aeropuertos. El presidente chino señaló que los volúmenes de comercio bilateral entre China y los países de la región podrían alcanzar 500.000 millones de dólares alrededor en 2025. Docenas de acuerdos bilaterales de cooperación en electrónica, telecomunicaciones, biotecnología e investigación espacial, fueron firmados durante la estancia de los líderes de la CELAC en China. Beijín va a compartir su experiencia en el desarrollo de tecnologías de punta y lograr grandes avances en los estudios científicos. El Foro de Beijín redactó un plan de cooperación para cinco años. Su declaración final fue firmada por 33 ministros de relaciones exteriores de los estados miembros de la CELAC. La próxima reunión se celebrará en Chile el año 2018 con el objeto de analizar los resultados de la cooperación entre el estado asiático y los países de América Latina y el Caribe.
China ha estado cooperando con América Latina en el campo de la investigación espacial durante muchos años. La empresa estatal China Great Wall Industry Corporation y el gobierno de Venezuela firmaron recientemente un acuerdo para la construcción y puesta en órbita de un tercer satélite artificial de Venezuela. Va a ser utilizado para la recolección de inteligencia. Este año, será inaugurado el Centro para el Desarrollo de la Investigación Espacial de Puerto Cabello, en cuyos laboratorios se diseñarán, ensamblarán, integrarán y serán certificados satélites para aplicaciones en órbitas bajas. El peso de cada satélite no excederá una tonelada.
El espacio es una importante esfera de cooperación entre China y Argentina. El programa espacial de Argentina es uno de los más avanzados de América Latina. China considera la construcción de una antena para la observación espacial profunda en la región sureña de la Patagonia, sur de Argentina, en la Provincia de Neuquén. China también participa en el esfuerzo latinoamericano por fortalecer la capacidad defensiva. Expertos chinos colaboran en Venezuela en la construcción de aviones no tripulados para el monitoreo de la región amazónica. Navíos costeros chinos y aviones de entrenamiento tienen alta demanda. La Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner ha visitado recientemente China y firmó un acuerdo de cooperación para la construcción de un rompehielos, remolcadores navales, hospitales flotantes y nuevos navíos de guerra para la Armada argentina. Informes de mediados de 2014 indican que el ejército argentino evaluó el transporte anfibio blindado de personal Norinco VN1 8×8. Argentina y China se disponen a formar un grupo de trabajo que desarrolle la posibilidad de transferir una gama de equipamiento militar a Buenos Aires. Lo más importante dentro de este equipamiento serían los caza bombarderos FC-1/JF-17 o el CAC J-10 de la Chengdu Aircraft Corporation. La cooperación en el campo de la investigación espacial y la producción de armamento moderno facilitan el aumento de la presencia e influencia de China en la región.
Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1991
Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés