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Hace 215 años se instauraba en la ciudad de Buenos Aires el primer gobierno que reclamaba autonomía frente a la metrópoli española. Se ponía en juego un principio nuevo, contrapuesto a la obediencia monárquica: La soberanía del pueblo. Y se desplegaba sobre el terreno el poder del pueblo armado; las milicias creadas entre 1806 y 1807. La revolución naciente interpeló a los pueblos indígenas en una muestra más de disrupción del orden colonial.
Se ha vivido una semana agitada en la que la agenda electoral no consiguió la ocultación de variadas fuentes de controversias.
Un libro periodístico muy reciente nos acerca a una de las tres figuras más relevantes del actual equipo de gobierno de Argentina. Quizás sea un paso para un análisis que no hace sino comenzar.
El rechazo en Argentina de un proyecto de finalidad proscriptiva llama a la reflexión sobre el historial local en la materia, así como a la advertencia acerca del enorme operativo que se despliega en el continente en contra de la soberanía popular.
Más allá de todas las diferencias, los fascismos del lapso 1919-1945 y las ultraderechas del siglo XXI, en un mundo que sufrió profundas transformaciones, tienen en común constituir en gran parte respuestas del gran capital frente a situaciones de crisis.
El presidente argentino vuelve a las mieles del apoyo cerrado del poder económico, e insulta a variados sectores en tanto prosigue la protesta social y sus potenciales adversarios oscilan entre la dispersión y un duradero desconcierto. Las instancias electorales en curso interesan a pocos.
La representación política es una noción que en el sentido común dominante se asimila sin matices con la idea de democracia. Se equipara la existencia de “representantes del pueblo” con la de un auténtico gobierno popular. Entender que eso es falso es un requisito insoslayable para que se encare una transformación política y social en profundidad.
Esta semana el gobierno intentó una contraofensiva para tornar el fracaso en “triunfo”. El fallecimiento de Jorge Bergoglio le quitó protagonismo a la algarada triunfalista y forzó al presidente a contemporizar. El enfrentamiento entre Javier Milei y Mauricio Macri.
Desde el ministerio de Defensa se ha puesto en marcha la operación “Julio Argentino Roca”, la que estaría dirigida a “…reforzar la vigilancia y el control en la Zona de Seguridad de Fronteras del norte y noreste del país”.
El movimiento obrero frente a la ofensiva patronal que continúa de la mano de un gobierno vacilante.