Dieter Seifried

Artículos

Casi desapercibida por el público, pero tam­bién por los expertos en energía de Alema­nia, se llevó a cabo en Cuba una revolución energética que, en ciertos aspectos, va más lejos que la transición energética alemana. En el año 2005, el presidente cubano Fidel Castro proclamó la «revolución energética», que incluía medidas de largo alcance: 2,5 millones de refrigeradores fueron reemplazados por refrigeradores más eficientes, mediante un programa del gobierno. El abandono de los bombillos incandescentes a favor de lámpa­ras fluorescentes compactas (CFL) también se hizo 5 años antes que en Alemania y en la Unión Europea, y la conversión fue global.