El IRA Auténtico reivindicó el atentado contra un cuartel del Ejército británico en Massereene, en el condado de Antrim, al norte de Irlanda, que se saldó con la muerte de dos soldados y cuatro heridos. Tanto los primeros ministros de Londres y Dublín, Gordon Brown y Brian Cowen, como los líderes de Sinn Féin y DUP, Gerry Adams y Peter Robinson, rechazaron el atentado y mostraron su voluntad de continuar con el proceso político.
Dos soldados muertos, y cuatro heridos es el balance de un ataque contra la base militar de Massereene, en el condado de Antrim, cuya responsabilidad ha sido reclamada por el IRA Auténtico. El ataque se produce dos días después de que se hiciera pública la presencia de tropas de élite británicas en el norte de Irlanda para ayudar a la policía norirlandesa con relación a la actuación de los grupos armados.
Esta acción ha sido interpretada por los responsables políticos y policiales como un desafío al proceso político irlandés y un intento de romper el delicado balance que mantiene el acuerdo entre Sinn Féin y DUP. Ahora es responsabilidad de los líderes políticos asegurarse de que esos objetivos no se cumplen.
Repartidores de pizzas
Según el superintendente de la Policía norirlandesa, Derek Willamson, el ataque se produjo alrededor de las 21.20 (22.20, en Euskal Herria) cuando un servicio de pizzas a domicilio envió dos repartidores al cuartel militar. Cuando llegaron los dos ocupantes de un vehículo abrieron fuego con rifles automáticos contra la entrada de los barracones.
El área alrededor de la base militar fue cerrada al público, y los coches de los repartidores, que muestran el impacto de balazos, siguen a la puerta de los barracones. La policía norirlandesa estaba examinado un coche en Randalstown, a siete kilómetros del cuartel miliar, que se sospecha podría haber sido utilizado por los agresores.
Los soldados son las primeras bajas del Ejército británico en el norte de Irlanda desde la muerte de Stephen Restorick, que falleció a consecuencias de un disparo realizado por un francotirador del IRA en 1997. Ambos soldados iban a trasladarse a su nuevo destino en Afganistán en los próximos días. El Regimiento 38 de Ingenieros del Ejército británico ha estado destinado a la base de Massereene desde agosto del 2008 y se trasladará Aldergrove, también en el condado de Antrim, a finales de 2010.
Los cuatro heridos están siendo tratados en un hospital del condado de Antrim, a poco más de un kilometro de la base militar. Dos de ellos, son civiles, que se encontraban repartiendo pizzas a la base militar, oportunidad usada para el ataque. Precisamente, uno de los repar- tidores, de origen polaco, es el herido que se encuentra en estado critico.
IRA Auténtico
Desde un principio, las fuerzas de seguridad atribuyeron la autoría de la acción a grupos disidentes republicanos. Precisamente, las oficinas de un dominical en Dublín, «The Sunday Tribune», recibieron una llamada durante el mediodía de ayer de alguien que se identificó como miembro del IRA Auténtico, y que reclamó, usando una contraseña acordada, para este grupo responsabilidad por el ataque a la base militar.
El primer ministro británico, Gordon Brown, describió el ataque como «malicioso» y aseguró que «ningún asesino» iba a descarrilar el proceso de paz. «Creo que todo el país está sorprendido y horrorizado por los ataques maliciosos y cobardes contra soldados que sirven a su país», aseveró Brown.
«Haremos todo lo posible para asegurarnos de que Irlanda del Norte es un lugar seguro y les aseguro que lleváramos a esos asesinos a la Justicia», añadió el primer ministro británico.
El delegado del gobierno británico en el norte de Irlanda, Shaun Woodward, cree que es «responsabilidad de todos el asegurar la derrota de esta gente».
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, expresó su pesar ante la repetición de «violencia que ha sido profundamente rechazada por los habitantes de esta isla».
El viceprimer ministro irlandés, el republicano Martin McGuinness, declaró que nadie debería de palabra o hecho intentar devolver al norte de Irlanda al conflicto. «Apoyé al IRA durante el conflicto, ya que fui un miembro del IRA, pero esa guerra ha acabado», recordó McGuinness, quien añadió que «los responsables de este incidente claramente indican que quieren volver o reiniciar esa guerra».
Rechazo de Sinn Féin y DUP
Por su parte, el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, describió el atentado como un ataque contra el proceso político, asegurando que era «equivocado y contraproductivo».
