Recuperar la memoria histórica de los pueblos, intercambiar experiencias sobre alternativas al modelo hegemónico existente y articular luchas a nivel regional, han sido los ejes de un seminario¹ que se desarrolló en Nicaragua y que contó con la participación de varias organizaciones del istmo centroamericano. Sirel estuvo presente y conversó con Gloria Castillo, dirigente del […]
Recuperar la memoria histórica de los pueblos, intercambiar experiencias sobre alternativas al modelo hegemónico existente y articular luchas a nivel regional, han sido los ejes de un seminario¹ que se desarrolló en Nicaragua y que contó con la participación de varias organizaciones del istmo centroamericano. Sirel estuvo presente y conversó con Gloria Castillo, dirigente del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá (FRENADESO).
-Intercambiar experiencias, recuperar la memoria histórica y articular luchas. ¿Qué tan importantes son estos puntos para el pueblo panameño?
-Son elementos fundamentales para poder definir estrategias desde el movimiento popular mesoamericano, con una visión integral desde las comunidades, los sectores populares, los trabajadores y trabajadoras. Recuperar la memoria histórica es vital para contrarrestar la manipulación sistemática que hacen los sectores oligárquicos de la realidad y de nuestra historia, así como para fortalecer los nuevos procesos que apuntan a crear alternativas a las políticas neoliberales impulsadas por Martinelli.
-¿Qué quiere decir para FRENADESO un cambio de modelo en Panamá?
-Nuestro proyecto estratégico es impulsar una Constituyente originaria desde las perspectivas de las organizaciones de base. Esto significa romper con todas las normas y leyes existentes y reconstruir el país. Por el nivel de deterioro en que se encuentran los partidos políticos tradicionales, nos hemos visto en la necesidad de incursionar en la contienda con un instrumento político-electoral que es el Frente Amplio por la Democracia (FAD).
Va a ser una herramienta del movimiento popular, social y sindical para impulsar su proyecto estrategico de autoconvocar a una Constituyente. Sin lugar a dudas es una gran oportunidad ante el deterioro político, económico y social que está viviendo el país.
-Las organizaciones populares, sociales y sindicales panameñas han sido brutalmente reprimidas por el actual gobierno de Martinelli. ¿Cómo está la situación ahora?
-Las masivas movilizaciones de amplios sectores de la sociedad contra la Ley 30, llamada «Ley Chorizo», y la brutal represión contra los trabajadores bananeros en Changuinola, que dejó un saldo de muchos muertos y heridos, permitió un despertar de la gente y una nueva articulación de fuerzas y luchas.
Han sido momentos muy duros de crisis, pero el movimiento popular, incluyendo a FRENADESO, ha sabido reaccionar y hacer planteamientos unitarios junto con otros sectores del país. Ahora tenemos la gran oportunidad de irrumpir en el escenario nacional para promover y favorecer los cambios fundamentales que son necesarios para que Panamá tenga nuevamente esperanza.
-A veces los movimientos sociales y populares ven la conformación de partidos políticos y la vía electoral como algo artificial, no natural. Sin embargo, estamos viendo ese tipo de decisión en Guatemala, Honduras y ahora en Panamá…
-Es que hay una falta total de credibilidad y desconfianza hacia los partidos políticos tradicionales. En el caso de Panamá, todos representan los intereses de la oligarquía panameña y hay una Ley Electoral totalmente antidemocrática que no le facilita al movimiento popular incursionar.
Nos distanciamos del término «partido político», que es sinónimo de corrupción. Para nosotros es un instrumento político electoral, una herramienta del movimiento popular para alcanzar su proyecto estratégico.
Nota:
¹ «Reflexión centroamericana sobre memoria histórica y alternativas al modelo hegemónico» organizado por Fundación Popol Na de Nicaragua y Fundación Rosa Luxemburgo de México.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.