Héctor Gil Rodriguez

Artículos

Caray con los caprichos necrológicos, que lo llevan a uno del contraelogio bilioso a la loa sincera y creo firmemente que merecida a Emiliano Zapata. El riesgo, y pido a las musas y al oficio que no me arrastren por ahí, es caer en el panegírico dulzón y acrítico que a él le habría horrorizado. […]