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Alemania

Baviera sanciona a la gran coalición

Fuentes: alencontre.org

Es el final de una época: la del reinado absoluto del partido conservador en Baviera. Con una caída espectacular de más de 10 puntos, la Unión Cristiana-Social (CSU) ha perdido su mayoría absoluta y no podrá seguir dirigiendo Baviera en solitario como lo hacía casi sin interrupción desde 1962. Se queda incluso por debajo del […]

Es el final de una época: la del reinado absoluto del partido conservador en Baviera. Con una caída espectacular de más de 10 puntos, la Unión Cristiana-Social (CSU) ha perdido su mayoría absoluta y no podrá seguir dirigiendo Baviera en solitario como lo hacía casi sin interrupción desde 1962. Se queda incluso por debajo del 40% por primera vez desde 1954.

Este resultado confirma la tendencia observada en otros lugares de Europa sobre la desaparición de los grandes partidos populares frente al ascenso de los populismos [1]. La CSU seguirá no obstante en el poder pero deberá compartirlo. El partido conservador es capaz de formar un nuevo gobierno con el pequeño partido regional (Freie Wähler), constituido principalmente por tránsfugas de la CSU, que ha obtenido más del 11% de los votos (+2,6%).

La gran enseñanza de este escrutinio es el fracaso de la retórica antimigrantes de la CSU que ha sido sancionada en las urnas. La estrategia populista de Markus Söder, el ministro-presidente saliente, debía frenar la influencia del partido de extrema derecha AfD (Alternativa por Alemania). Ahora bien, se ha producido precisamente lo contrario. «La cuestión migratoria ha sido omnipresente en nuestra región, precisamente cuando la competencia en materia de asilo pertenece al federal», deplora Petra Flauger, candidata de «Freie Wähler» por el distrito de Ingolstadt, cuyo partido ha logrado recuperar 170.000 votos a la CSU.

Copiando la retórica de la AfD, Markus Söder y Horst Seehofer, el ministro federal del interior y presidente del partido conservador bávaro, han desorientado a una parte de su electorado que ha preferido dirigirse a otras formaciones políticas. Más de 180.000 votantes han optado por «el original», es decir la extrema derecha. En efecto, el AfD se ha aprovechado de esta atmósfera de inseguridad destilada por el partido conservador. Aunque el resultado sea menos importante de lo previsto, la extrema derecha reúne cerca del 11% de los votos y va a entrar por primera vez en el parlamento bávaro, prosiguiendo su implantación en las regiones y su influencia en el plano federal. Alice Weidel, la jefa del grupo en la asamblea federal (Bundestag), ha reclamado después del resultado de la votación elecciones federales anticipadas y la dimisión de la canciller.

El triunfo del partido verde

Más llamativo aún: 180.000 votantes conservadores han preferido votar ecologista. El partido verde, gran ganador en esta votación, dobla así su resultado en relación a 2013 con el 17,5% de los votos, un resultado histórico para esta formación en Alemania. Los y las grünen se convierten en la segunda fuerza política de la región progresando sobre todo en las grandes ciudades. Ludwig Hartmann, cabeza de lista verde en Baviera, ha logrado cerca del 44% de los votos en su distrito de Munich. «Hemos hecho una campaña basada en la valentía y la audacia y no en el miedo», se ha felicitado Katrin Göring-Eckardt, vice presidenta ecologista del Bundestag.

Las y los grünen ya no dan miedo al electorado conservador. La época de los jerseys de lana tricotados en casa y de las posiciones radicales ha pasado. Hoy defienden los mismos valores que la CSU. Steffi Kürten, candidata del partido verde en Inglodstadt, se niega a ver el término de «Heimat» (en este caso la «patria», el «nuestra casa») monopolizado por la extrema derecha. «La Heimat, es allí donde tengo mis raíces. Es un sentimiento de pertenencia a una región. Defiendo mi Land contra las destrucciones del espacio de vida, no contra las personas refugiadas. Esto no tiene nada que ver con la noción de la extrema derecha», insiste. «El partido verde ha ganado incluso en credibilidad entre las y los agricultores» [2], analiza Markus Linden, politologo en la Universidad de Treves.

En la región vecina de Bade-Wurtemberg, la cuna de la industria automóvil alemana, las y los ecologistas han demostrado que tenían el sentido del poder. Dirigen la región vecina desde 2011 tras haber derrocado al Partido Cristiano Demócrata (CDU) que estaba en el poder desde hacía 58 años. El ministro-presidente ecologista, Winfried Kretschmann, fue reelegido en 2016. «Las y los ecologistas no son solo fuertes en Baviera. Lo son también a nivel federal», insiste Markus Linden. «Han logrado construir un partido alrededor de ideas y no alrededor de una sola persona como el Partido Socialdemócrata (SPD). El movimiento es más democrático con un personal joven que se renueva. Las y los verdes tienen un aspecto más auténtico».