«Los responsables no tienen apoyo ni estrategia para conseguir una Irlanda unida. Su intención es devolver a los soldados británicos a las calles. Quieren destruir el proceso más reciente y sumergir Irlanda de vuelta en el conflicto», acusó Adams.
El primer ministro norirlandés y líder del Partido Unionista Democrático (DUP), Peter Robinson, calificó el ataque de «recordatorio terrible de los sucesos del pasado», y explicó que el hecho de que el informe policial apunte a que los agresores dispararon «deliberadamente contra los civiles» después de matar a los soldados, daba una «idea de la locura de los pistoleros que han tomado parte en este ataque».
Representantes lealistas pidieron a sus comunidades que no respondieran ante el ataque del IRA Auténtico contra el Ejército británico. Frankie Gallagher, del Grupo de Investigación Política del Ulster, organización cercana al grupo paramilitar unionista UDA, recordó que «la gente que ha llevado a cabo este ataque no tiene mandato para sus acciones inútiles».
Frankie Gallagher añadió, asimismo, que «las comunidades nacionalistas y republicanas irlandesas en Irlanda del Norte deben dejarselo saber alto y claro».
Las últimas bajas de militares británicos en el norte de Irlanda por acciones armadas se remontan al año 1997, cuando un francotirador del IRA acabó con la vida del soldado Stephen Restorick.
Las oficinas del dominical «The Sunday Tribune» en Dublín recibieron ayer al mediodía una llamada, en la que se empleó la contraseña acordada, en la que el IRA Auténtica asumía la autoría del atentado de Massereene.
El presidente de Sinn Féin, Gerry Adamas, describió el atentado como un ataque contra el proceso político, asegurando que era «equivocado y contraproductivo. No tienen ni apoyo ni estrategia para una Irlanda unida».
La seguridad y la política norirlandesas se resienten
La coincidencia entre el descubrimiento de que el jefe de la policía norirlandesa había pedido apoyo al ejército británico para su actuación contra grupos armados -que habían viajado al norte de Irlanda, sin previa consulta con el Consejo Policial-, la controversia asociada con esta decisión, y los acontecimientos que en la noche del sábado costaron la vida a dos soldados británicos, no ha escapado algunos, que apuntan a que la acción de los disidentes podría tratarse de una reacción ante la presencia de las tropas de élite británicas en el norte de Irlanda.
Este es un extremo negado por el responsable máximo de la policía norirlandesa, Hugh Orde, quien comentó que no tiene intención de introducir más fuerzas especiales del ejército en el norte de Irlanda a pesar de los acontecimientos del sábado, y restó importancia a este tipo de comentarios.
Orde apuntó a que era importante recordar que las víctimas de la acción de ayer no habían sido exclusivamente los soldados británicos, sino también los dos civiles presentes en el cuartel en el momento del atentado.
Responsables de la seguridad británica habían advertido durante los últimos meses que disidentes republicanos estaban empecinados en llevar a cabo acciones con víctimas mortales.
Cinco oficiales de Policía, dos de ellos fuera de servicio, han sido heridos en ataques con armas y explosivos en Derry, Dugannon y Castlederg (en el condado de Tyrone) y en Roslea, en el de Fermanagh.
Así mismo se han producido algunos ataques con explosivos, el más reciente a principios de febrero en Castlewellan, en el condado de Down, cuando una bomba de 114 kilos de explosivo fue desactivada.
Con anterioridad, los ataques de los disidentes republicanas habían sido de carácter esporádico, y dirigidos contra la Policía norirlandesa más que contra efectivos del Ejército británico.
Fuentes de las fuerzas de seguridad del norte de Irlanda consideran que el ataque fue oportunista, ya que no se había detectado la presencia de disidentes republicanos en el condado de Antrim con anterioridad al ataque que se registró el sábado por la noche.
Además, las fuerzas de seguridad consideran que los autores del atentado contra el cuartel de Massereene no disponen del armamento o recursos humanos para mantener una campaña militar similar a la que llevó a cabo el IRA durante los treinta años de conflicto y consideran que el apoyo de las comunidades nacionalistas es mínimo. A ello se une el hecho de que carecen de una voz política.
Sin embargo, el primer impacto político de la acción contra la base militar de Massereene ha sido la cancelación del viaje a Estados Unidos que los dos líderes del Ejecutivo de Belfast, Peter Robinson y Martin McGuinness, habían planeado para la próxima semana. La caza de inversiones en época de crisis deberá esperar.