Luego de gran expectativa, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció en el Senado que renunciará para formar un nuevo gobierno. Berlusconi comparece ante esa instancia con fin de explicar sus planes para poner fin a la crisis política que enfrenta el ejecutivo. Tras las elecciones regionales realizadas, los días 3 y 4 de este […]
Luego de gran expectativa, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció en el Senado que renunciará para formar un nuevo gobierno.
Berlusconi comparece ante esa instancia con fin de explicar sus planes para poner fin a la crisis política que enfrenta el ejecutivo.
Tras las elecciones regionales realizadas, los días 3 y 4 de este mes, en las cuales el gobierno perdió 11 de las 13 regiones en lid, se registraron diferencias en el seno de la administración y el Primer Ministro rechazó propuestas de dos de los cuatro partidos que integran la alianza oficial Casa de las Libertades.
Al aceptar dimitir, Berlusconi cede a las presiones de los aliados, sobre todo las ejercidas por la Unión Demócrata Cristiana (UDC), la cual retiró el viernes último sus cuatro ministros del gabinete, aunque anunció que seguiría apoyándolo.
El lunes alcanzó un acuerdo con la UDC de renunciar para luego formar un nuevo gobierno, pero la víspera se retractó de ese convenio y anunció que no dimitirá.
Con ello acentúo la crisis y los cinco titulares de la Alianza Nacional (AN), entre ellos su líder y canciller Gianfranco Fini, también amenazaron con abandonar el ejecutivo si no se accedía a reestructurarlo y aplicar un plan de medidas en el año de mandato que resta antes de las elecciones generales de 2006.
Sólo le reiteró su respaldo la Liga Norte de Humberto Bossi con la esperanza de que se apruebe en el parlamento la reforma federal que impulsa.
Como otra opción para finalizar la crisis, Berlusconi podía adelantar los comicios, como reclama la coalición Unión, de centro-izquierda, encabezada por el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi y ganadora en las consultas populares en las regiones.
Pero en ese caso corre el riesgo de volver a sufrir un nuevo revés al inclinarse la balanza electoral a favor de Unión, según los sondeos.