Artículos
Las espeluznantes declaraciones recientemente divulgadas del diputado “estrella” de Kast (Johannes Kaiser; del distrito más emblemático de la Región Metropolitana) no debiesen extrañarnos tanto. Desgraciadamente, la derecha chilena ha mostrado siempre un profundo desprecio a nuestros sectores populares; el cual culminó durante la feroz dictadura de Pinochet.
Las declaraciones críticas al grotesco fraude electoral efectuado por Daniel Ortega en Nicaragua hechas por las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola; por la alcaldesa de Santiago, Iraci Hassler; por el precandidato presidencial, Daniel Jadue; por la destacada convencional, Bárbara Sepúlveda; y por las propias Juventudes Comunistas; manifiestan un cambio tremendamente positivo en el PC chileno, tan habituado a soslayar violaciones de derechos humanos cometidos por regímenes proclamadamente de izquierda.
Al absurdo aritmético y de sentido común de igualar 66 con 34 nos lleva el quórum de los dos tercios impuesto por el poder constituido al poder constituyente en nuestro país; el Congreso, a la Convención Constitucional.
En un nuevo aniversario de la inauguración de la dictadura más terrorista padecida en Chile, es muy pertinente recordar que en este mes de septiembre se cumple el centenario de uno de los actos de terrorismo de Estado más desconocidos de nuestra historia.
Quizá la mayor falacia de los 30 últimos años ha sido que nuestra historia reciente se habría fundamentado en una política de “consensos” entre la derecha y la “centro-izquierda” concertacionista.
Las elecciones del 15 y 16 de mayo pasado constituyeron una sorprendente y muy positiva derrota de las dos derechas que han impuesto y consolidado una democracia de mentira y un modelo económico-social extremadamente neoliberal en Chile.
Muy desgraciadamente, hemos llegado a ser el peor país del mundo en materia de enfermos hospitalizados por covid en relación a la población, que es lo que mide el riesgo efectivo de cada persona de caer en dicha situación. Esto, de acuerdo al Worldometer, y dejando fuera a Brasil que entrega datos manifiestamente falsos en la materia desde el momento de que hace más de dos meses entrega que siempre tiene el mismo número.
El 3 de febrero de 2021, se conmemora el centenario de la matanza de obreros mineros de San Gregorio (oficina salitrera cercana a Anfofagasta) que fue la primera masacre de nuestra historia realizada por un gobierno pretendidamente anti-oligárquico como el de Arturo Alessandri, y cuya elección había movilizado efectivamente a sectores medios y populares bajo banderas de profundos cambios sociales en beneficio de las grandes mayorías nacionales.
A más de alguien puede llamarle todavía la atención el título de este artículo. Pero desgraciadamente la realidad política, económica y social de los últimos 30 años nos demuestra, más allá de toda duda, que nos enfrentamos a dos derechas que han cogobernado en la práctica –más allá de sus discursos- consensualmente a Chile.
¿Qué diría usted, si una coalición gobernante teóricamente de centro-izquierda, legitimara, consolidara y perfeccionara en la práctica un modelo neoliberal heredado de una feroz dictadura, con todas sus estructuras económico-sociales fundamentales?