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Santiago Alba Rico señala que un país sin memoria es un país a merced del viento, en el que puede ocurrir cualquier cosa. Y esta España nuestra, o mejor, los españoles somos muy olvidadizos.
Todavía hay algunos ciudadanos sorprendidos por el pacto del Partido Popular con Vox en la comunidad autónoma de Castilla y León. No me encuentro entre ellos. Era previsible. Porque, vamos a ver, ¿hay muchas diferencias entre el PP y Vox? El portavoz del grupo Donald Tusk, jefe del Partido Popular Europeo y expresidente del Consejo Europeo, al calificar de “capitulación” los acuerdos del PP con Vox en Castilla y León, demuestra un gran desconocimiento de la política española.
Lo que ha ocurrido en esta crisis del Partido Popular ha sido un golpe de mano de libro. Muy parecido en cuanto a su estrategia a un golpe de Estado.
Tenemos que hacernos una pregunta. ¿Cómo hemos llegado a esta situación política, con el protagonismo creciente de un partido de extrema derecha, como Vox? Hay muchas razones. Han sido ya estudiadas algunas como el desencanto político en muchos ciudadanos por las sucesivas crisis del 2008 y de la pandemia; el Procés, que propició la reacción de un nacionalismo español extremista y excluyente. Quiero detenerme en el papel de la escuela, de los medios y de la política, que han contribuido a ese protagonismo de Vox.
Existen muchos hechos de la dictadura franquista desconocidos lamentablemente para gran parte de la sociedad española. Si los conociera, dudo mucho que pudiera votar a determinadas fuerzas políticas, que no condenan el franquismo. Para corregir este déficit están los historiadores comprometidos y de trabajo independiente, aunque muchas veces su labor no solo no es apoyada por los medios, sino que es boicoteada.