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La lapidaria auditoría del Fondo Monetario Internacional (FMI) al crédito otorgado al gobierno del neoliberal argentino Mauricio Macri afirma que éste no cumplió ninguno de sus objetivos, se usó para pagar a los bonistas, no impuso controles de capitales y permitió la fuga de 45 mil millones de dólares.
Altas autoridades económicas de Argentina buscan en Estados Unidos llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que permita una renegociación de la deuda externa, estirando los plazos de pago mediante un acuerdo de facilidades extendidas, ya que no existe la menor posibilidad de afrontar las obligaciones contraídas irresponsablemente por el gobierno neoliberal de Mauricio Macri.
Acuciado por la pérdida del favor popular expresada en la derrota en los comicios internos -Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)-, el gobierno argentino trata de generar confianza en la población de cara a las elecciones legislativas del 11 de noviembre, con una serie de medidas que tratan de alejar el fantasma de la hiperinflación, en un país con un alarmante crecimiento del desempleo, el hambre y la pobreza.
La evidencia ha erosionado el consenso neoliberal, y hoy una mayoría de estadounidenses repudia el que empresas y ricos no paguen su parte en impuestos.
En un clima de tensión y falta de acuerdos se llevó a cabo la reunión de cancilleres de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), en la que se discutió la flexibilización comercial del bloque y las rebajas en el Arancel Externo Común (AEC), con la excusade negociar en mejores condiciones con otros mercados del mundo.
Desde hace al menos cuatro décadas en América Latina se discute el pago de la deuda externa. La crisis de deuda de 1982, cuando México declaró su moratoria de pagos, fue quizá la más seria en la historia de América Latina: los ingresos se desplomaron; el crecimiento económico se estancó; debido a la necesidad de reducir las importaciones, el desempleo aumentó a niveles alarmantes y la inflación redujo el pode adquisitivo de las clases medias.
La idea fija de los presidentes de los cuatro países del Mercado Común del Sur (Mercosur) es lograr, a cualquier precio, la firma del tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, que se negocia desde hace dos décadas, lo que quedó en evidencia la última semana cuando Argentina asumió la presidencia pro-tempore del bloque regional que integra con Brasil, Paraguay y Uruguay.
En un marco de crecientes pobreza y desocupación e insistentes e interesados rumores de una megadevaluación, el gobierno argentino de Alberto Fernández postergó la reanimación del consumo y con ello el nivel de vida de la población, y adoptó medidas que favorecen a los exportadores, en un intento para garantizar el ingreso de divisas al país.
El modelo capitalista ya no sirve y por eso hoy el debate sobre los impuestos a los ricos y la desigualdad empieza a crecer en las potencias occidentales. Hoy un grupo minoritario está beneficiándose del sistema mientras que más de la mitad de la población sobrevive como puede. Que la desigualdad creciente generada por el […]