Artículos
El último informe de la Organización Meteorológica Mundial, referido a 2024, es demoledor. Constata un imparable aumento de las concentraciones de CO2, metano y óxido nitroso en la atmósfera, al tiempo que documenta este año como el primero en superar en más de 1,5 °C el valor de referencia de la era preindustrial, siendo 2024 es el año más cálido desde que empezaron a registrarse los valores de temperatura hace 175 años.
En un intento desesperado por acabar con la poca sensatez que quedaba en el mundo, los medios de comunicación lanzan bombas de información envenenada sobre una población ávida de respuestas. La gente ya no se fía del sentido común, quiere soluciones rápidas y eficaces, pero sobre todo contundentes. Y dentro de esa contundencia es donde debemos enmarcar la palabra «ecolojetas» para definir a los ecologistas cada vez que sucede una tragedia que afecta tanto a humanos como al medio natural.
Desde el Ministerio de Propaganda les presentamos los 11 principios PJG, en honor a Paul Joseph Goebbels, para su aplicación directa en las artes, la educación, la comunicación y el mantenimiento de las instituciones, tomando como ejemplo un caso práctico de máxima actualidad.
A medida que el biofascismo avanza, las heridas sobre el planeta son cada vez más evidentes. Vivimos tiempos contradictorios en los que los conceptos son retraídos de su acepción original para ocupar lugares indeterminados donde reinan la anfibología y la confusión inducida.
Lo digo ya en las primeras líneas de este artículo: para las personas que practican el activismo medioambiental, el ecologismo es, en primera instancia, una permanente construcción de principios de precaución que ponen en entredicho los «principios» comúnmente establecidos.


