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Combatir la deforestación amazónica se volvió más difícil durante el gobierno saliente de Jair Bolsonaro, que durante los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva. El crimen organizado se diseminó en la región y tornó más violentas las acciones ilegales. Asesinatos de indígenas, ambientalistas y líderes sociales aumentaron.
En este artículo el autor analiza el paramilitarismo presente en las ‘amistades’ de Bolsonaro y en su campaña electoral.
FORTALEZA, Brasil – La basura que se acumula desde 1991 en los dos rellenos sanitarios del municipio de Caucaia se convirtió en un yacimiento de biometano que abastece empresas industriales y comerciales, centrales termoeléctricas y residencias en Ceará, un nororiental estado de Brasil.
RÍO DE JANEIRO – La obligatoria licencia previa concedida por la autoridad ambiental de Brasil para la reconstrucción de la carretera BR-319, en el corazón de la Amazonia, intensificó la alarma sobre la posible destrucción irreversible del bioma.
RÍO DE JANEIRO – La humanidad ganó dos nuevos mártires. Bruno Araújo Pereira y Dom Phillips murieron por defender la Amazonia y los indígenas, sostenes de la vida humana en el planeta.
Brasil se adjudicó el título de campeón de la mortalidad materna durante la pandemia de covid-19, con un aumento de 77 por ciento en esas muertes entre 2019 y 2021, acompañado por una América Latina con niveles un poco menos funestos.
BELO HORIZONTE / ITABIRITO, Brasil – Minas Gerais, un estado del sureste de Brasil, debe su nombre a la principal actividad económica a lo largo de su historia: la minería, con la extracción del oro desde el siglo XVII y más tarde la del hierro, que adquirió escala industrial y exportadora en el siglo XX.
RÍO DE JANEIRO – “Ya no podemos beber el agua de los ríos, de los arroyos, porque está envenenada desde sus nacientes”, lamentó Megaron Txucarramãe, uno de los más conocidos líderes indígenas de Brasil.
Brasil es el mayor productor y exportador mundial de soja, símbolo de la expansión agrícola del país. En menos de cinco décadas, la oleaginosa casi desconocida de los brasileños avanzó del sur hacia el oeste y el norte, convirtiendo el bioma Cerrado, la sabana brasileña antes despreciada, en el granero nacional.