Para Angela Merkel, la situación política puede complicarse en Berlín tras las dos graves crisis gubernamentales que han estado a punto de poner fin a su «gran coalición». En las filas conservadoras la canciller es tenida por responsable de este fracaso electoral. La gente bávara de la CSU acusa a Merkel de haber arruinado su campaña a causa de su política de acogida de las personas refugiadas. No ha sido invitada una sola vez a Baviera para apoyar a Markus Söder. Para su mitin de cierre de campaña, el ministro-presidente había preferido invitar a Sebastian Kurz, el canciller conservador austríaco, que acaba de aliarse en Viena con el partido de extrema derecha (FPÖ) para endurece el derecho de asilo.

Ahora Merkel es vulnerable

La canciller ha decidido volver a presentarse para dirigir la CDU en el congreso de Hamburgo, a comienzos de diciembre de 2018. Por el momento, ningún candidato serio se ha atrevido a una contracandidatura. Pero el deseo de cambio crece en las filas del partido. Angela Merkel es ya vulnerable y no es capaz de resistir un golpe. El final de su carrera política y el fin de su gobierno parecen ya posibles en cualquier momento. A finales de septiembre, había sido desautorizada por sus propios diputados y diputadas que rechazaron el nombramiento de Volker Kauder, su más fiel lugarteniente, para la presidencia del grupo parlamentario CDU-CSU [3]. Este voto por sorpresa ha sido interpretado como una revuelta interna y ha confirmado su pérdida de autoridad en el partido. Merkel teme en particular una nueva cita electoral en dos semanas. La CDU que preside debería perder la región de Hesse en las elecciones regionales.

Su gobierno en Berlín está agotado tras solo siete meses de existencia. Los aliados de la «gran coalición» no han registrado nunca sondeos de opinión tan desastrosos. Más de tres cuartas partes de las y los alemanes no están satisfechos del trabajo del gobierno federal. Según el barómetro político de la primera cadena de televisión pública (ARD), publicado el 11 de octubre, los partidos conservadores (CDU/CSU) caen al 26% de las intenciones de voto a nivel federal. El Partido Socialdemócrata (SPD) alcanzaría igualmente un suelo histórico con el 15% … detrás del partido ecologista (17%) y de la extrema derecha (16%).

El resultado del SPD en Baviera constituye otra razón de inquietud para Angela Merkel. Su aliado está hundido en una crisis existencial. La socialdemocracia ha vivido el domingo por la noche un verdadero naufragio político recogiendo menos del 10% de los votos. El gran partido de la izquierda tradicional alemana ha perdido la mitad de sus votos. «Es una señal muy clara la venida de Baviera», ha reconocido Lars Klingbeil, el secretario general del SPD desde diciembre de 2017, diputado en el Bundestag desde octubre de 2017.

El resultado va a debilitar considerablemente a la nueva presidenta del partido, Andrea Nahles, cuya estrategia de «responsabilidad del SPD» ante el futuro del país, no ha convencido. «Es preciso que algo cambie. (…). Una de las razones es el mal rendimiento a nivel federal», ha reconocido. Esta derrota debería en efecto reforzar a la gente partidaria de una salida rápida de la «gran coalición» con Angela Merkel. «Con tal resultado, va a ser preciso emprender cambios profundos», ha estimado Christian Ude (SPD), antiguo alcalde popular de Munich. «No es imaginable continuar así en el gobierno como si nada hubiera ocurrido», ha añadido Ralf Stegner, el vicepresidente del SPD.

Notas:

[1] A propósito del término «populismo» de utilización corriente, poco definida y polisémica, se puede leer el último Etat du monde 2019. Le retour des populismes, bajo la dirección de Bertrand Badie et Dominique Vidal (Editions La Découverte, 2018). (Réd. A l’Encontre)

[2] Diferentes analistas de la región de Baviera insisten en la reacción de las y los agricultores que, en este país cuya parte rural tiene una superficie aún importante, reaccionan ante proyectos de infraestructuras y ante lo que consideran como una destrucción del entorno (Red. A l´Encontre).

[3] Han elegido a Ralph Brinkhaus, diputado de Renania del Norte-Westfalia, por 125 votos contra 112. Con ocasión de esta derrota para Angela Merkel, Alice Weidel, copresidenta del grupo AfD en el Bundestag se ha felicitado así: «Felicitaciones a nuestros colegas conservadores. Un paso en la buena dirección. Merkel debe seguir el mismo camino» (Red. A l´Encontre).

Fuente original: http://alencontre.org/europe/allemagne/la-baviere-sanctionne-la-grande-coalition-par-un-vote.html

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur.